Por uno vale la pena

Marcos 5:1–10 RVR60

1 Vinieron al otro lado del mar, a la región de los gadarenos. 2 Y cuando salió él de la barca, en seguida vino a su encuentro, de los sepulcros, un hombre con un espíritu inmundo, 3 que tenía su morada en los sepulcros, y nadie podía atarle, ni aun con cadenas. 4 Porque muchas veces había sido atado con grillos y cadenas, mas las cadenas habían sido hechas pedazos por él, y desmenuzados los grillos; y nadie le podía dominar. 5 Y siempre, de día y de noche, andaba dando voces en los montes y en los sepulcros, e hiriéndose con piedras. 6 Cuando vio, pues, a Jesús de lejos, corrió, y se arrodilló ante él. 7 Y clamando a gran voz, dijo: ¿Qué tienes conmigo, Jesús, Hijo del Dios Altísimo? Te conjuro por Dios que no me atormentes. 8 Porque le decía: Sal de este hombre, espíritu inmundo. 9 Y le preguntó: ¿Cómo te llamas? Y respondió diciendo: Legión me llamo; porque somos muchos. 10 Y le rogaba mucho que no los enviase fuera de aquella región.

Introducción

En el contexto que antecede a este pasaje de la escritura de Marcos, vemos al Señor y a los discípulos, despidiendo a una gran multitud que los apreciaban y siempre que tenían oportunidad o que el Señor y los discípulos estuvieran en el área se aglomeraban en grandes multitudes para ver y escuchar al Señor.

Luego de despedirlos inmediatamente emprenden un viaje hacia el otro lado del mar de Galilea, a petición del Señor pasan al otro lado. Mientras navegaban se levantó una gran tempestad de viento que echaba las olas en la barca donde viajaban de tal manera que se anegaba, es decir la barca se estaba llenando de agua lo que podía hundirlos en medio de la tormenta.

Y el Señor estaba en la popa (la parte trasera de la barca) durmiendo sobre un cabezal, un cojín para apoyar la cabeza de alguien que esta dormido.

Es muy llamativo el hecho de que el Señor durmiera o pudiese dormir en medio de una gran tempestad. Lo que esta claro es que el Señor estaba en un cuerpo humano, limitado, podía estar cansado después de un largo día de ministerio. Pero por la respuesta que el Señor dará a sus discípulos cuando le despiertan me inclino mas a pensar que el dormir del Señor en medio de la tormenta indica confianza en Dios.

En la barca había uno confiado en Dios y otros amedrentados por el viento, las olas y el estruendo de las aguas; quienes todavía después de haber estado con el Señor y haber visto su poder, no tenían fe.

Queridos hermanos.

No tenemos razones para temer, tenemos pruebas contundentes y muchas más razones para tener fe y confiar en nuestro Dios.

Determinados momentos oscuros en nuestro caminar con Dios tendremos que vivirlos con gallardía, con coraje, con lucidez. Con dolor porque seguramente nos va a doler y estaremos cansados, pero con fe, con confianza en el Dios fiel. Porque fiel es el que nos ha llamado a servirle, otros pueden no ser fiel pero Dios nunca dejará de ser fiel.

Él ha sido fiel, ha provisto, ha cuidado, ha curado, ha restaurado, siempre ha estado y siempre estará con los que de corazón limpio le sirven.

Reina Valera Revisada (1960) Capítulo 4

Y les dijo: ¿Por qué estáis así amedrentados? ¿Cómo no tenéis fe?

Los discípulos aquí son una imagen de lo que somos muchos de nosotros en nuestro peregrinaje de la vida cristiana y nuestro servicio a Dios.

En las primeras de cambio, cuando las cosas se ponen difíciles, la inflación en alza, el salario no alcanza, la guerra de Rusia y Ucrania que repercute aún en las economías más grandes, las enfermedades como el cáncer, el covid, la muerte misma, las perdidas materiales.

Ni hablemos del ministerio cuando las cosas se ponen difíciles, porque a veces pareciera que ignoramos el hecho de que el trabajo y trabajar en el ministerio de la obra de Dios no sera algo sumamente sencillo. Pensamos que no tendremos oposición, pensamos que el enemigo de nuestras almas y el enemigo de la Iglesia y la predicación del evangelio estará de brazos cruzados, viendo como el evangelio entra en su terreno y no hará ni opondrá resistencia.

