Jesus (Nacimiento)
Top Bible Verses about Jesus (Nacimiento)
Isaías 9.6–7
Mateo 1.18–25
Lucas 2.1–7
Juan 1.14
Apocalipsis 12.1–6
Famous Christian Quotes About Jesus (Nacimiento), Advenimiento, Encarnación, Navidad
La Palabra de Dios descendió a nuestro nivel
Como el maestro amable que se preocupa por sus discípulos, en caso de que alguno de ellos no pueda sacar provecho de los temas más profundos, se aviene a su nivel, y le enseña de modo más sencillo, así también lo hizo la Palabra de Dios. Al ver que los hombres, después de haber rechazado la contemplación de Dios, y con la mirada hacia abajo, como hundidos en las profundidades, buscaban por todos lados a Dios en la naturaleza y en el mundo de los sentidos, fingiendo dioses para sí mismos tomados de entre los hombres y los demonios mortales; por ello, el amoroso y general Salvador de todos, la Palabra de Dios, tomó para sí un cuerpo, y como hombre camina entre los hombres y satisface las sentimientos de todos los hombres que están a la mitad del camino, hasta el fin. Yo digo que los que piensan que Dios es corporal, es para que puedan creer que a partir de los efectos del cuerpo del Señor puedan percibir la verdad, y por ella, reconocer al Padre.
Cristo es una persona en dos naturalezas
Él vino, entonces, como Dios, con aquello que había asumido; una Persona y dos naturalezas, carne y espíritu, de las cuales el último deificó la primera. ¡Oh, inaudita mezcla! ¡Oh, extraña unión! El que es autoexistente, nace; quien es increado, es creado; el que no puede ser contenido, es contenido por la intervención de un alma intelectual mediando entre la Divinidad y la corporeidad de la carne. El que enriquece mendiga; se empobrece tomando mi carne para que yo me enriquezca con su naturaleza divina; se vacía quien está repleto de todas las cosas, pues, verdaderamente, durante un breve tiempo, se vació de su gloria para que yo participara de su plenitud.
Él sufrió para establecer la libertad del sufrimiento
Él sufrió para liberar del sufrimiento a aquellos que sufren en él; descendió para poder levantarnos; aceptó la prueba de nacer, para que nosotros amemos al que no es engendrado; descendió a la corrupción, para que la corrupción pueda ser vestida de inmortalidad; se hizo débil por nosotros, para que podamos resucitar con poder; descendió a la muerte, para concedernos la inmortalidad y dar vida a los muertos. Por último, se hizo hombre para que nosotros, los que morimos como los hombres, podamos vivir de nuevo, y que la muerte no reine más sobre nosotros, porque la palabra apostólica proclama: “La muerte no tendrá dominio sobre nosotros.”