Conflictos en las relaciones cristianas

En los capítulos 14 y 15 de Romanos Pablo aborda el problema de las relaciones conflictivas en la iglesia.

Conflictos ocasionados por menosprecio, contiendas sobre opiniones, juicios anticipados entre unos y otros, Cosas que siempre están presentes en la iglesia y que puedan producir gran daño, destruyendo la obra de Dios.

Ante esta situación el apóstol solicita encarecidamente a sus hermanos que no se juzguen unos a otros, tengan cuidado en no poner tropiezo al hermano, que sigan lo que contribuye a la paz, que soporten la flaquezas de los que son débiles, que agrademos a cada uno a nuestro prójimo, como Cristo no se agrado a si mismo sino a nosotros, como única manera de lograr la edificación del cuerpo de Cristo.

Ante este cuadro de necesidad espiritual en la iglesia, Pablo apela una vez mas a La Escritura como herramienta poderosa para superar cualquier conflicto en la relación.

Romanos 15:4 RVR60

4 Porque las cosas que se escribieron antes, para nuestra enseñanza se escribieron, a fin de que por la paciencia y la consolación de las Escrituras, tengamos esperanza.

La Palabra de Dios es el instrumento que Dios utiliza para enseñarnos como manejar las relaciones en la iglesia mediante los ejemplos que encontramos en ella para nuestra edificación.

Desde la primera relación quebrantada de Adan y Eva con Dios, hasta los conflictos de liderazgo que se manifestaron en la iglesia primitiva, La Biblia nos ofrece ayuda para cada uno de esos momentos dificiles, proveyendo dos recursos esenciales:

Paciencia: Capacidad de continuar soportando bajo circunstancias difíciles

Consolación: Producir en alguien aliento o consuelo.

Es por eso que Pablo dirige su petición a Dios de proveer esa identificación y unidad en un mismo sentir.