Reino de Dios
Top Bible Verses about Reino de Dios
Isaías 9.6–7
Jeremías 23.5–6
Mateo 24.14
Marcos 1.14–15
Lucas 22.18
Hechos de los Apóstoles 28.23
Famous Christian Quotes About Reino de Dios, Reino de Dios, Reino de los cielos
El reino de Cristo y los nuevos cielos y la nueva tierra
El objetivo de Dios al crear el mundo fue preparar un reino para su Hijo (porque él es el heredero del mundo) que permaneciera por toda la eternidad. Cuanto más se establezca el reino de Cristo en el mundo, tanto más el mundo se aproximará a su fin y al establecimiento del estado eterno de las cosas (en la medida en que los grandes cambios y las revoluciones del mundo se correspondan con su propósito eternal y todas las cosas lleguen a su período final). Son muchas las aguas en el largo canal de la providencia divina, las cuales tienen tantas ramificaciones y sinuosidades dirigiéndose hacia el océano indicado, ese que han buscado desde el comienzo de su curso, y eventualmente llegarán a su descanso. Cuanto más fuere establecido el reino de Cristo en el mundo, tanto más las cosas se disolverán y se afirmarán en su situación eterna y el punto final para el curso de las cosas en este mundo cambiante; cuanto más se aproximen a su fin los primeros cielos y la primera tierra, los nuevos cielos y la nueva tierra, los cielos y la tierra eternos, serán establecidos en su lugar.
Dónde se sitúa la fe de los cristianos
Ningún cristiano puede dudar con respecto a que nuestra fe no está puesta en las criaturas, sino en Dios, Padre omnipotente, creador de todas las cosas visibles e invisibles, y en un solo Señor, Jesucristo, su Hijo unigénito, y en un Espíritu Santo. Un Dios, conocido en la santa y perfecta Trinidad, en la que hemos sido bautizados y unidos en ella a la divinidad, creemos también que hemos heredado el reino de los cielos en Cristo Jesús nuestro Señor, a través del cual damos gloria y poder al Padre por los siglos de los siglos. Amén.
Anticipamos el reino eterno
Aunque el diablo se enfurezca más cruelmente que nunca, y aunque la carne nunca haya sido tan frágil, sintiendo deseos cada día y a cada hora en contra de los mandamientos santos de Dios, y hasta en contra de Dios mismo, no hay motivos para desesperarte. Lo que tenemos delante de nuestros ojos no es el tiempo de la justicia. Esperamos lo que se nos prometió, el reino eterno, preparado para nosotros desde el principio.