EL PELIGRO DE LA INMADUREZ
Notes
Transcript
INTRODUCCIÓN
INTRODUCCIÓN
El resultado de crecimiento insuficiente, o un fallo en el desarrollo de su potencial completo.
El resultado de crecimiento insuficiente, o un fallo en el desarrollo de su potencial completo.
I. SEÑALES DE INMADUREZ FÍSICA
I. SEÑALES DE INMADUREZ FÍSICA
a) Orgullo 2 Sm 15:1-4
a) Orgullo 2 Sm 15:1-4
1 Aconteció después de esto, que Absalón se hizo de carros y caballos, y cincuenta hombres que corriesen delante de él.
2 Y se levantaba Absalón de mañana, y se ponía a un lado del camino junto a la puerta; y a cualquiera que tenía pleito y venía al rey a juicio, Absalón le llamaba y le decía: ¿De qué ciudad eres? Y él respondía: Tu siervo es de una de las tribus de Israel.
3 Entonces Absalón le decía: Mira, tus palabras son buenas y justas; mas no tienes quien te oiga de parte del rey.
4 Y decía Absalón: ¡Quién me pusiera por juez en la tierra, para que viniesen a mí todos los que tienen pleito o negocio, que yo les haría justicia!
b) Rechazo de consejo sabio Dt 21:18; 1 Re 12:8
b) Rechazo de consejo sabio Dt 21:18; 1 Re 12:8
18 Si alguno tuviere un hijo contumaz y rebelde, que no obedeciere a la voz de su padre ni a la voz de su madre, y habiéndole castigado, no les obedeciere;
8 Pero él dejó el consejo que los ancianos le habían dado, y pidió consejo de los jóvenes que se habían criado con él, y estaban delante de él.
c) Falta de tacto 1 Re 12:13–14
c) Falta de tacto 1 Re 12:13–14
13 Y el rey respondió al pueblo duramente, dejando el consejo que los ancianos le habían dado;
14 y les habló conforme al consejo de los jóvenes, diciendo: Mi padre agravó vuestro yugo, pero yo añadiré a vuestro yugo; mi padre os castigó con azotes, mas yo os castigaré con escorpiones.
d) Falta de respeto 2 Re 2:23; Job 19:18
d) Falta de respeto 2 Re 2:23; Job 19:18
23 Después subió de allí a Bet-el; y subiendo por el camino, salieron unos muchachos de la ciudad, y se burlaban de él, diciendo: ¡Calvo, sube! ¡calvo, sube!
18 Aun los muchachos me menospreciaron; Al levantarme, hablaban contra mí.
e) Debilidad de carácter 2 Cr 13:7
e) Debilidad de carácter 2 Cr 13:7
7 Y se juntaron con él hombres vanos y perversos, y pudieron más que Roboam hijo de Salomón, porque Roboam era joven y pusilánime, y no se defendió de ellos.
f) Necedad Pr 22:15
f) Necedad Pr 22:15
15 La necedad está ligada en el corazón del muchacho; Mas la vara de la corrección la alejará de él.
g) Falta de entendimiento Dt 1:39; Pr 1:4; Jon 4:11; 1 Co 13:11
g) Falta de entendimiento Dt 1:39; Pr 1:4; Jon 4:11; 1 Co 13:11
39 Y vuestros niños, de los cuales dijisteis que servirían de botín, y vuestros hijos que no saben hoy lo bueno ni lo malo, ellos entrarán allá, y a ellos la daré, y ellos la heredarán.
4 Para dar sagacidad a los simples, Y a los jóvenes inteligencia y cordura.
11 ¿Y no tendré yo piedad de Nínive, aquella gran ciudad donde hay más de ciento veinte mil personas que no saben discernir entre su mano derecha y su mano izquierda, y muchos animales?
11 Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño, juzgaba como niño; mas cuando ya fui hombre, dejé lo que era de niño.
h) Falta de auto-control Tit 2:6
h) Falta de auto-control Tit 2:6
6 Exhorta asimismo a los jóvenes a que sean prudentes;
i) Desgracia Pr 29:15
i) Desgracia Pr 29:15
15 La vara y la corrección dan sabiduría; Mas el muchacho consentido avergonzará a su madre.
j) Desperdicio Lc 15:13
j) Desperdicio Lc 15:13
13 No muchos días después, juntándolo todo el hijo menor, se fue lejos a una provincia apartada; y allí desperdició sus bienes viviendo perdidamente.
