El Peor de lo Tiempos es el mejor de los tiempo
El Peor de lo Tiempos es el Mejor de los tiempo • Sermon • Submitted
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“Era el mejor de los tiempos y era el peor de los tiempos” Charles Dickens
Cumpleañeros
Uno de los momentos más dramáticos de la historia bíblica y quizá de toda la historia de la humanidad, sucedió en lo que conocemos como el Aposento Alto y fue al final del ministerio de Jesús. Sus discípulos llegan a Jerusalén para celebra la Pascua, todo un festival en que comían recordando lo que sucedió cientos de años antes, cuando eran esclavos en Egipto y tuvieron su última cena en ese lugar, porque al día siguiente saldrían de Egipto y la esclavitud.
Estuvieron en Egipto por 400 años, fueron una familia que creció hasta ser una gran nación que todo lo que conocían era la esclavitud. Todo lo que pueden recordar es que han sido esclavos por 400 años, han orado a Dios y su oración no ha tenido respuesta. Nosotros oramos por 4 días y nos preguntamos ¿por qué Dios no responde?
Finalmente, su oración es respondida y Dios envía a Moisés el libertador quién les dijo: mañana nos vamos, esta noche un ángel de muerte pasará sobre Egipto y matará a todo primogénito de cada familia que no tenga la sangre del cordero en el dintel de sus puertas. Los israelitas hacen lo que Moisés les dice, matan un cordero, ponen la sangre en los dinteles y esa noche un ángel pasa por Egipto, al día siguiente faraón les dice: ¡váyanse! Esa fue su última cena, la última vez que las familias de Israel se reunieron en Egipto como esclavos, al día siguiente empacaron todas sus pertenencias y lo que los egipcios les dieron porque la Biblia dice que les dieron sus riquezas. Salen de Egipto y se dirigen a lo que conocen como la Tierra Prometida.
1400 años después de este evento, Jesús se reúne con sus discípulos para tener la pascua, la misma cena que han hecho desde que salieron de Egipto, pero esta vez es diferente a las pascuas anteriores, cuando las cosas van bien, cuando Jesús es toda una celebridad, estrella, casi un ícono de la cultura, miles de personas se reúnen para escucharlo y los discípulos se sienten del lado correcto de la historia, son la mano derecha de Jesús, les va bien, la gente los busca, suceden milagros; pero en esta última cena, porque fue la última vez que Jesús compartió esa cena en esta tierra, y las cosas iban bien…hasta esa noche, porque pronto se vuelve una locura.
Hay rumores que quieren arrestar a Jesús, separarlo de la gente, tenerlo solo y ahí arrestarlo para acusarlo de todo tipo de cosas; los discípulos saben que si agarran a Jesús ¡siguen ellos! Y Jesús empieza a hablar de su muerte, ser llevado a juicio, lo ha dicho otras ocasiones, pero ellos lo han filtrado, porque pensaban lo que nosotros solemos pensar: si Dios está contigo, si Dios está a tu favor ¡las cosas deben ir mejor! No peor. Porque cuando Dios se muestra las cosas se ponen mejor. A donde Dios llega hay más certeza y no incertidumbre. Ahí están ellos, las cosas les van bien y de hecho cuando tenían la Pascua, Jesús les enviaba a preparar el lugar y hacer los preparativos, pero esta ocasión Jesús no les ha dicho nada. Les dice que van a Jerusalén y las cosas se van a poner feas y ellos dicen, entonces ¿para qué vamos? Es como ir a la boca del lobo.
A las afueras de Jerusalén esperan que el sol empiece a bajar y Jesús envía a 2 discípulos al pueblo, les dice que verán a un hombre misterioso que les mostrará dónde será la Pascua, por lo visto Jesús ha hecho los arreglos, pero no les dijo nada, porque no sabía si podía confiar en ellos y resultó que no podía. No quería que nadie supiera donde se van a reunir porque serían vulnerables y quizá ahí los separarían.
