En esto creemos
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Introducción
Introducción
Cita bíblica: Efesios 4:1-6 “Yo pues, preso en el Señor, os ruego que andéis como es digno de la vocación con que fuisteis llamados, con toda humildad y mansedumbre, soportándoos con paciencia los unos a los otros en amor, solícitos en guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz; un cuerpo, y un Espíritu, como fuisteis también llamados en una misma esperanza de vuestra vocación; un Señor, una fe, un bautismo, un Dios y Padre de todos, el cual es sobre todos, y por todos, y en todos.”
¿Qué es un credo?
¿Qué es un credo?
Un credo es una promesa formal de lealtad a un conjunto de declaraciones doctrinales sobre Dios y su relación con su creación. La palabra “credo” proviene del latín credo, que significa “creer”. Expresa la confianza personal en un conjunto de creencias.
Nuevo diccionario de Teología (CREDOS)
es una declaración autoritativa de los artículos principales de la fe cristiana, a la que se espera que los creyentes asientan.
Credo Niceno-Constantinopolitano
Este credo es basado antiguos credos procedentes de Jerusalén y Antioquía. El credo inicia en el Concilio de Nicea en el 325 d.C. En el Concilio de Constantinopla (381) se realizaron varios cambios en el Credo de Nicea. El credo de Nicea surge como una respuesta a una herejía que surgió con Arrio sobre Cristo como la creación más sublime del Padre, dejando a Cristo como una creación y no como Dios mismo.
Teología Propia
Teología Propia
“Creemos en un Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, y de todas las cosas visibles e invisibles.”
Hay un solo Dios, trino, verdadero, eterno e invisible (Ro. 1:20; Jn 4:24), de infinito poder, sabiduría, y bondad; creador y sustentador de todas las cosas.
Es un sólo Dios en tres personas, no tres dioses (Dt. 6:4-5; Ex. 20:3).
Cristología
Cristología
“Y en un Señor Jesucristo, el unigénito Hijo de Dios, engendrado del Padre antes de todos los mundos, Luz de Luz, Dios mismo de Dios mismo, engendrado, no creado, siendo de una sustancia con el Padre; por quien todas las cosas fueron hechas”
Pablo declara en Efesios 4:5 esta verdad de que Cristo es el único Señor. Juan 3:16 nos expresa a Jesús como el unigénito del Padre. Cuando se habla de “Engendrado, no creado” se menciona que Cristo, siendo Dios, fue hecho hombre. Mantiene la misma sustancia con el Padre, es en Cristo que todas las cosas fueron creadas (Col. 1:15-17)
Soteriología
Soteriología
“Quien por nosotros los hombres y por nuestra salvación descendió del cielo, y se encarnó por el Espíritu Santo de la Virgen María, y se hizo hombre; Él fue crucificado por nosotros bajo Poncio Pilato, y sufrió, y fue sepultado, y al tercer día resucitó, según las Escrituras, y ascendió a cielo, y está sentado a la diestra del Padre”
Filipenses 2:6 presenta la encarnación de Cristo con el solo objetivo de que todos los elegidos fuesen salvados por la gracia derramada en esa cruz. Fue por nosotros que descendió del cielo para salvarnos de la ira futura y la condenación del pecado.
Encontramos algo de Pneumatología en esta declaración. Fue el Espíritu quien engendró en María la virgen. Cristo, sin pecado por cuanto no hubo participación del hombre, sino que fue obra divina. De ahí que fuera el único cualificado para ser el Salvador nuestro.
Sobre la muerte de Cristo, su sufrimiento ya estaba profetizado desde la creación y mucho más evidente en el ministerio de Isaías 53. Pablo nos habla sobre el cumplimiento de esto conforme a las Escrituras (1 Co. 15:3-4). Su ascensión evidenciada por 120 personas en Hechos 1:9.
Escatología
Escatología
“de allí vendrá otra vez, con gloria, para juzgar a vivos y muertos; cuyo reino no tendrá fin.”
La escatología es el estudio de las últimas cosas que han de suceder en este mundo. El credo dice que el Señor, de estar a la diestra del Padre volverá otra vez, pero diferente. Diferente en el sentido de que vendrá vestido de gloria, ya no para ofrecer salvación, sino para juzgar directamente a todos los vivos y muertos en Cristo y sin él. El establecimiento de su reino tendrá lugar posteriormente a la venida de Cristo cuyo reino no tendrá fin.
Pneumatología
Pneumatología
“Y en el Espíritu Santo, el Señor y Dador de vida, que procede del Padre [y del Hijo], que con el Padre y el Hijo juntos es adorado y glorificado, que habló por los profetas.”
La Pneumatología es el estudio del Espíritu Santo. Dentro de las Escrituras encontramos mucha evidencia que presenta al Espíritu Santo como Dios en la misma esencia del Padre y del Hijo, pero diferente a ellos (Hch. 5; 1 Co 2:10; 12:11).
Es este Espíritu que habló y se relacionó con los profetas en la antigüedad.
Eclesiología
Eclesiología
“En una santa Iglesia católica y apostólica; reconocemos un solo bautismo para la remisión de los pecados; esperamos la resurrección de los muertos y la vida del mundo venidero. Amén.”
Las tres características mencionadas en este credo son veraces, ninguna falsa ni herética. La iglesia del Señor es santa, así lo declara Pedro (1 P. 2:9), es Católica debido a la universalidad de la misma. En la oración sacerdotal de Cristo vemos claramente que su oración no fue sólo por los que estaban ahí sino también por los que han de creer en todo el mundo (Jn 17:9, 20). La iglesia también es universal, Pablo así lo menciona en su carta a los Efesios 2:19-22.
El mundo pasará y todos esperamos la resurrección de los muertos para la vida venidera que el Señor nos prometió (1 Ts. 4:13-18)
Conclusión
Conclusión
El cristianismo depende completamente de la doctrina. Si la revelación de Dios es tergiversada, el cristianismo se distorsiona.
Los credos son grandes tesoros para la Iglesia. Son tesoros que no solo tienen valor en el pasado —habiendo sido los defensores de la fe ortodoxa en innumerables batallas teológicas—, sino también en el futuro. Nos ayudan a recordar quién es Dios y por qué se ha revelado en su Palabra. Nos recuerdan que la consecuencia de desviarnos de las Escrituras es la muerte espiritual.
Si la vida de la Iglesia depende de su teología, entonces, con su propia vida, la Iglesia debe defenderla. Los credos que ayudaron a Moisés, Pablo, Atanasio, y Calvino siguen a tu disposición como un escudo teológico para la defensa de tu vida.