Jesús explica las escrituras

¿Recuerdas alguna experiencia personal en la que haya pasado por una gran decepción o tristeza?

La traición de un amigo

la pérdida prematura de alguien

Una injusticia

1.El desconcierto de los discípulos.

La sorpresa de los viajeros que van a Emaús es grande cuando su acompañante les dice que no sabe que paso en Jerusalén. Con un tono de decepción los dos discípulos de Jesús explican al viajero todo lo que ha sucedido en Jerusalén en la fiesta de la Pascua. Cuando de pronto, el extraño les responde.

2. Los discípulos lentos para creer las profecías (Lc 24:25-26)

Los discípulos están desanimados, sin esperanza, denotan frustración en sus palabras mesclada con incredulidad, la conversación giraba en torno a lo que pudo ser, pero no fue, como un hecho consumado. Ni siquiera creían las noticias de las mujeres que fueron al sepulcro y regresaron diciendo que habían visto a unos ángeles que les habían dicho que Jesús vive. Por sus poros transpiran decepción.

Luego de que los discípulos de Jesús le hablaran de lo sucedido en Jerusalén, Jesús les llama la atención con las siguientes expresiones:

Qué faltos de comprensión son ustedes (insensatos, necios) y

qué lentos (torpes) para creer.

Lucas ha manifestado que Jesús enseñaba con tal autoridad, que la gente se admiraba de su forma de enseñar, tal vez este sería el motivo por el cual los discípulos se quedan admirados escuchándolo y aceptan calladamente lo que les dice.

Asimismo, Lucas refiere que Jesús les había mencionado hasta en tres oportunidades que era necesario que él vaya a Jerusalén y que muera a manos de los jefes de los sacerdotes, como decían los profetas y que luego de ello resucitaría; en esos momentos tal vez, los discípulos parecen escuchar algo familiar, pero todavía no saben qué es. Algo comienza arder en sus corazones, cuando escuchan a Jesús. La memoria comienza a activarse y recuerdan lo que Jesús les había venido diciendo.

Lucas 9:22 (BJL)

Dijo: «El Hijo del hombre debe sufrir mucho y ser reprobado por los ancianos, los sumos sacerdotes y los escribas, ser matado y resucitar al tercer día.»

Lucas 9:44–45 (BJL)

«Pongan en sus oídos estas palabras: el Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres.» Pero ellos no entendían lo que les decía; les estaba velado su sentido de modo que no lo comprendían y temían preguntarle acerca de este asunto.

Lucas 18:31–34 (BJL)

Tomando consigo a los Doce, les dijo: «Miren que subimos a Jerusalén, y se cumplirá todo lo que los profetas escribieron sobre el Hijo del hombre: le entregarán a los gentiles y será objeto de burlas, insultado y escupido; y después de azotarle le matarán; pero al tercer día resucitará.» Ellos no comprendieron nada de esto; no captaban el sentido de estas palabras y no entendían lo que decía.

3. Desde Moisés hasta los profetas les enseñaba lo que de él decían (Lc 24:27)

Esta expresión Moisés y los profetas, nos habla de una forma de división primitiva que ya tenían las escrituras judías (lo que sería nuestro Antiguo Testamento). Los escritos de Moisés se referían a los cinco libros del Pentateuco, y Los profetas a los escritos de los profetas. Podemos entender que los profetas hablaban acerca del Mesías, pero, cuando revisamos el Pentateuco, a simple vista, no encontramos una alusión al Mesías. Sin embargo, Jesús leía los escritos de Moisés desde la perspectiva del propósito redentor de Dios y podía ver en las historias del éxodo y de la historia del pueblo en el desierto, alusiones a lo que vendría después.

El conocimiento de las escrituras judías en Jesús y la forma de exponerlas, era tan especial que los caminantes llegan hasta el lugar donde vivían y le piden que se quede con ellos porque ya se estaba haciendo noche. Poco a poco el velo se va descorriendo de sus entendimientos, las tinieblas se van aclarando, se acerca un nuevo amanecer. clave del A.T son interpretados como mesíanicos.

¿No era necesario que el Mesías soportara esos sufrimientos para entrar en su gloria? (v. 26). El sufrimiento y la muerte rompían de forma inexplicable el itinerario triunfal que se esperaba del Mesías. Por eso Jesús propone una nueva clave de lectura, que no da detalles pero que se puede reconstruir con relativa facilidad. Para lograrlo solo hace falta destacar en la Escritura la corriente de los justos perseguidos, cuyo fracaso se interpretaba como una condenación, pero que en realidad constituía un camino de salvación.

César Mora Paz y Armando J. Levoratti, «Evangelio según san Lucas», en Comentario Bíblico Latinoamericano: Nuevo Testamento, ed. Armando J. Levoratti, Elsa Tamez, y Pablo Richard (Estella, España: Editorial Verbo Divino, 2010), 592.

Salmo 22:1–3 (BJL)

1 Del maestro de coro. Sobre «la cierva de la aurora». Salmo. De David. 2 ¡Dios mío, Dios mío! ¿Por qué me has abandonado? Estás lejos de mi queja, de mis gritos y gemidos. 3 Clamo de día, Dios mío, y no respondes, también de noche, sin ahorrar palabras.

3.1 ¿Qué otros textos clave del A.T. son interpretados mesiánicamente?

Los cánticos del Siervo de Isaías,en especial el cuarto cántico Is 53:2-5

Isaías 53:2–5 BJL

Creció como un retoño delante de él, como raíz de tierra árida. No tenía apariencia ni presencia; (lo vimos) y no tenía aspecto que pudiéramos estimar. Despreciado, marginado, hombre doliente y enfermizo, como de taparse el rostro por no verlo. Despreciable, un Don Nadie. ¡Y con todo eran nuestras dolencias las que él llevaba y nuestros dolores los que soportaba! Nosotros lo tuvimos por azotado, herido de Dios y humillado. Él ha sido herido por nuestras rebeldías, molido por nuestras culpas. Él soportó el castigo que nos trae la paz, y con sus cardenales hemos sido curados.

El hijo del hombre de Dan 7:13-14

Daniel 7:13–14 BJL

Yo seguía mirando, y en la visión nocturna vi venir sobre las nubes del cielo alguien parecido a un ser humano, que se dirigió hacia el anciano y fue presentado ante él. Le dieron poder, honor y reino y todos los pueblos, naciones y lenguas le servían. Su poder es eterno y nunca pasará, y su reino no será destruido.

4. El corazón vuelve a arder como antes y vuelven al camino Lc 24:32-33

Los discípulos reconocen que algo les pasaba mientras escuchaban como les hablaba y les explicaba las escrituras. “No es verdad que el corazón nos ardía en el pecho cuando nos venía hablando…” Esos discípulos reconocen que en su perspectiva algo ha cambiado. Su corazón ardía, se había vuelto a encender la mecha de la fe, la luz de la esperanza.La frustración, la incredulidad, la decepción, el desanimo dan paso a un corazón ardiente por la explicación de las escrituras.

Pero ese corazón ardiente los lleva a volver al camino recorrido, sin importar la hora, ni la distancia. El testimonio de las escrituras los lleva a volver al camino a Jerusalén, al camino del sacrificio que también es el camino de la esperanza y del reencuentro con la comunidad del testimonio.