II. INMADUREZ ESPIRITUAL DEBE SER EVITADA
II. INMADUREZ ESPIRITUAL DEBE SER EVITADA
1 Co 14:20; He 6:1
2 Co 13:9,11 La palabra “perfección” puede ser entendida en términos de madurez; Ef 4:13,15; Col 1:28; 4:12; Stg 1:4; 2 P 3:18
III. SEÑALES DE INMADUREZ ESPIRITUAL
III. SEÑALES DE INMADUREZ ESPIRITUAL
a) Reincidencia Mt 13:20–21, Mr 4:16–17, Lc 8:13 Jesucristo a sus discípulos. Ver también Gl 4:8–9
a) Reincidencia Mt 13:20–21, Mr 4:16–17, Lc 8:13 Jesucristo a sus discípulos. Ver también Gl 4:8–9
20 Y el que fue sembrado en pedregales, éste es el que oye la palabra, y al momento la recibe con gozo;
21 pero no tiene raíz en sí, sino que es de corta duración, pues al venir la aflicción o la persecución por causa de la palabra, luego tropieza.
16 Estos son asimismo los que fueron sembrados en pedregales: los que cuando han oído la palabra, al momento la reciben con gozo;
17 pero no tienen raíz en sí, sino que son de corta duración, porque cuando viene la tribulación o la persecución por causa de la palabra, luego tropiezan.
13 Los de sobre la piedra son los que habiendo oído, reciben la palabra con gozo; pero éstos no tienen raíces; creen por algún tiempo, y en el tiempo de la prueba se apartan.
8 Ciertamente, en otro tiempo, no conociendo a Dios, servíais a los que por naturaleza no son dioses;
9 mas ahora, conociendo a Dios, o más bien, siendo conocidos por Dios, ¿cómo es que os volvéis de nuevo a los débiles y pobres rudimentos, a los cuales os queréis volver a esclavizar?
b) Una conciencia ultra sensible Ro 14:2
b) Una conciencia ultra sensible Ro 14:2
2 Porque uno cree que se ha de comer de todo; otro, que es débil, come legumbres.
c) Falta de entendimiento espiritual 1 Co 3:1–2 Ver también Mt 11:16–19 pp Lc 7:31–35; He 5:11–14
c) Falta de entendimiento espiritual 1 Co 3:1–2 Ver también Mt 11:16–19 pp Lc 7:31–35; He 5:11–14
1 De manera que yo, hermanos, no pude hablaros como a espirituales, sino como a carnales, como a niños en Cristo.
2 Os di a beber leche, y no vianda; porque aún no erais capaces, ni sois capaces todavía,
16 Mas ¿a qué compararé esta generación? Es semejante a los muchachos que se sientan en las plazas, y dan voces a sus compañeros,
17 diciendo: Os tocamos flauta, y no bailasteis; os endechamos, y no lamentasteis.
18 Porque vino Juan, que ni comía ni bebía, y dicen: Demonio tiene.
19 Vino el Hijo del Hombre, que come y bebe, y dicen: He aquí un hombre comilón, y bebedor de vino, amigo de publicanos y de pecadores. Pero la sabiduría es justificada por sus hijos.
31 Y dijo el Señor: ¿A qué, pues, compararé los hombres de esta generación, y a qué son semejantes?
32 Semejantes son a los muchachos sentados en la plaza, que dan voces unos a otros y dicen: Os tocamos flauta, y no bailasteis; os endechamos, y no llorasteis.
33 Porque vino Juan el Bautista, que ni comía pan ni bebía vino, y decís: Demonio tiene.
34 Vino el Hijo del Hombre, que come y bebe, y decís: Este es un hombre comilón y bebedor de vino, amigo de publicanos y de pecadores.
35 Mas la sabiduría es justificada por todos sus hijos.
11 Acerca de esto tenemos mucho que decir, y difícil de explicar, por cuanto os habéis hecho tardos para oír.
12 Porque debiendo ser ya maestros, después de tanto tiempo, tenéis necesidad de que se os vuelva a enseñar cuáles son los primeros rudimentos de las palabras de Dios; y habéis llegado a ser tales que tenéis necesidad de leche, y no de alimento sólido.
13 Y todo aquel que participa de la leche es inexperto en la palabra de justicia, porque es niño;
14 pero el alimento sólido es para los que han alcanzado madurez, para los que por el uso tienen los sentidos ejercitados en el discernimiento del bien y del mal.
d) Divisionismo 1 Co 3:3
d) Divisionismo 1 Co 3:3
3 porque aún sois carnales; pues habiendo entre vosotros celos, contiendas y disensiones, ¿no sois carnales, y andáis como hombres?
e) Inestabilidad Ef 4:14 Ver también Stg 1:6–7
e) Inestabilidad Ef 4:14 Ver también Stg 1:6–7
14 para que ya no seamos niños fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de doctrina, por estratagema de hombres que para engañar emplean con astucia las artimañas del error,
6 Pero pida con fe, no dudando nada; porque el que duda es semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra.
7 No piense, pues, quien tal haga, que recibirá cosa alguna del Señor.
f) Orgullo 1 Ti 3:6 Los líderes de la iglesia deben ser personas maduras espiritualmente. Ver también 1 P 5:5
f) Orgullo 1 Ti 3:6 Los líderes de la iglesia deben ser personas maduras espiritualmente. Ver también 1 P 5:5
6 no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo.
