RESTAUREMOS EL ALTAR FAMILIAR

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1º Reyes 18:30 BJL
30 Entonces Elías dijo a todo el pueblo: «Acérquense a mí.» Todo el pueblo se acercó a él. Entonces él restauró el altar de Yahvé que estaba demolido.

Introducción

Después de mirar el desafío que Elías hace a los falsos profetas de Baal y el ridículo que estos hacen para hacer que descienda fuego del cielo, lo cual no lograron, pues adoraban dioses que ¡no miran ni oyen, mucho menos responden; pues están muertos! Después de este circo religioso, vemos la triste escena del Altar de Dios destruido.
El Altar es el lugar donde se ofrecía sacrificio a Dios, y donde se creía que Dios descendía y manifestaba su gloria; pero ahora el altar del Señor estaba destruido por los falsos profetas, y había sido olvidado por el pueblo escogido.
Cuando el altar de Dios está en ruinas, está destruido, es porque su pueblo se ha olvidado de su Dios y otros dioses han ocupado su lugar. Pero ¡No nos equivoquemos! Israel seguía creyendo en Jehová, pero ahora era uno más de sus muchos dioses. En ocasiones consultaban a sus profetas y otras veces a los profetas de Baal; les daba lo mismo el día o la noche, ya no discernía entre lo santo y lo profano. Sin embargo, el descuido del Altar de Dios no fue culpa totalmente de esa generación; ya habían muerto el profeta Samuel, el rey David y el rey Salomón quienes habían conocido al Señor, pero uno comenzó a descuidar el Altar; y las siguientes generaciones vieron cómo se podía vivir en dos aguas, con un pie en las tinieblas y con otro en la Luz. Podríamos decir: con un pie en la Iglesia y con otro en el mundo. Mi amado hermano ¿Cómo está el altar donde tu ofreces sacrificio al Señor? ¿Está bien atendido o se ha descuidado?
Hay una generación sobre nuestros hombros que nos corresponde transmitirle nuestra fe en Jesucristo, pero es atacada constantemente por diversas ideologías diabólicas que tratan de sacar a Dios de todo pensamiento humano.
PROPOSICIÓN. Esto ha sucedido porque los altares de nuestra generación están en ruinas ¡Si perdemos a nuestros hijos es porque nuestro altar está en ruinas! Si nuestras familias se desmoronan no le eche la culpa al diablo ¡es porque nuestro altar está en ruinas! Pero, así como el profeta Elías al mirar el altar destruido se dispuso a restaurarlo; así nosotros también necesitamos restaurar el altar de la oración, la comunión y la adoración personal y en familia.
ORACIÓN TRANSICIONAL. Quiero presentar algunas Razones Para Restaurar y establecer El Altar Familiar en los hogares:

I. SOMOS MAYORDOMOS DE LOS DONES DE DIOS

Salmo 127:3 NTV
3 Los hijos son un regalo del Señor; son una recompensa de su parte.
No olvidemos que nuestros hijos pertenecen a Dios, y nosotros somos los mayordomos de sus almas. Seremos responsables por lo que hagamos con los hijos que Él ha puesto a nuestro cargo; es decir, debemos usar todos los medios que Dios nos ha proporcionado para alcanzarles con el evangelio de Jesucristo. El deseo de nuestro corazón para nuestros hijos debe ser como el de Pablo para los gálatas, a los cuales él llama:
Gálatas 4:19 RVR60
19 Hijitos míos, por quienes vuelvo a sufrir dolores de parto, hasta que Cristo sea formado en vosotros,
Pablo está hablando de los que están en la iglesia, aquellos que escuchan la palabra de manera regular. Deberíamos ser como Pablo, estar ejercitados hasta el punto de experimentar dolores de parto, hasta que veamos a Cristo formado en nuestros hijos. Las Escrituras son claras: no debemos vivir solamente para nosotros:
Romanos 14:7–9 NVI
7 Porque ninguno de nosotros vive para sí mismo, ni tampoco muere para sí. 8 Si vivimos, para el Señor vivimos; y si morimos, para el Señor morimos. Así pues, sea que vivamos o que muramos, del Señor somos. 9 Para esto mismo murió Cristo y volvió a vivir, para ser Señor tanto de los que han muerto como de los que aún viven.
sino también para las generaciones por venir:
Salmo 102:18 TLA
18 Que esto quede por escrito para los que aún no han nacido; para que alabe a Dios el pueblo que está por nacer.

