BENDICION Y MALDICION
Santiago • Sermon • Submitted
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· 2,359 viewsHay una gravedad que muchos Cristianos no nos hemos dado cuenta en nuestra forma de hablar. Decir que nuestra boca es un instrumento de Adoración a Dios y al mismo tiempo lanza toda clase de improperios hacía los demás es una grave contradicción al mensaje de Jesús.
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Santiago 3:9–12 (RVR60)
9 Con ella bendecimos al Dios y Padre, y con ella maldecimos a los hombres, que están hechos a la semejanza de Dios. 10 De una misma boca proceden bendición y maldición. Hermanos míos, esto no debe ser así. 11 ¿Acaso alguna fuente echa por una misma abertura agua dulce y amarga? 12 Hermanos míos, ¿puede acaso la higuera producir aceitunas, o la vid higos? Así también ninguna fuente puede dar agua salada y dulce.
INTRODUCCIÓN.
INTRODUCCIÓN.
La forma que hablamos es un asunto que aparece por todo el mensaje de las Escrituras. Usando una concordancia ahí tan solo la palabra hablar, aparece + de 1000 veces; y la palabra lengua aparece + de unas 150 veces. ¿Será que este asunto entonces importante para Dios?
Tal importante es este asunto que Santiago nos lo deja ver a lo largo en su carta; en cada uno de los capítulos de la misma, nos trata algun tema relacionado con el uso correcto de nuestra lengua como parte de la evidencia como verdaderos cristianos.
El escritor del Libro de Proverbios, nos describe al igual que Santiago lo hace en su carta que, nuestra lengua tienen un gran potencial.
Proverbios 18:21 (NTV)
La lengua puede traer vida o muerte; los que hablan mucho cosecharán las consecuencias.
Esto no tienen nada que ver con que lo que decretes, ates o reclames se cumpla, Este verso es usado fuerza de su contexto para abusar de algunos.
Cada palabra que sale de nuestra boca tiene el potencial de impactar de forma positiva, amable, bondadosa y llena de amor a nuestro entorno cercano (familia, escuela trabajo, Iglesia, vecinos, etc.), es decir los podemos bendecir.
Pero de la misma forma también; nuestra forma de hablar, nuestras palabras, e incluso ese lenguaje no verbal que usamos, puede llegar a ser potencialmente negativo, estar lleno de rudeza, ser malévolo y encontrarse colmado de odio y desprecio destructivo, contra alguien más; es decir proferir palabras de maldición.
Estos contrastes estan presentes en la naturaleza humana, por un lado podemos amar, pero por el otro podemos odiar, podemos pretender hacer el bien, pero sin lugar a dudas hacemos el mal, y sin lugar a dudas donde esa contradicción se refleja con más evidencia es en nuestra lengua.
Ese es precisamente el asunto que Santiago esta tratando al final de este párrafo de la carta.
Santiago 3:9 (RVR60)
Con ella bendecimos al Dios y Padre, y con ella maldecimos a los hombres, que están hechos a la semejanza de Dios.
La lengua no solamente es maligna e incansable, sino que tambien esta llena de manifestaciones contrarias.
Por un lado con ella bendecimos a Dios y Padre.
Debemos recordar que esta carta fue escrita a una comunidad cristiana de judíos, para los cuales proferir bendiciones al nombre de Dios era un asunto muy importante. Siempre que se mencionaba el nombre de Dios, los judíos exclamaban “Bendito sea”. Tres veces al día, el judío practicante tenia que repetir una serie de 18 oraciones de agradecimiento las cuales comenzaban “Bendito seas, oh Dios”.
1º Crónicas 29:10 (RVR60)
Asimismo se alegró mucho el rey David, y bendijo a Jehová delante de toda la congregación; y dijo David: Bendito seas tú, oh Jehová, Dios de Israel nuestro padre, desde el siglo y hasta el siglo.
1º Crónicas 29:20 (RVR60)
Después dijo David a toda la congregación: Bendecid ahora a Jehová vuestro Dios. Entonces toda la congregación bendijo a Jehová Dios de sus padres, e inclinándose adoraron delante de Jehová y del rey.