5 Igualmente, jóvenes, estad sujetos a los ancianos; y todos, sumisos unos a otros, revestíos de humildad; porque: Dios resiste a los soberbios, Y da gracia a los humildes.
IV. REMEDIOS PARA LA INMADUREZ
IV. REMEDIOS PARA LA INMADUREZ
a) Confesión de pecado Pr 28:13 Ver también Jr 3:13–22; Stg 5:16; 1 Jn 1:9
a) Confesión de pecado Pr 28:13 Ver también Jr 3:13–22; Stg 5:16; 1 Jn 1:9
13 El que encubre sus pecados no prosperará; Mas el que los confiesa y se aparta alcanzará misericordia.
13 Reconoce, pues, tu maldad, porque contra Jehová tu Dios has prevaricado, y fornicaste con los extraños debajo de todo árbol frondoso, y no oíste mi voz, dice Jehová.
14 Convertíos, hijos rebeldes, dice Jehová, porque yo soy vuestro esposo; y os tomaré uno de cada ciudad, y dos de cada familia, y os introduciré en Sion;
15 y os daré pastores según mi corazón, que os apacienten con ciencia y con inteligencia.
16 Y acontecerá que cuando os multipliquéis y crezcáis en la tierra, en esos días, dice Jehová, no se dirá más: Arca del pacto de Jehová; ni vendrá al pensamiento, ni se acordarán de ella, ni la echarán de menos, ni se hará otra.
17 En aquel tiempo llamarán a Jerusalén: Trono de Jehová, y todas las naciones vendrán a ella en el nombre de Jehová en Jerusalén; ni andarán más tras la dureza de su malvado corazón.
18 En aquellos tiempos irán de la casa de Judá a la casa de Israel, y vendrán juntamente de la tierra del norte a la tierra que hice heredar a vuestros padres.
19 Yo preguntaba: ¿Cómo os pondré por hijos, y os daré la tierra deseable, la rica heredad de las naciones? Y dije: Me llamaréis: Padre mío, y no os apartaréis de en pos de mí.
20 Pero como la esposa infiel abandona a su compañero, así prevaricasteis contra mí, oh casa de Israel, dice Jehová.
21 Voz fue oída sobre las alturas, llanto de los ruegos de los hijos de Israel; porque han torcido su camino, de Jehová su Dios se han olvidado.
22 Convertíos, hijos rebeldes, y sanaré vuestras rebeliones. He aquí nosotros venimos a ti, porque tú eres Jehová nuestro Dios.
16 Confesaos vuestras ofensas unos a otros, y orad unos por otros, para que seáis sanados. La oración eficaz del justo puede mucho.
9 Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad.
b) Disciplina Pr 3:11–12 Ver también Sal 119:67–71; 1 P 4:1–2; Ap 3:19
b) Disciplina Pr 3:11–12 Ver también Sal 119:67–71; 1 P 4:1–2; Ap 3:19
11 No menosprecies, hijo mío, el castigo de Jehová, Ni te fatigues de su corrección;
12 Porque Jehová al que ama castiga, Como el padre al hijo a quien quiere.
67 Antes que fuera yo humillado, descarriado andaba; Mas ahora guardo tu palabra.
68 Bueno eres tú, y bienhechor; Enséñame tus estatutos.
69 Contra mí forjaron mentira los soberbios, Mas yo guardaré de todo corazón tus mandamientos.
70 Se engrosó el corazón de ellos como sebo, Mas yo en tu ley me he regocijado.
71 Bueno me es haber sido humillado, Para que aprenda tus estatutos.
1 Puesto que Cristo ha padecido por nosotros en la carne, vosotros también armaos del mismo pensamiento; pues quien ha padecido en la carne, terminó con el pecado,
2 para no vivir el tiempo que resta en la carne, conforme a las concupiscencias de los hombres, sino conforme a la voluntad de Dios.
19 Yo reprendo y castigo a todos los que amo; sé, pues, celoso, y arrepiéntete.
c) Oración y meditación Sal 119:97–99 Ver también Sal 119:27; Jn 17:17–19; Ro 8:26; He 4:16; Stg 1:25
c) Oración y meditación Sal 119:97–99 Ver también Sal 119:27; Jn 17:17–19; Ro 8:26; He 4:16; Stg 1:25
97 ¡Oh, cuánto amo yo tu ley! Todo el día es ella mi meditación.
98 Me has hecho más sabio que mis enemigos con tus mandamientos, Porque siempre están conmigo.
99 Más que todos mis enseñadores he entendido, Porque tus testimonios son mi meditación.
27 Hazme entender el camino de tus mandamientos, Para que medite en tus maravillas.
17 Santifícalos en tu verdad; tu palabra es verdad.
18 Como tú me enviaste al mundo, así yo los he enviado al mundo.
19 Y por ellos yo me santifico a mí mismo, para que también ellos sean santificados en la verdad.
26 Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles.
16 Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro.
25 Mas el que mira atentamente en la perfecta ley, la de la libertad, y persevera en ella, no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra, éste será bienaventurado en lo que hace.