Una Iglesia que crece aún en el conflicto

Haciendo del conflicto una herramienta para el crecimiento de nuestra vida.

El Señor Jesucristo oraba Jn.17. 20-21 por su iglesia que estaba por nacer, mientras oraba lo hacía presentando la iglesia primitiva la que fue fundada el día de pentecostés y la iglesia futura a la que pertenecemos hoy. En su oración era evidente que Jesús conocía uno de los mayores retos que enfrentaría su iglesia. Estar unida en amor. Uno de las obstáculos más grandes que enfrentamos para estar unidos lo es el conflicto.

Tener conflictos nos es grato para nadie. Un conflicto es una lucha directa y consciente entre individuos o grupos por un mismo objetivo. Donde quiera que hay relación entre personas ocurren conflictos. Los conflictos ocurren cuando existen desacuerdos entre las partes involucradas. Una de las características del conflictos es que las partes están orientadas unas contra otra más que hacia la meta perseguida. Además el conflicto tiene la capacidad de revelar nuestro carácter. Cuáles son los tesoros de nuestro corazón. Cuando el conflicto ocurre dentro de la iglesia puede causa dolor, heridas, incluso hasta divisiones si No somos dirigidos por el Espíritu Santo en este proceso. Siempre que la iglesia se encuentra en proceso de transformación se enfrenta a la crisis, esta puede ser iniciada por diferentes conflictos.

La palabra del Señor nos enseña en Rom.8.28 “28 Ahora bien, sabemos que Dios dispone todas las cosas para el bien de quienes lo aman, los que han sido llamados de acuerdo con su propósito.” No podemos olvidar esta maravillosa promesa del Señor. Nuestro Dios es todopoderoso para transformarnos y seguir edificando la iglesia en medio del conflicto. Es urgente, es importante que prestemos atención a lo que Dios nos quiere enseñar en el día del conflicto. Solo así podemos continuar creciendo hacia la estatura de Cristo y ser una iglesia unida.

Juan 17:20–21 (NVI)

20 »No ruego sólo por éstos. Ruego también por los que han de creer en mí por el mensaje de ellos, 21 para que todos sean uno. Padre, así como tú estás en mí y yo en ti, permite que ellos también estén en nosotros, para que el mundo crea que tú me has enviado.

¿Cómo estamos manejando el conflicto en medio de la crisis?

6 Pasos para lidiar con el conflicto:

1. Tenemos que estar consientes de nuestra identidad como hijo de Dios y miembro del Cuerpo de Cristo

Hijos de Dios , no jueces e. herederos y coherederos juntamente con Cristo

Resucitados con Cristo f. salvos por gracia en un proceso de santificación

pacificadores (Mt.5.9) su discípulos g. miembros del mismo cuerpo cuya cabeza es Cristo

Lc. 6.37-40 ” 37No juzguéis, y no seréis juzgados; no condenéis, y no seréis condenados; perdonad, y seréis perdonados.

Rom.14.10 “10 Tú, entonces, ¿por qué juzgas a tu hermano? O tú, ¿por qué lo menosprecias? ¡Todos tendremos que comparecer ante el tribunal de Dios!”

Guiados Rom.8.14 “14 Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios son hijos de Dios.”

2. Reconocer que tengo un conflicto con mi herman@

Mateo 5:23–24 NVI

23 »Por lo tanto, si estás presentando tu ofrenda en el altar y allí recuerdas que tu hermano tiene algo contra ti, 24 deja tu ofrenda allí delante del altar. Ve primero y reconcíliate con tu hermano; luego vuelve y presenta tu ofrenda.

Si el Espíritu del Señor mora en nosotros entonces seremos capaces de darnos cuenta de que algo No está bien

Jn.16.13 “13 Pero cuando venga el Espíritu de la verdad, él los guiará a toda la verdad, porque no hablará por su propia cuenta sino que dirá sólo lo que oiga y les anunciará las cosas por venir.”

¿Cómo debe ser nuestro comportamiento en medio del conflicto?

En muchas ocasiones podemos ofender o sentirnos ofendidos en medio del conflicto

Sal.55. 12-13 “12 Si un enemigo me insultara, yo lo podría soportar; si un adversario me humillara, de él me podría yo esconder. 13 Pero lo has hecho tú, un hombre como yo, mi compañero, mi mejor amigo,”

La Palabra del Señor nos exhorta:

Ef.4.29 Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes

Fil. 2.3 “3 No hagan nada por egoísmo o vanidad; más bien, con humildad consideren a los demás como superiores a ustedes mismos.”

Rom.15.1 “1 Los fuertes en la fe debemos apoyar a los débiles, en vez de hacer lo que nos agrada.”

2Tim.2.23-24 “23 No tengas nada que ver con discusiones necias y sin sentido, pues ya sabes que terminan en pleitos. 24 Y un siervo del Señor no debe andar peleando; más bien, debe ser amable con todos, capaz de enseñar y no propenso a irritarse.”

