Liderazgo

Debemos observar que no existe nada más delicado en nuestras manos, ni más peligroso a la conducta, ni más dudoso para el éxito, que establecer a un líder para la introducción de cambios. Porque aquel que innova tendrá como enemigos a todos los que se encuentran bien bajo el orden presente de las cosas, y sólo tendrá el apoyo a medias de los que podrían estar mejor bajo el nuevo orden. Este estado de tibieza surge en parte por el temor a los adversarios que tienen las leyes de su lado, y en parte por la incredulidad de los hombres que nunca admitirán el mérito de algo nuevo, hasta que lo hayan visto probado por los hechos.

Aquellos que han sido constituidos sobre los otros, gloríense de esa prelacía tanto como si hubiesen sido destinados al oficio de lavar los pies a los hermanos. Y cuanto más se turben por la pérdida de la prelacía que por la pérdida del oficio de lavar los pies, tanto más tesoro acumulan para peligro de su alma.

Cuando te encuentres con dificultades y contratiempos, no trates de romperlos, sino déjalos pasar con prudencia, y tuércelos con dulzura y tiempo. Si no todos se muestran dispuestos, ten paciencia y avanza tanto como puedas con el resto.