Es significativo darnos cuenta, que estos creyentes estaban haciendo lo correcto. Bendecir el nombre del Señor es una conducta apropiada de todo creyente.
El pasar del judaísmo al cristianismo, no significaba relajarse en cuanto a su conocimiento de Dios, era el mismo Dios del cual ellos habían sido enseñados en su niñez, pero ahora lo veían con toda claridad en la persona y obra del Señor Jesucristo.
Bendecimos = Strong 2127; eulogueo; yuxtapuesta (2095 eu; bueno y 3056 logos; algo dicho; tema, razonamiento o motivo); hablar bien de; bendecir (agradecer o invocar una bendición sobre).
Bendición = Strong 2129; eulogia; del mismos que 2127 hablar bien de; bendecir (agradecer o invocar una bendición sobre.)elogio, elegancia en el lenguaje.
Bendecir es hablar bien de alguien.
Salmo 34:1 (RVR60)
Bendeciré (NTV Alabare; decir cosas que proclamen su grandeza, resaltar sus cualidades, Expresar gratitud.) a Jehová en todo tiempo; Su alabanza estará de continuo en mi boca.
Salmo 145:21 (RVR60)
La alabanza de Jehová proclamará mi boca; Y todos bendigan su santo nombre eternamente y para siempre.
David era un hombre que todo el tiempo proclamada las grandezas de Dios con su boca, todo lo que el escribió en el libro de los Salmos inspirado por el ES tenía el fin de dar a conocer la bondad de Dios.
Y seguramente muchos de los lectores de la carta de Santiago, tenían esa misma actitud, proclamaban el nombre del Señor con sus bocas, a lo mejor hasta cantaban en sinagogas o en la regadera de su casa.
Y sin lugar a dudas muchos de nosotros somos así, cantamos en casa, y le subimos a todo el volumen del celular, y cantamos en la regadera, y en la iglesia cantamos bien fuerte. Además hacemos uso de nuestras mejores palabras cuando nos piden orar y ahi reconocemos el poder la grandeza y todos los atributos de Dios.
Y eso no esta mal, y no era lo que estaba mal con los lectores de la carta, lo que estaba mal era lo que Santiago quería corregir en su carta.
Pero, esa no esta una actitud que Santiago estuviera corrigiendo, sino que Con ella (con esa misma lengua con la que) bendecimos al Dios y Padre y con ella maldecimos a los hombres que son hechos a la imagen de Dios.
¿Qué estaba pasando aquí?
Estos creyentes estaban usando su boca de forma frecuente para dar honor al nombre de Dios y hablaban de el de forma piadosa, pero al mismo tiempo ellos mismos también de una forma frecuente estaban por el otro lado hablando mal de las personas.
Maldecimos = Strong 2672 ; kataráomai; voz media de 2671; arruinar, condenar, desearle el mal a alguien, Hablar mal de alguien.
Maldición = Strong 2671; katára imprecación expresión vehemente del mal que se invoca contra alguien; execración = es la condena y la crítica muy severa.
Maldecir a alguien es Hablar mal de ese persona manifestando rechazo u odio. Esto incluye el desear que le ocurra algo malo a esa persona. Toda crítica que se hace con el fin de hacer daño es un sinónimo de maldición.
Fíjese que Santiago no esta haciendo una distinción entre los hombres que son creyentes y los que no lo son. Cuando el usa el término hombres; se refiere al genero humano en su totalidad.
Es decir que al mismo tiempo que usaban su boca para hablar bien de Dios, usaban esa misma boca para hablar de otros. (Los escribas y fariseos contra Jesús y sus discípulos)
Juan 9:24–30 (RVR60)
24 Entonces volvieron a llamar al hombre que había sido ciego, y le dijeron: Da gloria a Dios; nosotros sabemos que ese hombre es pecador. 25 Entonces él respondió y dijo: Si es pecador, no lo sé; una cosa sé, que habiendo yo sido ciego, ahora veo. 26 Le volvieron a decir: ¿Qué te hizo? ¿Cómo te abrió los ojos? 27 El les respondió: Ya os lo he dicho, y no habéis querido oír; ¿por qué lo queréis oír otra vez? ¿Queréis también vosotros haceros sus discípulos? 28 Y le injuriaron (insultar), y dijeron: Tú eres su discípulo; pero nosotros, discípulos de Moisés somos. 29 Nosotros sabemos que Dios ha hablado a Moisés; pero respecto a ése, no sabemos de dónde sea. 30 Respondió el hombre, y les dijo: Pues esto es lo maravilloso, que vosotros no sepáis de dónde sea, y a mí me abrió los ojos.
