TERCER Y CUARTO
los diez mandamientos • Sermon • Submitted
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Ex. 20:7 – 11
NO USES EL NOMBRE DE DIOS SUPERFICIALMENTE
Ex. 20:7
No tomarás el nombre de Jehová tu Dios en vano; porque no dará por inocente Jehová al que tomare su nombre en vano.
Introducción:
Stg. 3:2 – 10
2 Porque todos ofendemos muchas veces. Si alguno no ofende en palabra, este es varón perfecto, capaz también de refrenar todo el cuerpo.
3 He aquí nosotros ponemos freno en la boca de los caballos para que nos obedezcan, y dirigimos así todo su cuerpo.
4 Mirad también las naves; aunque tan grandes, y llevadas de impetuosos vientos, son gobernadas con un muy pequeño timón por donde el que las gobierna quiere.
5 Así también la lengua es un miembro pequeño, pero se jacta de grandes cosas. He aquí, ¡cuán grande bosque enciende un pequeño fuego!
6 Y la lengua es un fuego, un mundo de maldad. La lengua está puesta entre nuestros miembros, y contamina todo el cuerpo, e inflama la rueda de la creación, y ella misma es inflamada por el infierno.
7 Porque toda naturaleza de bestias, y de aves, y de serpientes, y de seres del mar, se doma y ha sido domada por la naturaleza humana;
8 pero ningún hombre puede domar la lengua, que es un mal que no puede ser refrenado, llena de veneno mortal.
9 Con ella bendecimos al Dios y Padre, y con ella maldecimos a los hombres, que están hechos a la semejanza de Dios.
10 De una misma boca proceden bendición y maldición. Hermanos míos, esto no debe ser así.
La lengua es un pequeño miembro que forma parte de nuestro cuerpo, pero que es muy difícil de controlar para nosotros los seres humanos, por nuestra naturaleza pecaminosa.
La lengua es el instrumento que nosotros usamos para levantar el nombre de Dios en vano.
Cuenta la historia alemana de un joven que se entregó a jurar e inventar nuevos juramentos alzando el Nombre de Dios, el Señor envió un cáncer a su boca que le comió la lengua y del cual murió.
Alzar el Nombre de Dios en vano trae consigo grandes consecuencias. En el Antiguo Testamento alzar el Nombre de Dios, llevaba a la muerte. Un hombre que blasfemaba contra Dios (porque alzar el nombre de Dios en vano es blasfemia), el Señor lo apedreaba hasta morir.
Lv. 24:11, 23
11 Y el hijo de la mujer israelita blasfemó el Nombre, y maldijo; entonces lo llevaron a Moisés. Y su madre se llamaba Selomit, hija de Dibri, de la tribu de Dan.
Lo que este joven hizo es maldecir, blasfemar contra el Nombre de Dios. Y quizás me puedes decir que este joven no está alzando el Nombre de Dios en vano, sino lo que está haciendo es atacar directamente a Dios. Pero algo que no tenemos que pasar por alto es que el nombre de Dios estaba siendo mencionado, el Nombre de Dios estaba presente. Así que, el Nombre de Dios estaba siendo alzado en vano y las consecuencias fueron.
v. 23
Y habló Moisés a los hijos de Israel, y ellos sacaron del campamento al blasfemo y lo apedrearon. Y los hijos de Israel hicieron según Jehová había mandado a Moisés.
Nosotros empezamos mencionando la lengua, porque mis hermanos nosotros tenemos que tener mucho cuidado con nuestra lengua
- No solamente cuando hacemos algún comentario.
- No solo cuando estamos en una conversación persona a persona.
- No solo cuando estamos hablando de alguien más.
- No solo en los momentos de ira (insulto, humillación, etc)
- Incluso no solo en los momentos de felicidad, porque a veces la lengua es rápida y hacemos promesas que no cumplimos.
- Sino que también debemos de cuidar nuestra lengua de que el Nombre de Dios no se ha alzado en vano, de que el Nombre de Dios no sea mencionado por mencionar no se ha dicho por decir, como si fuera el nombre de cualquier persona o de cualquier criatura.