A las sombras del atardecer se cuelan en la ciudad, no hay gente recibiéndolos, nadie grita ¡Hosana! No hay una celebración, con cautela van a la casa, al piso superior, el aposento alto. Reunidos en ese cuarto fue un momento raro, extraño, incierto; por si no fuera suficiente Jesús empieza a decir estas cosas:
“Por la noche, Jesús llegó con los doce discípulos. Mientras estaban a la mesa, comiendo, Jesús dijo: «Les digo la verdad, uno de ustedes que está aquí comiendo conmigo me traicionará».” (Marcos 14:17–18, NTV)
Literalmente: uno de ustedes me entregará, nadie preguntó ¿a quién? Porque lo sabían. El ambiente ha cambiado, se siente pesado; y les dice que uno que está ahí, comiendo con ÉL lo va a entregar ¡esto es un insulto! Porque están comiendo juntos, son amigos, íntimos; en esa cultura como en muchas, sería como invitar alguien a tu casa y decirle: gracias por venir a mi casa, por cierto, sé que me vas a traicionar. Es un momento íntimo y les dice: uno que he escogido para estar conmigo, comer juntos, celebrar lo que Dios está haciendo, pero me va a traicionar.
“Ellos, muy afligidos, le preguntaron uno por uno: «¿Seré yo?».” (Marcos 14:19, NTV)
¿Seré yo? no soy yo ¿verdad?
“Él contestó: «Es uno de ustedes doce que come de este plato conmigo. Pues el Hijo del Hombre tiene que morir, tal como lo declararon las Escrituras hace mucho tiempo. Pero qué aflicción le espera a aquel que lo traiciona. ¡Para ese hombre sería mucho mejor no haber nacido!».” (Marcos 14:20–21, NTV)
La Biblia está llena de historias, narraciones de eventos extraordinarios y momentos de incertidumbre. Como si la Palabra nos advirtiera a cada uno de nosotros: estamos viviendo momentos inciertos, como nación, estado, familia, cultura, estamos enfrentando momentos inciertos ¡como nunca!Aborto a los 9 meses. Y por eso ¡este es el lugar perfecto al cuál acudir! Porque tu historia favorita de la Biblia, quizá tu pasaje favorito de Salmo, o proverbio fue escrito en momentos inciertos. No es un libro de gente cómoda en sus casas pasándola bien diciendo: las cosas empezaron bien el lunes, martes tienes trabajo, miércoles un aumento, viernes llega la beca para tus hijos, etc. No narra vidas libres de aflicción o crisis. Eso no aparece en la Biblia.
Cada narración, cada pasaje estimula nuestra fe, nos da esperanza, seguridad, porque esos pasajes suceden en momentos difíciles, complicados en la vida de cada personaje y descubrieron que en medio de la incertidumbre ¡Dios es certeza! Cuando no pueden ver la Mano de Dios, cuando parece que está a mil años luz de distancia, descubrieron que ¡Dios es digno de confiar!
Si hay un tiempo adecuado para leer estas historias ¡es ahora! Porque aquí encontramos la historia que muchos conocemos del joven José del AT. Quizá tienes problemas, conflictos con tus hermanos. José está en el fondo de una cisterna y arriba sus hermanos comentan ¿lo vendemos o lo matamos? Quizá sea mejor venderlo, no ¡hay que matarlo! Quizá discutes con tus hermanos y peleas por que se puso tu playera y no la lavó, por una herencia, por un espacio, por unos zapatos y dices que no es justo y José está en el fondo de una cisterna escuchando a sus hermanos decidir si lo matan o lo venden. Y, aunque no lo creas descubres que ¡Dios está con José!
Lees la historia del rey David, de cuyo linaje desciende Jesús, el Mesías. Quizá tienes problemas con tu hijo, hija. David un día despierta y descubre que su hijo ha levantado un ejército, está a punto de invadir la capital para conquistarla y no solo derrocar a su papá sino para ¡matarlo! Y nombrarse rey. Tienes problemas con un hijo rebelde, pero ¿un ejército para destruir a tu propio padre? Lees esa historia y descubres que en medio de todo eso ¡Dios está con David!