Algunos creyentes el día de hoy conservan esta misma conducta de los fariseos, estas en la asamblea, cantas, dices amén al sermón, (das Gloria a Dios), sin embargo; al mismo tiempo injurias a otros (Tu esposa /o, tus hijos, tus vecinos, jefe, compañero de trabajo, escuela, hermano en la fe, etc).
¿Qué contradicción no lo cree?
No perdamos de vista algo Santiago nos dice que el hombre es hecho a la imagen de Dios. Aún cuando el pecado a deteriorado seriamente la imagen de Dios en el hombre; el hombre conserva algunos aspectos de la imagen de Dios: su inteligencia, conciencia propia, razonamiento, su naturaleza moral, sus emociones y su voluntad.
Este asunto es tan serio, porque si los hombres son hechos a imagen de Dios, al maldecir a alguien, estamos pronunciando de forma indirecta una maldición contra Dios porque los hombres estan hechos a sus imagen.
Santiago nos pide a los lectores de su carta que reflexionemos sobre esta clase de conducta, ya que es ilógica, incoherente, incongruente e hipócrita respecto de un creyente.
Santiago 3:10 (RVR60)
De una misma boca proceden bendición y maldición. Hermanos míos, esto no debe ser así.
Por increíble que nos parezca, es aún entre los propios creyentes que estaban leyendo la carta, que estaban pasado este tipo de cosas; porque es más común de lo que pensamos (esto no quiere decir que sea correcto); porque nadie esta exento de esto, ni siquiera los propios apóstoles.
Mateo 16:13–17 (RVR60)
13 Viniendo Jesús a la región de Cesarea de Filipo, preguntó a sus discípulos, diciendo: ¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del Hombre? 14 Ellos dijeron: Unos, Juan el Bautista; otros, Elías; y otros, Jeremías, o alguno de los profetas. 15 El les dijo: Y vosotros, ¿quién decís que soy yo? 16 Respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente. 17 Entonces le respondió Jesús: Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás, porque no te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en los cielos.
Mateo 26:69–75 (RVR60)
69 Pedro estaba sentado fuera en el patio; y se le acercó una criada, diciendo: Tú también estabas con Jesús el galileo. 70 Mas él negó delante de todos, diciendo: No sé lo que dices. 71 Saliendo él a la puerta, le vio otra, y dijo a los que estaban allí: También éste estaba con Jesús el nazareno. 72 Pero él negó otra vez con juramento: No conozco al hombre. 73 Un poco después, acercándose los que por allí estaban, dijeron a Pedro: Verdaderamente también tú eres de ellos, porque aun tu manera de hablar te descubre. 74 Entonces él comenzó a maldecir, y a jurar: No conozco al hombre. Y en seguida cantó el gallo. 75 Entonces Pedro se acordó de las palabras de Jesús, que le había dicho: Antes que cante el gallo, me negarás tres veces. Y saliendo fuera, lloró amargamente.
Pedro es un ejemplo muy claro de los creyentes podemos caer en esas contradicciones por la falta de dominio en nuestra lengua.
Santiago sabía que el mismo tampoco estaba exento de esos asuntos; por esa razón no les dice ustedes bendicen y maldicen, sino que el mismo se incluye entre los que puede fallar con el uso de su lengua. ¿Porque?
Porque la lengua es un miembro que si no se le doma o se le pone en control puede provocar un incendio enorme, capaz de quemar todo lo que esta a su alrededor, y corromper la vida no solo del que habla, sino también los que le escucha.