II. TU HIJO HA SIDO PUESTO EN TU HOGAR POR DESIGNIO SOBERANO

Salmo 127:4–5 TLA
4 Los hijos que nos nacen cuando aún somos jóvenes, hacen que nos sintamos seguros, como guerreros bien armados. 5 Quien tiene muchos hijos, bien puede decir que Dios lo ha bendecido. No tendrá de qué avergonzarse cuando se defienda en público delante de sus enemigos.
Debemos reconocer la mano de Dios sobre nuestros hijos, debido a que Él los ha puesto en nuestras familias; pero a los hijos no se le va a “pegar” la salvación por descendencia. Más bien, es el principal objetivo en nuestra lista de oración para que obtenga la salvación. Ese es uno de los principales propósitos de Dios (Juan 5:34; 2ª Pedro 3:15). En Eclesiastés 12:1 dice:Acuérdate de tu Creador en los días de tu juventud. ¿Cómo conocerá un niño a su Creador, sino es a través de sus padres? Dios desea que los padres utilicen todos los medios disponibles para alcanzar a sus hijos mientras que son pequeños, cuando todavía son tiernos y los padres tienen influencia sobre ellos.

III. LA ADORACIÓN EN FAMILIA NOS PREPARA PARA LA ADORACIÓN PÚBLICA

Josué 24:15–16 NVI
15 Pero si a ustedes les parece mal servir al Señor, elijan ustedes mismos a quiénes van a servir: a los dioses que sirvieron sus antepasados al otro lado del río Éufrates, o a los dioses de los amorreos, en cuya tierra ustedes ahora habitan. Por mi parte, mi familia y yo serviremos al Señor. 16 El pueblo respondió: —¡Eso no pasará jamás! ¡Nosotros no abandonaremos al Señor por servir a otros dioses!
Sin embargo, la adoración en familia debemos concebirla como una de las partes esenciales de un triple enfoque con respecto a la adoración a Dios: Adoración Personal, Familiar y Pública. Únicamente la adoración personal a Dios, como punto de partida y cimiento de todo lo que hacemos como creyentes, nos preparará suficientemente para influenciar la familia que Él nos ha dado tan generosamente, por lo que debemos esforzarnos para que, con alabanza, Dios y su Palabra vengan a nuestros hogares.
Debemos procurar en todo momento introducir pensamientos acerca de Dios, hablar de Su gloria, y alabarle. Y si estas cosas están presentes en tales hogares, existe una mayor posibilidad de que nuestra familia se dirija a la casa de Dios con buena disposición para ofrecer una adoración ferviente al Señor en espíritu y en verdad.
Juan 4:22–24 NTV
22 Ustedes, los samaritanos, saben muy poco acerca de aquel a quien adoran, mientras que nosotros, los judíos, conocemos bien a quien adoramos, porque la salvación viene por medio de los judíos. 23 Pero se acerca el tiempo —de hecho, ya ha llegado— cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad. El Padre busca personas que lo adoren de esa manera. 24 Pues Dios es Espíritu, por eso todos los que lo adoran deben hacerlo en espíritu y en verdad.
El letargo espiritual, la decadencia de la Palabra sólida y aún la extinción de muchas iglesias en nuestros días es el resultado directo de la multitud de familias que son “creyentes solo de domingo”, familias sin compromiso alguno con la fe que dicen profesar. Pero las familias que practican la adoración a Dios durante la semana, de forma privada y en familia, su adoración pública fluirá de manera natural.
Los niños en hogares como este sabrán que la adoración no es algo que podemos apagar y encender, sino que comprenderán la adoración como el todo en la vida.
Deuteronomio 6:6–9 TLA
6 Apréndete de memoria todas las enseñanzas que hoy te he dado, 7 y repítelas a tus hijos a todas horas y en todo lugar: cuando estés en tu casa o en el camino, y cuando te levantes o cuando te acuestes. 8 Escríbelas en tiras de cuero y átalas a tu brazo, y cuélgalas en tu frente. 9 Escríbelas en la puerta de tu casa y en los portones de tu ciudad.
Experimentarán las actividades espirituales de cada día en el hogar mediante el “culto de adoración en familia”, incluyendo la alabanza, la oración y la Palabra. Estos niños aprenderán que el día del Señor es un día bendito que no se cambia por nada, es el clímax de todo lo que han ido haciendo a lo largo de la semana, ¡adorar a Dios en todas las cosas de la vida!
Si los padres experimentan la presencia de Dios diariamente y crecen en su amor por Cristo se hará evidente en el liderazgo pastoral de sus hogares. La adoración pública en el día del Señor será probablemente entonces transformada por esa vitalidad.