¡Lo hará!. Satanás levantará la tormenta para que nos desanimemos en el camino, para que pensemos que no se puede y que desistamos de seguir proclamando la gloria de Dios.

No te amedrentes, no tengas miedo, sigue confiando en tu Dios, sigue sirviendo a Dios, sigue creyendo en Dios, sigue honrando a Dios, sigue siendo fiel a Dios, no dejes de leer tu Biblia, no dejes de orar, no dejes de venir a la Iglesia solo porque el diablo te ha desanimado.

Si la obra que hacemos es la obra de Dios entonces no hay razón para temer, Dios cumplirá su propósito en su debido momento.

Recuerde que el Señor se propuso ir al otro lado y lo va a hacer no importa que tan grande sea la tormenta.

Alguien dijo: Es necesario confiar en el Dios de las largas noches, en el Dios de los días negros pues este Dios en las encrucijadas más oscuras nos tomará de la mano y nos dirá aquí estoy no temas.

Hermanos necesitamos confiar en Dios y la obra que Él hace.

Cristo sabía que esta tormenta vendría.

Tenía todo el poder y la autoridad para alejarla.

Pero prefirió atravesarla con sus discípulos.

Y allí midió la fe de ellos.

Ellos aprendieron lo que nosotros necesitamos aprender, el Señor siempre está con su discípulos y Él es suficiente en cada situación que enfrentemos.

Ahora bien: en nuestro texto leemos que ellos llegaron al otro lado del mar de Galilea.

Marcos 5:1–6 RVR60

1 Vinieron al otro lado del mar, a la región de los gadarenos. 2 Y cuando salió él de la barca, en seguida vino a su encuentro, de los sepulcros, un hombre con un espíritu inmundo, 3 que tenía su morada en los sepulcros, y nadie podía atarle, ni aun con cadenas. 4 Porque muchas veces había sido atado con grillos y cadenas, mas las cadenas habían sido hechas pedazos por él, y desmenuzados los grillos; y nadie le podía dominar. 5 Y siempre, de día y de noche, andaba dando voces en los montes y en los sepulcros, e hiriéndose con piedras. 6 Cuando vio, pues, a Jesús de lejos, corrió, y se arrodilló ante él.

El evangelio es de alcance universal, debemos llevarlo a todos los hombres

Si usted nota ellos dejaron una comunidad judía y cruzaron al otro lado del mar para llegar a una comunidad gentil, ¿cómo sabemos que no eran judíos? lo sabemos no solo por la ubicación sino por los cerdos, un judío no apacentaba cerdos, para ellos era un animal inmundo.

Cruzaron todo el mar en medio de una tormenta, dejando una multitud atrás para que al llegar al otro lado los reciba un hombre y endemoniado.

Ellos hicieron todo ese viaje en medio de la tormenta para ir a tocar un hombre.

Tocar a un hombre con el poder transformador del evangelio, para devolverlo a la sociedad sano y salvo.

Lo que significo tocar la economía de la región. Si usted noto, 2000 cerdos se precipitaron al mar y se ahogaron.

Marcos 5:11–13 RVR60

11 Estaba allí cerca del monte un gran hato de cerdos paciendo. 12 Y le rogaron todos los demonios, diciendo: Envíanos a los cerdos para que entremos en ellos. 13 Y luego Jesús les dio permiso. Y saliendo aquellos espíritus inmundos, entraron en los cerdos, los cuales eran como dos mil; y el hato se precipitó en el mar por un despeñadero, y en el mar se ahogaron.

Marcos 5:14–15 RVR60

14 Y los que apacentaban los cerdos huyeron, y dieron aviso en la ciudad y en los campos. Y salieron a ver qué era aquello que había sucedido. 15 Vienen a Jesús, y ven al que había sido atormentado del demonio, y que había tenido la legión, sentado, vestido y en su juicio cabal; y tuvieron miedo.

La pregunta que nos hacemos es, ¿tuvieron miedo? ¿de qué?

