Jesus
Famous Christian Quotes About Jesus, Cristo, Mesías
La humanidad y la divinidad de Jesús
Él ora, pero escucha las oraciones. Llora, pero hace que las lágrimas cesen. Pregunta donde fue colocado Lázaro, porque fue hombre, pero resucitó a Lázaro, porque fue Dios. Fue vendido, y a muy bajo precio, por solo treinta piezas de plata, pero redimió el mundo y por un gran precio, porque el precio fue su propia sangre. Como oveja es llevado al matadero, pero es el Pastor de Israel, y ahora también de todo el mundo. Como cordero permanece en silencio, pero es la Palabra, y es proclamado por la de voz uno que clama en el desierto. Es golpeado y herido, pero sanó toda enfermedad y dolencia. Es levantado y clavado en el madero, pero por el árbol de la vida nos restauró; ciertamente, salvó al ladrón crucificado con él; ciertamente, envolvió al mundo visible en oscuridad. Se le dio a tomar vinagre mezclado con hiel. ¿Quién? El que cambió el agua en vino, que destruyó el sabor amargo, el que es dulzura y todo deseo. Él dio la vida, pero tiene el poder para volver a tomarla; el velo es rasgado, pero las misteriosas puertas del cielo se abren, las rocas se parten, se levantan los muertos. Él muere, pero es quien da la vida, y por su muerte destruye la muerte. Lo sepultan, pero se levanta de nuevo, desciende al infierno, pero eleva las almas, asciende al cielo, y vendrá otra vez para juzgar a los vivos y a los muertos.
La experiencia de Edwards de la gloria y el amor de Jesús
En cierta ocasión, durante el año 1737, cabalgaba por el bosque debido a mi salud. Luego de un rato, busqué un sitio apartado, como era mi costumbre, y comencé a caminar en contemplación divina y oración. Entonces, tuve una visión extraordinaria de la gloria del Hijo de Dios como mediador entre Dios y los hombres, y también de su gracia y amor que son maravillosos, grandes, plenos, puros y dulces, y de su mansedumbre y condescendencia apacibles. Esta gracia que resultaba tan calma y dulce aparecía también grande por encima de los cielos. La persona de Cristo se presentaba inefablemente excelente, con una presencia real lo suficientemente grande como para absorber todo pensamiento e idea, lo cual continuó, tanto como puedo deducir, por alrededor de una hora, tiempo en el que me mantuve desbordante de lágrimas y sollozos expresados en voz alta.
La naturaleza de la justicia
¿No colaboramos en nada para la obtención de esta justicia? Respuesta: Absolutamente nada. Porque la naturaleza de esta justicia consiste en no hacer absolutamente nada, escuchar nada, conocer nada de la ley o de sus obras, sino en conocer y creer solamente lo siguiente: que Cristo fue al Padre y ahora no le vemos; que está sentado en el cielo a la diestra de su Padre, no como juez, sino que fue hecho por nosotros sabiduría, santificación y redención; en resumen, que él es nuestro sumo sacerdote, que intercede por nosotros y reina sobre nosotros y en nosotros por su gracia.