IV. EL DETERIORO ESPIRITUAL DE NUESTRO PUEBLO, CIUDAD Y NACIÓN.

1 Corintios 16:13–16 NBLA
13 Estén alerta, permanezcan firmes en la fe, pórtense varonilmente, sean fuertes. 14 Todas sus cosas sean hechas con amor. 15 Los exhorto, hermanos (ya conocen a los de la casa de Estéfanas, que fueron los primeros convertidos de Acaya, y que se han dedicado al servicio de los santos), 16 que también ustedes estén en sujeción a los que son como ellos, y a todo el que ayuda y trabaja en la obra.
Un hombre dijo: tal el sacerdote, tal el pueblo. Se podría decir también que como está el hogar así está la iglesia, y así está la nación. ¿Por qué en muchos de nuestros hogares “cristianos” no logramos mantener la fe en nuestros descendientes? ¿Por qué tantos hogares de creyentes son mera formalidad en medio de semejante decadencia espiritual? Una de las razones principales de este declive doloroso es que nuestras iglesias están desprovistas de hombres-sacerdotes que como Josué decidieron guiar a sus familias diariamente en la adoración del Dios viviente.
Pablo les dice a los hombres de la Iglesia que actúen como VERDADEROS HOMBRES. Aunque en nuestros días la masculinidad se ha “re-definido” de manera retorcida, la Biblia define al cabeza de familia como alguien que dirige a la familia en la adoración diaria del Dios viviente.
Efesios 6:4 NTV
4 Padres, no hagan enojar a sus hijos con la forma en que los tratan. Más bien, críenlos con la disciplina e instrucción que proviene del Señor.
Amados hermanos ¿es por lo menos tu deseo el bienestar eterno de las almas que están bajo tu techo y tu cuidado? Las Escrituras nos enseñan que la iglesia es el factor clave para que muchos hombres se comporten como verdaderos hombres. Cuando la iglesia empieza a ser una iglesia gobernada por hombres espirituales que discipulan a otros hombres de la misma naturaleza, entonces ¡podemos esperar que se produzca finalmente un “efecto dominó” en la fe cristiana!
Entonces, veremos entre nosotros hombres y mujeres que no vivan para ellos mismos, sino para servir a otros, especialmente mientras van descubriendo su rol en el plan redentor en desarrollo de Dios. Mientras educas a tus hijos en el conocimiento de Dios, no te olvides que algún día ellos serán padres. ¡Tus hijos tendrán que educar a sus hijos, y en su momento ellos tendrán que educar a sus hijos! Por eso, eduquemos bien y transmitamos nuestra fe en Jesucristo de manera pura.

CONCLUSIÓN

Como podemos ver, el principio de Restaurar El Altar familiar se origina en la palabra de Dios, que nos habla del altar restaurado por el profeta Elías. Si nosotros logramos establecer El Altar Familiar lograremos integrar a nuestras familias no solo en los diversos ministerios de la Iglesia, sino al propósito que tenemos como familia, no solo en la congregación a la que pertenecemos, también en la comunidad donde vivimos, a la escuela donde vamos. Es decir, tendremos la oportunidad de enseñar y recuperar valores y principios éticos, morales y espirituales que hemos ido perdiendo por haber descuidado el Altar a nuestro Dios.
Te desafío para que asumas el reto de restaurar y establecer el Altar Familiar en tu casa.
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