¿QUÉ ESPERA DIOS DE SU PUEBLO?

INTRODUCCIÓN

Buenos días apreciados hermanos. Es un honor y una gran responsabilidad para mí estar hoy delante de ustedes aquí. Me paro aquí siendo un hombre que es indigno para esta noble labor, pero es la gracia de Dios y la obra expiatoria de Cristo la que me habilita para estar aquí delante de ustedes.

Quiero empezar con una corta oración por favor acompáñenme...

Bueno hermanos, hoy es un día especial. Estamos aquí reunidos para celebrar el día del Señor, hoy domingo, hace menos de 2.000 años atrás, un grupo de hombres y mujeres designados por Cristo en Pentecostés fueron llenos del poder del Espíritu Santo para dar inicio a la novia de Cristo, la iglesia. Y ellos, con motivo del día de resurrección de nuestros Señor y Salvador Jesucristo, dieron inicio a las reuniones de adoración y enseñanza de la Palabra de Dios, así como la comunión entre hermanos, llamada hoy en día “culto dominical”. Y es por este motivo en particular que estamos hoy aquí reunidos.

Para los que toman nota, el título de la enseñanza de hoy es: ¿QUÉ ESPERA DIOS DE SU PUEBLO?

Para esto vamos a ir al libro de Deut capítulo 10, que es donde vamos a centrar nuestra enseñanza.

Lo primero que quiero decir es lo que significa el nombre Deuteronomio, los eruditos lo llaman: “Las Palabras” o también se le conoce como “Segunda Ley”. Es el último libros del pentateuco y aquí podemos ver en este libro la reafirmación del pacto del pueblo hecho con Dios en Sinaí antes de entrar a la tierra prometida, con la generación de jóvenes que Dios dijo que entrarían.

Ahora, al preparar este mensaje yo me preguntaba: ¿Dios en realidad espera algo de Su pueblo? ¿Dios espera algo de nosotros?

Este lenguaje es muy humano, cuando hablamos de que alguien debe esperar de otro, lo vemos en terminos de las relaciones humanas, ¿verdad? Por ejemplo, en nuestros trabajos, nuestros jefes o empleadores esperan muchas cosas de un empleado: cumplimiento de sus funciones, puntualidad, resultados, productividad, etc. O un padre espera cosas de un hijo: sujeción, obediencia, respeto, etc. Incluso las autoridades esperan de la ciudadanía que acaten las normas, que paguen los impuestos, etc. Y así lo podríamos seguir viendo en las demás relaciones humanas.

¿Ahora, podemos nosotros hablar en estos mismos términos en cuanto a Dios? ¿Será que Dios realmente espera cosas de nosotros? ¿Ustedes qué creen?

La respuesta, como ustedes lo han dicho, a éstas preguntas es un rotundo SÍ.

Vamos a leer el pasaje de hoy:

Deuteronomio 10:12–13 LBLA

12 Y ahora, Israel, ¿qué requiere de ti el Señor tu Dios, sino que temas al Señor tu Dios, que andes en todos sus caminos, que le ames y que sirvas al Señor tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma, 13 y que guardes los mandamientos del Señor y sus estatutos que yo te ordeno hoy para tu bien?

I. Que Su Pueblo le Tema:

EL TEMOR DE DIOS, reverencial.3331–

(1) Ordenado:

Dt 10:12: Ahora, pues, Israel, ¿qué pide Jehová tu Dios de ti, sino que temas a Jehová tu Dios, que andes en todos sus caminos, y que lo ames, y sirvas a Jehová tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma; (Dt 13:4; Jos 4:24)

Jos 24:14 Ahora, pues, temed a Jehová, y servidle con integridad y en verdad; y quitad de entre vosotros los dioses a los cuales sirvieron vuestros padres al otro lado del río, y en Egipto; y servid a Jehová. (1Cr 16:30; 2Cr 19:7; Pr 3:7)

Ec 12:13 El fin de todo el discurso oído es este: Teme a Dios, y guarda sus mandamientos; porque esto es el todo del hombre.

Is 8:13 A Jehová de los ejércitos, a él santificad; sea él vuestro temor, y él sea vuestro miedo.Mt 10:28 Y no temáis a los que matan el cuerpo, mas el alma no pueden matar; temed más bien a aquel que puede destruir el alma y el cuerpo en el infierno. (Lc 23:40; Ro 11:20)

1P 1:17 Y si invocáis por Padre a aquel que sin acepción de personas juzga según la obra de cada uno, conducíos en temor todo el tiempo de vuestra peregrinación;

1P 2:17 Honrad a todos. Amad a los hermanos. Temed a Dios. Honrad al rey. (Ap 14:7)

II. Que Su Pueblo Andar en Todo Sus Caminos:

La Biblia de las Américas Salmo 81

13 ¡Oh, si mi pueblo me oyera,

si Israel anduviera en mis caminos!

La Biblia de las Américas Capítulo 1

15 sino que así como aquel que os llamó es santoa, así también sed vosotros santos en toda vuestra manera de vivir;

III. Que Su Pueblo le Ame:

La Biblia de las Américas Capítulo 6

5 Amarás al SEÑOR tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu fuerza.

La Biblia de las Américas Capítulo 22

37 Y Él le dijo: AMARÁS AL SEÑOR TU DIOS CON TODO TU CORAZÓN, Y CON TODA TU ALMA, Y CON TODA TU MENTE.

IV. Que Su Pueblo le Sirva:

V. Que Su Pueblo Guarde Su Mandamientos:

CONCLUSIONES

T: Temer

A: Andar

A: Amar

S: Servir

O: Obediencia.