Felicidad para los que se someten y desean la palabra de Dios
Una combinación de dos bieaventuranzas
¿Qué es ser manso?
Describe a la persona que no se resiente. No guarda rencores. Lejos de seguir rumiando las injurias recibidas, se refugia en el Señor y entrega su camino enteramente a él.
Sin embargo, la mansedumbre no es debilidad. La mansedumbre no consiste en tener una columna vertebral de goma, la característica de la persona que está dispuesta a doblarse ante toda brisa. La mansedumbre es mostrar un carácter sumiso ante la provocación, la disposición a sufrir y no causar daño. La persona mansa deja todo en las manos de Aquel que ama y cuida.
La mansedumbre, en el hombre, es un estado de ánimo contrario al orgullo, y a un espíritu peleador y vengativo; más bien acepta la injuria y consiente en ser defraudado
¿Por qué ser manso te hará feliz?
¿Serás el dueño de la Tierra?
Cuando se deleitan en el Señor, él les da los deseos de su corazón; cuando le encomiendan su camino, él los prospera, exhibe la justicia de ellos como la luz, y sus derechos como el medio día: lo poco que ellos tienen, aun después de haber sido despojados, es mejor que las riquezas de muchos impíos (Salmo 37)
b. Su misma mansedumbre los hace una bendición para sus prójimos, algunos de los cuales los bendecirán a cambio (Mr. 10:30; Hch. 2:44, 45; 16:15; Fil. 4:18). c. Quizás posean solamente una pequeña porción de esta tierra o de bienes terrenales, pero una pequeña porción con la bendición de Dios reposando en ella es más que las riquezas más grandes sin la bendición de Dios.