Muchos pueden hablar con toda delicadeza, cortesía, amabilidad y amor por otros, pero cuando llegan a su casa, se ponen como Hulk por nada con su familia.
Es más común de lo que pensamos que muchos vienen el domingo con el mejor lenguaje evangélico que sabemos manejar, pero el resto de la semana hablamos sin misericordia compasión y amor a los demás, que durante la reunión solo hablan cosas santas, pero que al salir sus bocas no se cansan de salpicar veneno con su lengua de víbora.
Santiago 3:10 (RVR60)
De una misma boca proceden bendición y maldición. Hermanos míos, esto no debe ser así.
Sin embargo y aunque parezca algo tan normal para muchos. Esto no debe ser así entre aquellos que dicen haber nacidos de nuevo.
No debe ser así = Es una negación fuerte, tiene la idea de que este tipo de cosas no deben tener lugar alguno en la vida de un cristiano.
Una conducta así atenta contra la santidad de Dios, refleja una incoherencia con el propio mensaje de Cristo.
1 Juan 2:9–11 (NBV)
9 El que dice que anda en la luz pero aborrece a su hermano, todavía está en tinieblas. 10 El que ama a su hermano anda en la luz y no tropieza. 11 En cambio, el que odia a su hermano vaga en la oscuridad y en ella vive, y no sabe a dónde va, porque la oscuridad lo ha dejado ciego.
Vemos la evidencia muy clara en las Escrituras, si hemos sido regenerados, si hemos nacido de nuevo; una conducta así, de manejar un doble “discurso”, un doble lenguaje no cabe para los creyentes
Una conducta así era no era sana para la iglesia, pero tampoco era sana para los propios hermanos. (ni lo sigue siendo ahora)
Esta clase de comportamiento es inapropiada para el Nombre de Cristo, para el evangelio, la vida y la ética cristiana.
Una vida así no impacta a nadie, la gente nos mira, y no puede mirar a Cristo en nosotros, simplemente porque nuestras propias palabras exhiben nuestra verdadera condición.
Cuando Dios nos transformo y nos dio una vida nueva, también nos dio la capacidad de hablar en formas nuevas.
2 Corintios 5:17 (RVR 60)
17 De modo que si alguno esta en Cristo nueva criatura es, las cosas viejas pasaron, he aqui todas son hechas nuevas.
Esa novedad de vida, incluye también la capacidad dada por Dios por medio del la obra del ES en nosotros, de cambiar nuestra manera de hablar.
Dios demanda de nosotros como sus nuevas criaturas, como sus hijos, que hablemos como el lo hace. (como hablan tus hijos).
Colosenses 4:6 (RVR60)
Sea vuestra palabra siempre con gracia, sazonada con sal, para que sepáis cómo debéis responder a cada uno.
Hay dos características que Pablo enmarca aquí de nuestra lengua:
1) Siempre con gracia; eso que quiere decir, que cuando vengo a la iglesia debo hablar correctamente, ¿debo tener un lenguaje limpio, honesto y sin dobles para con Dios y con los demás?;
Algunos piensan, Para con Dios no tengo problemas de hacerlo asi, pero hay cierto hermanito / persona que nomás no puedo con el.
Un creyente verdadero, no debe hablar de una manera en la iglesia o con la gente con la que no tienen ninguna clase de diferencia y de otra en su casa, en su trabajo, con sus amigos, o con quienes tienen ciertas diferencias; Sus palabras siempre tienen que estar llenas de amabilidad, amor, y respeto, tal como le hablamos a Dios.
Mucho de como hablamos con otros revela, como es nuestra forma de hablar con Dios.
2) Sazonada con Sal: La sal en los tiempos bíblicos tenía dos funciones especificas: 1) servía como sazonador de los alimentos ( tal como lo utilizamos hoy en día, si no tiene sal la comida, no sabe y nadie se la quiere comer; pero si la sal también se pasa, tampoco se la quieren comer, porque su sabor esta molesto al paladar); 2) se usaba para conservar los alimentos (retrasaba la corrupción de los alimentos).
Nuestras Palabras deben siempre tener el objeto de Bendecir (hablar bien, ser respetuosos en nuestro trato con otros, hablar bien de otros, ser limpios, pero también ser adecuados en nuestras palabras).