Está la historia de una mamá con su bebé que tanto ama cuando faraón da la orden de matar a todos los bebés israelitas, porque ya son muchos. Con toda la emoción de tener un bebé por quién has orado cuando se enferma; esta mamá envuelve a su hijo recién nacido, lo pone en una canasta y lo mete en el río Nilo, quizá pensando: si se trata de que lo maten los egipcios o un cocodrilo, me arriesgo con el Nilo. Lees la historia y descubres que ¡Dios está con esa mamá y ese bebé! El bebé es rescatado y lo llaman Moisés, que llegó a ser el libertador de Israel, pero la mamá ¡no sabía eso! No sabía el fin de la historia, ella se pregunta ¿dónde está Dios?
Como una historia paralela, otro bebé es rescatado de un destino similar. José y María descubren que Herodes, celoso de su reino, ha escuchado el rumor que ha nacido un bebé que será rey de los judíos y decide, en lugar de buscar a un bebé, matar a todos los bebés, toda una generación es asesinada en esa región. José y María se van a Egipto para salvar la vida de su hijo, salvar al bebé Jesús. Hay llanto, lamento. Lees la historia y descubres que ¡Dios está en medio de esa crisis! Que, de alguna forma, Dios tiene el control de todo el mundo, de que en ese que es el peor de los tiempos es el mejor de los tiempos.
Cada historia donde parece que las cosas se han salido de control, que parece que van para atrás, que parece que Dios se ha detenido o se ha ido y los malos están ganando, el malvado parece que triunfa y los dioses de las naciones paganas ganan. Lees la historia y descubres que en medio de esa incertidumbre ¡Ahí está Dios! Y ¿sabes algo? ¡nada ha cambiado! Dios sigue teniendo a todo el mundo en Sus Manos. ¡Dios está contigo! Leamos el resto:
“Mientras comían, Jesús tomó un poco de pan y lo bendijo. Luego lo partió en trozos, lo dio a sus discípulos y dijo: «Tómenlo, porque esto es mi cuerpo».” (Marcos 14:22, NTV)
Esto no es lo que piensan que es, han tomado la Pascua desde niños, pero de ahora en adelante cuando la coman será un recordatorio que ¡esto es mi cuerpo! Lucas dice que Jesús dijo: esto es mi cuerpo que es roto por ustedes ¿cómo que tu cuerpo? Otra vez esa plática de muerte, esa negatividad, no queremos escuchar todo eso. Porque si vienes de Dios ¡las cosas tienen que salir bien! Si eres de Dios te debe ir bien, debes tener más certeza y no menos. Toma la copa y dice:
“Y les dijo: «Esto es mi sangre, la cual confirma el pacto entre Dios y su pueblo. Es derramada como sacrificio por muchos.” (Marcos 14:24, NTV)
Predijo lo que sucedería unas horas después, cuando sería clavado a una cruz y moriría frente a sus mismos ojos. Salen de ese cuarto y van al huerto Getsemaní, donde hay mucho drama. Ahí es arrestado, se corre la noticia, hay alboroto. Pero, además, Jesús no solo les dijo que uno de ellos lo entregaría, sino que…
“En el camino, Jesús les dijo: «Todos ustedes me abandonarán, porque las Escrituras dicen: “Dios golpeará al Pastor, y las ovejas se dispersarán”.” (Marcos 14:27, NTV)
Esto no se los había dicho antes.
“Sin embargo, después de ser levantado de los muertos, iré delante de ustedes a Galilea y allí los veré».” (Marcos 14:28, NTV)
Pedro ha escuchado suficiente y dice ¡basta de tanta negatividad! No hables más así, de arresto, de traición ¡no dejaremos que esto suceda! Porque si Dios está contigo y eres el Hijo de Dios ¡esto no debe pasar! La historia no debe ser así, debe haber mas certeza, más fe, milagros y dice:
“Pedro le dijo: —Aunque todos te abandonen, yo jamás lo haré.” (Marcos 14:29, NTV)
Porque se supone que la historia no debe ser así. Aunque todos te abandonen ¡yo no lo haré! Me quedaré contigo hasta el final; más tarde, este mismo hombre escucharía a una joven acusarlo de ser uno de los seguidores de Jesús y él maldice y lo niega no una, sino 3 veces.
