Maldad
Top Bible Verses about Maldad
Génesis 6.5
Proverbios 6.12–19
Marcos 7.21–22
Romanos 1.28–31
Romanos 12.21
Famous Christian Quotes About Maldad, Impiedad, Tinieblas
Melancthon sobre el problema del mal
Los hombres más sabios de todos los tiempos han hecho lamento por la gran cantidad de miseria que vemos con nuestros ojos antes de pasar a la eternidad: enfermedades, muertes, carencias, nuestros propios errores (por los cuales provocamos daños y castigo sobre nosotros mismos), hombres hostiles, infidelidad de parte de aquellos con quienes estamos estrechamente relacionados, destierro, abuso, abandono, niños miserables, pleitos públicos y domésticos, guerras, asesinatos y devastaciones. Y dado que estas cosas parecen recaer sobre buenos y malos indistintamente, muchos hombres sabios han inquirido si hubo alguna providencia, o si el azar provoca todo lo que pasa de forma independiente a un propósito divino. Pero en la iglesia nosotros sabemos que la causa primera y principal de las maldiciones humanas es ésta: que a causa del pecado, el hombre está sujeto a la muerte y a otras calamidades, lo cual es mucho más vehemente en la iglesia, por cuanto el diablo, a causa de su odio contra Dios, realiza temibles asaltos contra la iglesia y procura destruirla por completo.
Pecado, el mal mayor
El pecado es el mayor mal en todo el mundo; ¡es la única cosa que Dios aborrece y lo que trajo a Jesucristo a la cruz, la condena de las almas, el cierre del cielo y lo que ha establecido los cimientos del
infierno! ¡Oh! Es la astilla en mi ojo, la flecha asesina en mi costado, la espada de dos filos que ha herido mi conciencia y aniquilado mis consuelos y hecho una separación entre Dios y mi alma. ¡Oh! El pecado es lo que ha entorpecido mis oraciones, amargado mis misericordias y puesto un aguijón en todas mis cruces; y por lo tanto no puedo hacer otra cosa que desaprobarlo, rechazarlo y condenarlo a la muerte, de hecho, al infierno, porque ese es el sitio de donde ha venido.
El mal de aferrarnos al mundo
Las espinas no se pincharán a sí mismas, pero cuando son asidas por la mano de una persona, pinchan profundamente. De modo que este mundo y las cosas que en él hay son todas buenas, y todas fueron hechas por Dios para el beneficio de sus criaturas, siempre y cuando nuestro apego no moderado no las convierta en dañinas, lo que en verdad amarga todo lo dulce en nosotros. Esta es la raíz de todo mal. Una vez que el corazón de una persona se establece en el mundo, ¡cómo podrá brillar para Dios y expresar la paz de su conciencia a fin de obedecer sus propósitos!