No tuvieron miedo de los demonios, pues ya no estaban allí, no tuvieron miedo del endemoniado pues ya no estaba endemoniado, estaba sentado, vestido y en su juicio cabal. Entonces, ¿de que tuvieron miedo?

El verbo temer utilizado allí es literalmente miedo, de la situación que acaba de ocurrir.

Es demasiado dinero perder 2000 cerdos por una persona loca y endemoniada. estaban asustados de perder tanto dinero.

¿Qué se proponen hacer ahora?

Marcos 5:16–17 RVR60

16 Y les contaron los que lo habían visto, cómo le había acontecido al que había tenido el demonio, y lo de los cerdos. 17 Y comenzaron a rogarle que se fuera de sus contornos.

¡Increíble! Esta gente le pidieron al Señor que se fuera de su territorio, no lo recibieron, no le creyeron, lo rechazaron.

Es como que hayan dicho al Señor: Si tu presencia entre nosotros va a significar que nuestra economía este afectada, si tu presencia va a significar cambiar nuestras estructuras y nuestro estilo de vida te rogamos que te vayas de entre nosotros, no te queremos.

Ahora bien, como esa región también nosotros a veces corremos el mismo peligro de rechazar y decirle a Cristo que se vaya de nosotros.

Muchas veces le decimos al Señor, no perturbes mi orden, mi comodidad, no perturbes mis posesiones, no me enfrentes con mi avaricia, con mi falta de generosidad, no me enfrentes con mi egoísmo, no me hables de mi amargura y mi falta de perdón si tu presencia va a significar que yo sea transformado por completo en todo mi ser y que mis prioridades cambien entonces no vengo más a la Iglesia.

Queridos hermanos a lo largo de los evangelios vemos que el Señor no sólo tuvo problemas con lo que Él dijo de Dios para ser atacado y perseguido, Él también tuvo problemas con lo que dijo con respecto al hombre y sus necesidades y eso también provoco el rechazo de muchos.

Al final ellos tuvieron que volver de donde habían venido. La pregunta es, qué estarían pensando los discípulos en ese momento. seguramente dirían lo que yo diría. Dejamos todo el ministerio en la otra orilla, la Iglesia, el ministerio y gente que nos ama de verdad, el viaje fue costoso, casi nos mata la tormenta, todo lo que pasamos ¿para qué? por uno solo? y encima todos se enojan y nos echan. Señor no entendemos lo que estas haciendo.

A veces esto también nos pasa en medio de las iglesias a las cuales servimos.

Cuando desafiamos a la Iglesia a cruzar al otro lado, el lado que tiene que ver con la predicación del evangelio y de alcanzar a otros siendo testigos, o cuando desafiamos a la iglesia a vivir para Dios en la justicia y santidad de la verdad, viviendo la vida que agrada a Dios, nos encontramos con la misma reacción.

Y que hacemos pastor, ¿cambiamos? dejamos de seguir predicando el evangelio, dejamos de servir al Señor? No hermanos.

Seguimos aunque solo uno se quede, aunque sólo uno se convierta, aunque solo uno sea transformado por la gracia de Dios.

Seguir a Cristo no es tarea fácil y servirlo predicando su Palabra mucho menos, pero vale la pena seguirlo, vale la pena servirle, vale la pena gastarnos a nosotros mismos, vale la pena dar nuestra vida, nuestra comodidad, nuestra zona de confort y el éxito que podamos lograr aunque solo uno conozca al Señor y se convierta y viva una vida plena para Dios.

Conclusión

Al final el Señor y los discípulos volvieron pero en Gadara se quedo un testigo fiel y transformado el cual comenzó a predicar en Decápolis cuán grandes cosas había hecho el Señor con él; y todos se maravillaban.

La pregunta es: Cruzaras hacia el otro lado, pastor y adonde vamos, pues a buscar y a los perdidos. ¿Serás fiel en seguir y servir al Señor? el viaje no es fácil, como ya vez habrá tormenta, nos van a rechazar, no seremos bienvenidos, pero valdrá la pena todo el esfuerzo que hagamos.

Porque servir a Cristo no es en vano.