Recuperándose de la derrota

Josué 8:1-2 “1 Jehová dijo a Josué: No temas ni desmayes; toma contigo toda la gente de guerra, y levántate y sube a Hai. Mira, yo he entregado en tu mano al rey de Hai, a su pueblo, a su ciudad y a su tierra. 2 Y harás a Hai y a su rey como hiciste a Jericó y a su rey; sólo que sus despojos y sus bestias tomaréis para vosotros. Pondrás, pues, emboscadas a la ciudad detrás de ella.”

Introducción

La derrota provocada por el pecado de Acán vino a ser un golpe muy duro al orgullo de Israel y una lección muy necesaria para no confiar en su capacidad y depender continuamente de Dios.

El capítulo 8 debía haber sido la continuación del capítulo 6, si Acán no hubiese pecada y si Josué no hubiese confiado en su fuerza.

Sin embargo Dios no ocultó esta falla, sino que lo dejó en su Palabra para mostrarnos la imperfección del ser humano.

Acán y Rahab

Acán es un contraste con Rahab.

Acán ya era partícipe de la promesa por raza y ciudadanía, no debía hacer nada más que obedecer todo lo que Dios ordenara.

Rahab por el contrario estaba condenada por su raza, aunque hubiese sido una mujer piadosa y llena de buenas obras no era suficiente para escapar de la destrucción de su pueblo.

Pero ella creyó a Dios y le clamó misericordia, por lo cual fue rescatada.

Uno lo tenía todo y lo perdió por la ambición, y otra que no tenía nada pero lo alcanzó todo por la fe.

El orgullo de Israel humillado

Después de la derrota, Josué y el pueblo podrían haber estado muy desanimados y con temor de volver a enfrenta a los de Hai, por eso Dios le da animo:

Josué 8:1 “Jehová dijo a Josué: No temas ni desmayes...”

Se necesitaba de valor y determinación para levantarse de la derrota y volver a intentarlo, esta vez con la ayuda de Dios.

Así mismo, tu que has padecido derrotas, El Señor te dice que este no es el fin, puedes volver a levantarte e intentarlo otra vez con más fuerza si confías en Él.

La Sabiduría humana humillada

Anteriormente, Josué y su ejercito había menospreciado a Hai por ser pequeño, enviaron solo un pequeño grupo de soldados pensando que eran suficientes. Josué 7:3 “Y volviendo a Josué, le dijeron: No suba todo el pueblo, sino suban como dos mil o tres mil hombres, y tomarán a Hai; no fatigues a todo el pueblo yendo allí, porque son pocos.”

Confiaron en lo que veían y fueron avergonzados, pues a pesar de que los habitantes de Hai eran pocos, eran hombres mas aguerridos y valientes que los de Jericó, difíciles de derrotar.

Cuando Josué consultó a Dios, le dio la estrategia correcta.

Josué 8:1 “…Toma contigo toda la gente de guerra, y levántate y sube a Hai. Mira, yo he entregado en tu mano al rey de Hai, a su pueblo, a su ciudad y a su tierra.”

A diferencia del consejo de los hombres, Dios ordena a Josué llevar todo el ejercito contra Hai, no solamente un pequeño grupo.

Les ordena preparar una emboscada.

Israel, por dejarse llevar por las apariencias y pereció.

No te precipites a actuar en base a las apariencias, una de las estrategias de Satanás es aparentar algo que no es para engañarte. 2 Corintios 11:14 “Y no es maravilla, porque el mismo Satanás se disfraza como ángel de luz.”

Dios te llama a que no confíes en tu propia prudencia porque te vas a equivocar: Proverbios 3.5 “Fíate de Jehová de todo tu corazón, Y no te apoyes en tu propia prudencia.”

La emboscada

Josué 8:4–7 “Y les mandó, diciendo: Atended, pondréis emboscada a la ciudad detrás de ella; no os alejaréis mucho de la ciudad, y estaréis todos dispuestos. 5 Y yo y todo el pueblo que está conmigo nos acercaremos a la ciudad; y cuando salgan ellos contra nosotros, como hicieron antes, huiremos delante de ellos. 6 Y ellos saldrán tras nosotros, hasta que los alejemos de la ciudad; porque dirán: Huyen de nosotros como la primera vez. Huiremos, pues, delante de ellos. 7 Entonces vosotros os levantaréis de la emboscada y tomaréis la ciudad; pues Jehová vuestro Dios la entregará en vuestras manos.”

Mientras que unos soldados los enfrentaban, otros estaban escondidos cerca de la ciudad. Los primeros huirían para alejarlos de la ciudad, entonces Josué daría la señal para que los que los escondidos salieran y la tomaran.

Hai pereció porque se confió en la experiencia pasada. No caigamos en este error.

Esta emboscada también es una figura del sacrificio de Cristo.

El Señor se entregó, lo que hizo pensar a sus enemigos que lo habían vencido, pero todo era parte de su plan de salvación.

1 Corintios 2:8 “la que ninguno de los príncipes de este siglo conoció; porque si la hubieran conocido, nunca habrían crucificado al Señor de gloria.”

Al tercer día resucitó con gran poder y victoria derrotando el reino de las tinieblas.

Colosenses 2:15 “y despojando a los principados y a las potestades, los exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz.”

Conclusión

La experiencia de Israel debe enseñarnos a no caer en el error que cayó Israel y Hai en confiar en su conocimiento, experiencia, inteligencia o sabiduría.

Debemos confiar solamente en Dios y permitir que su inteligencia y sabiduría llene nuestro ser.

Proverbios 9:10 “El temor de Jehová es el principio de la sabiduría, Y el conocimiento del Santísimo es la inteligencia.”