1. Tomamos el nombre de Dios en vano cuando hablamos de su nombre de manera leve e irreverente.
Cada vez que el nombre de Dios es mencionado en la Biblia sobre todo en los salmos el salmista menciona a Dios con mucha reverencia.
Sal. 50:1
El Dios de dioses, Jehová, ha hablado, y convocado la tierra, …
Sal. 83:18
Y conozcan que tu nombre es Jehová; tú solo Altísimo sobre toda la tierra.
Incluso los discípulos en el Nuevo Testamento cuando se refirieron a Jesús, santificaron su Nombre, fueron muy reverentes al mencionar a Jesús.
Lc. 24:19
Entonces él les dijo: ¿Qué cosas? Y ellos le dijeron: De Jesús nazareno, que fue varón profeta, poderoso en obra y en palabra delante de Dios y de todo el pueblo.
Ilustración:
En la historia vemos que, si algún momento el rey era mencionado por sus súbditos, por el pueblo, cada persona le daba un título de honor al rey.
“su majestad” “su eminencia” “Oh poderoso rey”
Ellos no tomaban de manera leve y sencilla, de manera irreverente al nombre de su rey.
Así deberíamos nosotros hablar de Dios, con la reverencia sagrada que se merece la infinita majestad de Dios.
Si nosotros hablamos el Nombre de Dios y no le otorgamos un título de honor, que Él se merece, pues estamos cayendo probablemente en el pecado de alzar el Nombre de Dios en vano.
2. Tomamos el nombre de Dios en vano cuando profesamos el nombre de Dios, pero no vivimos en obediencia a Él
Tito 1:16
Profesan conocer a Dios, pero con los hechos lo niegan, siendo abominables y rebeldes, reprobados en cuanto a toda buena obra.
Cada vez que nosotros decimos creer en Dios, cada vez que nosotros decimos que somos hijos de Dios, cada vez que nosotros decimos ser cristianos, lo mencionamos con nuestra lengua, pero luego nuestra vida se opone a nuestra confesión de fe, luego nuestra vida muestra realmente que no creemos en un Dios, no muestra realmente que somos cristianos.
Eso es alzar el nombre de Dios en vano. Porque dices creer en ese Dios, pero con tus hechos terminas negando a ese Dios.
Y ahora ¿sabes lo que sucede en la mente y en los labios de las personas que nos ven?
Ro. 2:24
Porque como está escrito, el nombre de Dios es blasfemado entre los gentiles por causa de vosotros.
El pueblo De Israel, los judíos profesaban ser el pueblo de Dios, pero no llegaban a vivir como ese Dios les mandaba vivir. Es por eso que los gentiles al ver la vivencia de los judíos blasfemaban el nombre de Dios.
Si nosotros confesamos ser cristianos y no vivimos como Cristo de acuerdo a su carácter, a su imagen y semejanza. Terminaremos siendo los protagonistas que llevaron a la gente incrédula a blasfemar el nombre de Dios, a blasfemar el nombre de Cristo.
3. Tomamos el nombre de Dios en vano cuando lo adoramos con nuestros labios, pero no con nuestro corazón.
Pr. 23:26
Dame, hijo mío, tu corazón, y miren tus ojos por mis caminos.
Dios llama a entregarle nuestro corazón.
El corazón es lo principal en la adoración a Dios, porque ahí está nuestra voluntad, ahí están nuestros afectos y nuestro intelecto.
Si nosotros cada domingo venimos aquí a la iglesia y parecemos adorar a Dios, pero apartamos nuestro corazón de Él, tomamos Su nombre en vano.
Mt. 15:8
Este pueblo de labios me honra; mas su corazón está lejos de mí.
Thomas Watson
Nuestros ojos se elevan al cielo, pero nuestro corazón está arraigado en la tierra.
4. Tomamos el nombre de Dios en vano cuando le oramos, pero no creemos en Él.
Dios sálvame…
Dios ayúdame…
Dios perdóname…
Dios no sé qué hacer, pero tú si sabes…
Dios confío en ti…
Dios espero en ti…
Dios sé que tienes una voluntad buena agradable y perfecta para mí…
Pero después de levantarnos, incluso haber llorado, muchas veces no creemos que Dios va a responder después de haber orado.