Vas a decir algo que no edifica, no lo digas, trágatelo entero y que el lugar que le haga daño a otros te haga daño solo a ti.
¿Tus palabras sirven para detener la corrupción de un mundo que cada vez más no tiene respeto por nada ni por nadie? o ¿te encargas con tus palabras de acelerar la corrupción?.
No hay nada mas insípido, inútil e incluso mortífero, que cristianos sin influencia, con vidas sosas, llenos de Palabras pero carentes de sentido. Es por eso que Pablo nos dice como deber ser nuestra nueva vida en Cristo y obviamente esto incluye nuestras forma de hablar.
Efesios 4:22–24 (NBV)
21 Si de veras han escuchado acerca del Señor y han aprendido a vivir como él, saben que la verdad está en Jesús. 22 Por ello, quítense, como si se tratara de ropa vieja, su naturaleza tan corrompida por los malos deseos. 23 Renueven sus actitudes y pensamientos (incluye la forma de Hablarle a otros, sean o no creyentes ); 24 sí, revístanse de la nueva naturaleza que Dios creó, para que sean como él, verdaderamente justos e íntegros.
De tal forma que no cabe en el mensaje de Jesús, un cristiano que diga que ama a Dios, que solo tenga palabras de bendición para con Dios, pero que no pueda cerrar su boca para hablar mal de otros (maldecir).
Por lo tanto, para que veamos la incompatibilidad de estas dos conductas, Santiago usa de nueva cuenta 3 Ilustraciones muy clara para que entendamos esta verdad.
Santiago 3:11 (RVR60)
¿Acaso alguna fuente echa por una misma abertura agua dulce y amarga?
Compara la boca con un pozo de agua, y las Palabras como si fueran distintos tipos de agua.
Nuestra bocas es como un pozo, en ella estan almacenadas y listas para salir todas aquellas palabras que van a expresar lo que en realidad somos (lo que hay en nuestro corazón).
Fíjese como no tienen nada que ver el agua dulce, que esta lista para el consumo inmediato, que es fresca, que no tienen ninguna clase de propiedades que le impidan su consumo; y el agua amarga / salada.
Si usted a ido al mar alguna vez, se ha percatado que esa agua, no solo no sirve para el consumo humano, sino que tienen un sabor un tanto desagradable y molesto.
Si en lo natural es imposible que de un mismo lugar broten dos tipos de agua tan distintos, ¿como podemos pensar que con la misma Boca de Bendecimos al Señor, hablamos mal de otras personas?
Santiago 3:12 (RVR60)
Hermanos míos, ¿puede acaso la higuera producir aceitunas, o la vid higos? Así también ninguna fuente puede dar agua salada y dulce.
El siguiente ejemplo que Santiago usa, es en términos de la naturaleza de las plantas.
Un Judío entendía muy bien esto, porque por lo regular siempre tenían dentro de sus pertenencias, una viña, una higuera, de tal forma que al verlas crecer, ellos podían ver que la Viña no estaba realizando ninguna clase de esfuerzo adicional para dar uvas, sino que simplemente era algo natural de ella. Lo mismo con la higuera.
Por supuesto que ellos sabían que la respuesta correcta a la pregunta de Santiago era un categórico no.
Cuál era la intención del ejemplo: dejar claro que no puede salir de una misma fuente (boca) agua dulce (palabras de bendición a Dios) y amarga (palabras de odio, deprecio y rechazo para otro hombres).
Salmo 141:3 (NVB)
3 Ayúdame, Señor, a mantener cerrada mi boca y sellados mis labios.
Sin duda alguna una de las cosas más dificiles, es impedir que la boca de contradiga así misma, sino que diga siempre las cosas y las diga de la forma, como quisiéramos que Dios las oyere.
Somos incapaces de dominar nuestra lengua por completo por nosotros mismos, requerimos de la ayuda de Jesús para hacerlo, no lo vamos a hacer nosotros solos, por eso ven esta tarde a Cristo y pídele que guarde tu boca, para hablar solo e lenguaje del cielo.