La pregunta para ti y para mí al enfrentar momentos de incertidumbre en la familia, el trabajo, la salud, la cultura, el futuro, lo que vemos en el gobierno federal, congreso local, la economía, los gastos, cuando te preguntas si podrás cubrir todos los pagos pendientes, con toda esta incertidumbre, la pregunta es ¿puedes confiar en Dios? ¿puedes mantener tu fe en Dios cuando no hay evidencia que esté haciendo algo en tu vida?¿puedes mantener la fe en Dios como tu Padre Celestial cuando no hay evidencia que esté haciendo algo a tu favor? Cuando parece que no está en tu familia. Hay veces que parece que no está en ningún lado. Es importante que respondas porque tu respuesta determina lo que harás, determina tu reacción ante la creciente incertidumbre de estos tiempos, cómo reaccionarás a la incertidumbre en tu vida, hijos, futuro.
Lo interesante es el siguiente dilema que veremos hoy y otros domingos, especialmente para quienes relacionan a Dios con la prosperidad o riqueza, aunque lo puedo entender, porque la mayoría hemos sido bendecidos de muchas maneras. Pero si preguntáramos a los discípulos quizá meses después, reunidos alrededor de una mesa: muchachos ¿cuándo fue su momento más oscuro al seguir a Jesús? ¿cuándo fue el momento que tuvieron menos fe? ¿Cuándo empezaron a dudar si se habían equivocado al seguirlo? ¿cuándo se preguntaron si quizá se equivocaron y no era el Mesías? ¿cuándo pensaron que habían desperdiciado parte de su vida?
Quizá dirían: el momento más oscuro empezó cuando nos reunimos alrededor de la mesa y vimos que las cosas no mejorarían. Esa noche que dijo que las cosas empeorarían, que no solo uno lo iba a traicionar, sino que todos huiríamos. Y en pocas horas ¡todos huimos! Y el que dijo que nunca lo dejaría ¡ya lo había negado 3 veces! Horas después lo vimos ser arrestado, tener un juicio injusto, lo vimos morir. ¿Quieres saber cuál fue nuestra hora más oscura? En esas horas cuando nos dimos cuenta de que habíamos perdido nuestro tiempo y que Dios no haría nada.
Si les haces otra pregunta: en su tiempo con Jesús ¿cuándo creen que Dios estaba haciendo Su obra más grande? Quizá cuando sanó al paralítico, o al ciego. Ah, ya sé, cuando estuvieron fuera de la tumba de Lázaro después de estar muerto 4 días y verlo salir caminando de esa tumba ¿acaso fue ahí cuando la presencia de Dios se hizo más evidente? Al recordar lo que vivieron con Jesús ¿cuándo vieron a Dios hacer la obra más grande?
Y ellos quizá dirían: ¡en esa misma hora cuando parecía que no hacía nada! Esa misma hora cuando parecía que estaba lejos, cuando pensamos que no estaba, en esos momentos de oscuridad ¡Dios estaba haciendo su obra más grande! En esos momentos de densa oscuridad, cuando parecía que no estaba en ningún lado ¡ahí estaba de forma más real!
En tu momento más oscuro, de más desesperanza, en tu momento de mayor debilidad, de más soledad, es cuando Dios está más cerca, más cercano a ti.
Esos momentos fueron el inicio, el epicentro de la salvación de toda la humanidad, en esos momentos es cuando Dios actuó de forma más asombrosa. Esas horas serían las horas en que literalmente, miles de años después, todo el mundo mirará con gozo al ver la bondad, la Gracia de Dios, pero si nos hubieras preguntado en ese momento, hubiéramos dicho ¡hemos perdido el tiempo! No es quien pensamos que era.
Este es un mensaje difícil para los cristianos, aun así, todos sabemos que es ¡nuestra propia historia! No sólo es tu historia porque estás reflejado en este evangelio, sino por experiencia propia. Es cuando Dios toma una vida rota y hace Su obra más grande. Parece que espera al último momento para hacer SU obra milagrosa. Tiende a tomar situaciones que parece que no hay esperanza y actúa como nosotros ¡no lo haríamos! Porque nosotros no dejaríamos que pasaran cosas complicadas, crisis, pero es la forma en que Dios obra Sus actos más grandes. Sus más grandes obras empiezan en los más grandes desastres. Su obra más grande empieza generalmente en un momento de crisis, dolor, quebrantamiento personal o el de una nación. ¡así actúa Dios! La pregunta es ¿mantendremos la fe cuando no podemos ver SU mano?