Ef.4.1-3 “1 ...les ruego que vivan de una manera digna del llamamiento que han recibido, 2 siempre humildes y amables, pacientes, tolerantes unos con otros en amor. 3 Esfuércense por mantener la unidad del Espíritu mediante el vínculo de la paz.”

3. Ir al Señor a presentarnos con sinceridad

(Jn.15.5 “5 »Yo soy la vid y ustedes son las ramas. El que permanece en mí, como yo en él, dará mucho fruto; separados de mí no pueden ustedes hacer nada.”

Es necesario que acudamos al Señor para que nos muestre cual es nuestra verdadera motivación en este conflicto (anhelo que CRISTO sea glorificado, anhelo el crecimiento y la transformación de mi hermano, se me tiene que respetar, se tiene que hacer como yo digo, cuando yo digo)

En ocasiones No hemos entendido que el evangelio No se trata de nosotros. A veces Dios utiliza a nuestro hermano en quien también mora el Espíritu de Dios pero cuando nos dice la verdad, Nos sentimos ofendidos y no escuchamos la corrección del Espiritu a través de nuestro prójimo. Es más fácil asumir la postura de la víctima ofendida que reconocer que le hemos faltado a Dios y arrepentirnos para ser restaurados.

Prov. 27.5 “5 Más vale ser reprendido con franqueza que ser amado en secreto.”

Prov.15.31 “El oído que escucha las amonestaciones de la vida, Entre los sabios morará.

No olvidemos que Mt.15.19 “19 Porque del corazón salen los malos pensamientos, los homicidios, los adulterios, la inmoralidad sexual, los robos, los falsos testimonios y las calumnias.” Tenemos la tendencia a pensar que todos nuestros problemas provienen de afuera de nosotros y No de nosotros.

Sal.26.2 “2 Examíname, Señor; ¡ponme a prueba! purifica mis entrañas y mi corazón.”

Sal.51.1-2 “Ten piedad de mí, oh Dios, conforme a tu misericordia; Conforme a la multitud de tus piedades borra mis rebeliones. 2 Lávame más y más de mi maldad, Y límpiame de mi pecado.”

4. Estar dispuesto a morir

Lc.9.23 “23 Dirigiéndose a todos, declaró: —Si alguien quiere ser mi discípulo, que se niegue a sí mismo, lleve su cruz cada día y me siga.”

Sal.51.3 Porque yo reconozco mis rebeliones, Y mi pecado está siempre delante de mí.

Siempre que pecamos ofendemos a Dios, Reconozcamos delante del Señor que le hemos ofendido

Seamos maduros y reconozcamos nuestra necesidad de ser trasformados

Digamos Señor te he fallado perdóname. Yo no lo puedo hacer por mis fuerzas necesito tu rescate. Sal.51.10 Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, Y renueva un espíritu recto dentro de mí.

No digamos herman@ perdóname si te ofendí. Seamos honestos, herman@ perdoname por esto que hice o dije. No tengo excusa, perdóname.

Prov. 28.13 “13 Quien encubre su pecado jamás prospera; quien lo confiesa y lo deja, halla perdón.”

Jn.12.24 “24 Ciertamente les aseguro que si el grano de trigo no cae en tierra y muere, se queda solo. Pero si muere, produce mucho fruto.”

No hay forma que demos frutos de arrepentimiento sino estamos dispuestos a negarnos cada día y morir para que Cristo reino en nosotros

2Co.12.9 “9 pero él me dijo: «Te basta con mi gracia, pues mi poder se perfecciona en la debilidad.» Por lo tanto, gustosamente haré más bien alarde de mis debilidades, para que permanezca sobre mí el poder de Cristo.”

Es tiempo que renunciemos a nuestro orgullo y miremos a Jesucristo

Rom.8.26 “26 Así mismo, en nuestra debilidad el Espíritu acude a ayudarnos. No sabemos qué pedir, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos que no pueden expresarse con palabras.”

5. Perdónense

Mt.18.15 “15 »Si tu hermano peca contra ti, ve a solas con él y hazle ver su falta. Si te hace caso, has ganado a tu hermano.”

Col.3.13 “13 de modo que se toleren unos a otros y se perdonen si alguno tiene queja contra otro. Así como el Señor los perdonó, perdonen también ustedes.”

1Jn.2.9 9 El que dice que está en la luz, y aborrece a su hermano, está todavía en tinieblas.

1Co.13.7 Todo lo disculpa, todo lo cree, todo lo soporta

¿Qué tengo que hacer y permitir al Espíritu Santo en mi vida para crecer en el proceso y la iglesia sea edificada?

6. Amense los unos a los otros.

Heb.12.14-15 “14 Busquen la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor. 15 Asegúrense de que nadie deje de alcanzar la gracia de Dios; de que ninguna raíz amarga brote y cause dificultades y corrompa a muchos;”

1Pe.1.22 “22 Ahora que se han purificado obedeciendo a la verdad y tienen un amor sincero por sus hermanos, ámense de todo corazón los unos a los otros.”

Es necesario que si deseamos crecer a la en nuestra vida cristiana tenemos que permitir que Dios nos dirija y transforme a través de los conflictos