Mencionamos el nombre de Dios en nuestras oraciones con una supuesta fe, nos levantamos de nuestras rodillas y nosotros mismos empezamos a preguntarnos:
¿Me habrá perdonado? ¿si me dará la salida a mi problema? ¿si me ayudará a crecer espiritualmente, realmente lo hará?
Cuando comenzamos a dudar, eso es deshonrar a Dios y tomar su nombre en vano.
Porque estamos creyendo que Dios tiene oídos pero que no oye o si oye, al dudar estamos dando a entender que Él no tiene el poder, ni la capacidad para hacer lo que le pedí.
O también estamos dando a entender que simplemente es un mentiroso que promete misericordia aquel que le clama, pero que no cumple su palabra.
1 Jn. 5:10
…el que no cree a Dios, le ha hecho mentiroso…
Nosotros necesitamos orar con fe y levantarnos de nuestras rodillas con fe, creyendo que lo hará, creyendo que Él dará la respuesta correcta a mi oración. Así es que no alzaremos el nombre de Dios en vano.
Por causa del tiempo voy a mencionar algunas cosas de forma rápida de como es que alzamos el nombre de Dios en vano.
5. Tomamos el nombre de Dios en vano cuando usamos su palabra de manera incorrecta.
por ejemplo:
hay quienes hablan la palabra de Dios con desprecio
hay quienes usan la palabra de Dios para defender sus pecados
y hay quienes tuercen la palabra de Dios y le dan un sentido equivocado
6. Tomamos el nombre de Dios en vano cuando juramos por el nombre de Dios
Al alzar un juramento, trata de no mencionar el nombre de Dios, busca con todas tus fuerzas no mencionar el nombre de Dios, controla tu lengua. Porque es posible que tú no cumplas ese juramento.
Ahora hay tipos y tipos de juramento que no voy a entrar ahora al detalle, pero simplemente trata de no jurar.
Ex. 20:7
No tomarás el nombre de Jehová tu Dios en vano; porque no dará por inocente Jehová al que tomare su nombre en vano.
Al principio vimos que un joven alemán murió de cáncer a la lengua por usar el nombre de Dios en vano. Vimos que en la antigüedad alzar el nombre de Dios en vano era castigado con la muerte.
Hermano un obispo llamado olympias un día reprocho las Trinidad después de hacer eso él fue golpeado repentinamente por 3 rayos que lo quemaron hasta la muerte.
Si algún momento escuchaste o viste a alguien alzar el nombre de Dios en vano, blasfemar contra el nombre de Dios. Tú sabrás que Dios no pasa por alto este pecado.
… porque no dará por inocente Jehová al que tomare su nombre en vano.
Estas últimas palabras que acabo de mencionar deberían de poner un cerrojo, un candado en nuestros labios y hacernos temblar y tener temor de hablar cualquier cosa que pueda traer deshonra Dios, de hablar cualquier cosa donde sea mencionado el nombre de Dios de forma vana.
Hermano si Dios no castiga en esta vida el haber alzado su nombre en vano, Él lo va a hacer en un juicio que ejecutará el día que nosotros pasemos a Su presencia, su condenación vendrá, Él no va a pasar por alto este pecado.
Recuerda:
¡Horrenda cosa es caer en manos del Dios vivo!
Hb. 10:31
CUARTO MANDAMIENTO
RECUERDA SEPARAR UN DÍA PARA SANTIFICARLO
Los mandamientos que nosotros estamos viendo se grabo en piedra por el propio dedo de Dios, luego estos mandamientos se escribieron en papeles, como ahora lo estamos leyendo, pero algo que debemos de tener como meta es que estos mandamientos se graben en nuestro corazón.
Ex. 20:8 – 11
8 Acuérdate del día de reposo para santificarlo.
9 Seis días trabajarás, y harás toda tu obra;
10 mas el séptimo día es reposo para Jehová tu Dios; no hagas en él obra alguna, tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu criada, ni tu bestia, ni tu extranjero que está dentro de tus puertas.
11 Porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, el mar, y todas las cosas que en ellos hay, y reposó en el séptimo día; por tanto, Jehová bendijo el día de reposo y lo santificó.