12. El orden de la Salvación.

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Introducción.

¿Cómo podemos estar seguros que Dios cumplirá su propósito en nosotros?
¿Cómo encontramos aliento en nuestro caminar con el Señor a pesar que las circunstancias a veces puedan parecer muy contrarias?
El texto de hoy descorre el velo de la eternidad y nos deja que lo que Dios está haciendo se cumplirá. Nos muestra que Dios, quien es eterno y no está limitado como nosotros ha trazado un plan glorioso en nosotros, el cual él ya lo da por cumplido.

Desarrollo:

Romanos 8.29-30 “Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos.30 Y a los que predestinó, a éstos también llamó; y a los que llamó, a éstos también justificó; y a los que justificó, a éstos también glorificó.”

Contexto:

En la mitad del capítulo ocho de la carta a los romanos el apóstol Pablo habla de la esperanza que tienen los creyentes. Les recuerda que a pesar de las aflicciones que puedan soportar la gloria que les espera es muchísimo mejor.
También les enseña una verdad importante: Romanos 8.28 “28 Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.”
Los creyentes de roma debían estar tranquilos ante cualquier circunstancia que pudieran vivir ya que Dios usa todo para el bien de los suyos.
Entonces vienen las palabras de nuestro texto:

Verdades:

Estos versículos nos presentan lo que en teología se conoce como el “ordo Salutis”, estas palabras latinas quieren decir “orden de la Salvación”. Vemos aquí una lista de acciones de Dios por medio de las cuales él obra para salvar a los suyos.
Comienzan estos versículos con la palabra “porque”, “porque a los que antes conoció....” Esto es muy importante, nos dice que estas acciones que Dios hace para aplicar la salvación a los suyos son el fundamento por el cual podemos saber que todas las cosas ayudan para bien a los hijos de Dios.
Este texto es conocido como “La Cadena de Oro”. Podemos distinguir en este texto cinco partes en el obrar de Dios para la salvación de los suyos:
Conocimiento de antemano.
Predestinación.
Llamamiento.
Justificación.
Glorificación.
Aunque este texto es muy claro y sencillo no incluye otros elementos importantes en el proceso de la aplicación de la redención que aparecen en otras partes de las Escrituras. Es por eso que diferentes teólogos han determinado el orden de la salvación tomando en cuenta el resto de las Escrituras.
Por ahora analizaremos de manera sencilla las partes que componen el orden de la Salvación presentado en Romanos 8:29-30.
a. Conocimiento de antemano.
“Porque a los que antes conoció
Este conocimiento del que se habla aquí es más que la mera información de algo, sabemos que Dios sabe todo de todas las cosas y de todas las personas, mas bien tiene que ver con una inclinación favorable de su corazón hacia algunos antes de que fueran creados.
Esto tiene que ver con la elección de Dios, la cual Dios la hizo desde antes de la fundación del mundo:
Efesios 1.3-4 “3 Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo,4 según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él,”
b. Predestinación.
“también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos.”
De la palabra griega proorizein, que aparece en varios textos del N.T tiene que ver con trazar un destino de antemano, reservarles para un propósito específico. Ese propósito que Dios trazó para aquellos que “antes conoció” es que ellos lleguen a ser “conforme a la imagen de su Hijo” Esto nos habla que la salvación va más allá de solo salvarnos del castigo del infierno, tiene que ver con que lleguemos a ser como su Hijo.
Y nos dice la razón de esto: “para que él sea el primogénito entre muchos hermanos.” Aquí vemos que el propósito de Dios se centra en su Hijo. Dios ha querido formar un pueblo semejante a su hijo para que el resalte como el primero entre muchos. Nosotros no somos el centro de los planes de Dios, el Hijo es el centro, Dios lo ha puesto a él como cabeza y lo ha exaltado sobre todo. Nuestro gozo es que Dios nos haya considerado a nosotros, débiles seres creados y redimidos, como parte de este plan maravilloso.
c. Llamamiento.
“Y a los que predestinó, a éstos también llamó
Hasta ahora todo ocurría antes del tiempo, en la eternidad. En cambio ahora se refiere a la obra de Dios en el presente de la vida del pecador. El llamamiento es la manera en que Dios llama a los suyos, a los que antes conoció para que se vuelvan a él y sean salvos. En las Escrituras se nos enseña que este llamamiento es hecho por medio de la Palabra de Dios y es un llamamiento efectivo. Juan 10.27-28 “27 Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen,28 y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano.” ; 1 Corintios 1.21 “21 Pues ya que en la sabiduría de Dios, el mundo no conoció a Dios mediante la sabiduría, agradó a Dios salvar a los creyentes por la locura de la predicación.”
......
d. Justificación.
“y a los que llamó, a éstos también justificó;”
Una que los que son llamados responden con arrepentimiento y fe, lo cual también es una obra de Dios, estos son justificados, es decir declarados justos, libres de toda culpa y condena.
Romanos 5.1 “1 Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo;”
e. Glorificación.
“y a los que justificó, a éstos también glorificó.”
Esta última parte de este ordo salutis, el apóstol Pablo nos hace mirar hacia el futuro. Aunque la glorificación está escrita como en pasado, “glorificó”, creemos que el apóstol Pablo está usando un recurso retórico para afirmar que esto de que habla será una realidad segura. Es seguro que Dios finalmente glorificará a los suyos, es decir los hará totalmente a la Imagen de su Hijo y disfrutaran de la gloria eterna.
Colosenses 3.1-4 “1 Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios. 2 Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra. 3 Porque habéis muerto, y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios. 4 Cuando Cristo, vuestra vida, se manifieste, entonces vosotros también seréis manifestados con él en gloria.”
1 corintios 15.51-53 “51 He aquí, os digo un misterio: No todos dormiremos; pero todos seremos transformados, 52 en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta; porque se tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptibles, y nosotros seremos transformados. 53 Porque es necesario que esto corruptible se vista de incorrupción, y esto mortal se vista de inmortalidad.”

Conclusión:

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