Cuando la fe empieza a temblar a ser sacudida, cuando parece que se va, vemos las circunstancias y queremos escapar, empezamos a dudar, pues precisamente en esos momentos más que nunca este es el lugar al cual acudir. Porque todas las historias de la Palabra y la historia de nuestra salvación fueron originada en un momento de extraordinaria oscuridad y gran incertidumbre.
Quizá pienses: se oye bien pastor, hasta inspirador, pero no me ayudará a conseguir trabajo; no me ayuda a que mis hijos tengan comida, no cambia el hecho que no se si mañana sigo con trabajo, no cambia la enfermedad, y sabes ¡tienes razón! Y quisiera tener respuesta como pastor y…no la tengo. Pero lo que sí sé y es el mensaje de la Verdad de la Escritura que, aunque no cambia nuestra circunstancia, lo que sí hace es que te permite enfrentar la incertidumbre sabiendo que ¡Dios tiene el control! Que, aunque la vida es dura, ÉL es bueno. Aunque la vida es incierta ¡ÉL es fiel! Aunque el trabajo, la economía es incierta ¡Dios sigue teniendo el control! Sigue teniendo a todo el mundo en sus manos y saber esto, creerlo, sostenerlo, aunque sea por las uñas te evita tomar decisiones que compliquen más las dificultades que ya estamos enfrentando.
Saber esto nos permite dormir cada noche sabiendo que sí hay una forma de tener paz aun en medio de la tormenta, nos enseña a tener el ojo listo para ver lo que Dios está haciendo y quizá nos sorprenda, como frecuentemente lo hace, así como sorprendió a personajes de la Biblia.
Afiánzate a esta verdad de que, aunque la vida es incierta ¡Dios no lo es! Aun tiene a todo el mundo ¡tu mundo! Tu vida en Sus Manos.
Quizá creas que es fácil para mi decirlo porque yo no iré a tu casa para enfrentar lo que sea que estás enfrentando, las circunstancias que vives; yo no iré a tu trabajo y enfrentar tu situación. Nuestras circunstancias son diferentes, pero si comparto esto no es para emocionarte o porque es lo que se supone que debo decir. Lo digo porque es la cimentación del mensaje de Dios, es lo que hemos visto en la historia y en nuestra historia. Hemos visto cambios en la historia de la humanidad que me hacen decir con total certeza y confianza que Dios sigue en control.
Termino con este verso:
“Y sabemos que Dios hace que todas las cosas cooperen para el bien de los que lo aman y son llamados según el propósito que él tiene para ellos.” (Romanos 8:28, NTV)
Todas las cosas, mis cosas, tus cosas, lo que has experimentado y ha sido doloroso, Dios dispone que cooperen para tu bien, aunque a veces toma tiempo, parece que llega tarde, pero no es así.
Los cambios que vemos en la cultura ¡fuimos advertidos! Y no son más que preparativos para lo que Dios hará en la historia próxima futura.
Cuando la vida es incierta ¡Dios no lo es! Dios es certeza y tiene a todo el mundo en sus manos, tiene a cada uno de tus hijos, tu salud, tus finanzas en sus manos y todo lo que te preocupa, toda tu vida ¡Dios la tiene en sus manos! Mantén la fe en cualquier situación, porque sabemos que Dios, nuestro Dios, dispone, hace, está activo, está haciendo que todas las cosas cooperen para tu bien ¡Todas las cosas!
No sé lo que tiene el futuro para nosotros como nación, familia, persona, pero lo que sí sé es que, aunque a vida es incierta ¡Dios es certeza! Tiene a todo el mundo en sus manos, sin importar lo que ves o no ves. Hoy tienes la oportunidad de aceptar y abrazar a Dios que es fiel, aunque tus circunstancias sean difíciles o no puedas ver Su Mano.
Dios tiene el control, está en SU Trono, es un Dios que podemos adorar con certeza, es un Dios en quien podemos confiar y seguir confiando, aunque nuestra vida es incierta ÉL es certeza, tiene nuestro mundo en sus manos. Porque en el peor de los tiempo -en ÉL-, siempre es el mejor de los tiempos.
Palabra de Dios
Oremos