Ayuno y Abstinencia
Top Bible Verses about Ayuno y Abstinencia
Levítico 16.29–31
Ester 4.16
Isaías 58.6–7
Mateo 4.1–2
Lucas 18.11–12
Famous Christian Quotes About Ayuno y Abstinencia, Miércoles de cenizas
No tengas miedo de abnegarte
¿Tienes miedo a la pobreza? Cristo llama bienaventurados a los pobres. ¿El esfuerzo te asusta? Ningún atleta es coronado sin el sudor de su frente. ¿Estás ansioso por lo que respecta a los alimentos? La fe no teme la hambruna. ¿Le tienes miedo del terreno al descubierto, para tus miembros gastados con el ayuno? El Señor está a tu lado. ¿Te alejas de quien tiene la cabeza sucia y el cabello sin peinar? Cristo es la verdadera cabeza. ¿Te aterroriza la infinita soledad del desierto? En el Espíritu se puede caminar siempre en el paraíso. Basta con volver tus pensamientos allí y nunca más estarás en el desierto. ¿Está tu piel áspera y escamosa porque ya no te bañas? Aquel que ha sido lavado en Cristo, no necesita lavarse de nuevo. A todas tus objeciones, el apóstol da una breve respuesta: “Los sufrimientos del tiempo presente no son dignos de ser comparados con la gloria” que ha de venir después de ellos, “que será revelada en nosotros”. Eres demasiado codicioso de placer, hermano, si lo que deseas es regocijarte con el mundo presente, y reinar con Cristo de aquí en adelante.
Un modo temprano de bautismo
En cuanto al bautismo, éste es el modo de bautizar: habiendo revisado todas estas cosas, bautiza en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo, en agua corriente. Si no tienes agua corriente, bautiza en otra agua. Si no puedes en agua fría, bautiza en caliente. Si, empero, no tienes ni la una ni la otra, derrama agua sobre la cabeza tres veces en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Antes del bautismo, el que bautiza y el que ha de ser bautizado, ayunen, y asimismo otros que puedan hacerlo. Manda ayunar al que se bautiza uno o dos días antes.
El ayuno y la oración antes de Pascua
Cuanto más nos acercamos a nuestra alegría pascual, mucho más puros tendríamos que ser a través del ayuno, por la oración, por la observancia, por las obras de misericordia, y además lavando nuestros pecados con un llanto continuo. Y si alguien piensa que no necesita llorar por sus pecados, en estos días por lo menos, debería dolerse por los sufrimientos de su Señor. Porque aunque era Dios antes de todos los tiempos, vino en forma de siervo, fue escupido y azotado por hombres malvados, por ellos y por nuestra salvación, en estos tiempos, él no aborreció el dar su vida.