Lo que Contamina al hombre

El Evangelio de Marcos  •  Sermon  •  Submitted
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lo que contamina al hombre

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LEGALISMO. Mientras que la legalidad se refiere al estado o práctica de estar legal (conforme a la ley), el legalismo es: (1) dependencia de la observancia de la ley como medio de salvación, y / o (2) esclavitud excesiva a la letra de la ley que pasa por alto su intención y que no la motiva el amor. La amenaza del legalismo ha plagado a la iglesia desde el primer siglo hasta el presente. En la actualidad el peligro no radica en adoptar la ley judía, sino en desviarse hacia el moralismo, versión “cristiana” del legalismo.
Los legalistas quieren ganarse el favor de Dios atrevas de su Obediencia. No a la escritura como norma de vida, sino a un conjunto de normas impuestas por hombre.
Mr.7:1-5
Se juntaron a Jesús los fariseos, y algunos de los escribas, que habían venido de Jerusalén; 2 los cuales, viendo a algunos de los discípulos de Jesús comer pan con manos inmundas, esto es, no lavadas, los condenaban. 3 Porque los fariseos y todos los judíos, aferrándose a la tradición de los ancianos, si muchas veces no se lavan las manos, no comen. 4 Y volviendo de la plaza, si no se lavan, no comen. Y otras muchas cosas hay que tomaron para guardar, como los lavamientos de los vasos de beber, y de los jarros, y de los utensilios de metal, y de los lechos. 5 Le preguntaron, pues, los fariseos y los escribas: ¿Por qué tus discípulos no andan conforme a la tradición de los ancianos, sino que comen pan con manos inmundas?
Los fariseos estaban atentos, buscando una oportunidad para criticarlo.
Marcos dice que discípulos no practicaban“la tradición de los ancianos” (vv. 3, 5). Constaba de una serie de reglamentos minuciosos que habían sido transmitidos en forma oral por los principales rabinos del pasado.
los rabinos habían añadido a la ley de Moisés, Estos ritos para asegurarse que la ley era obedecida al pie de la letra.
En el antiguo testamento Dios había dado un conjuntos de leyes , para que ellos tuvieran la visual, de como tenían que hacer antes de entrar a la presencia de Dios.
Y todo aquel a quien tocare el que tiene flujo, y no lavare con agua sus manos, lavará sus vestidos, y a sí mismo se lavará con agua, y será inmundo hasta la noche. 12 La vasija de barro que tocare el que tiene flujo será quebrada, y toda vasija de madera será lavada con agua.
Esto no era un fin en si mismo, esto tenia como fin el de preparar al pueblo para la llegada del nuestro Salvador.
Porque ningún jabón del mundo puede hacer nada por que el problema del hombre es Espiritual.
Jr.2.22
Aunque te laves con lejía, y amontones jabón sobre ti, la mancha de tu pecado permanecerá aún delante de mí, dijo Jehová el Señor
Romanos.3:23
23por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios
Ahora veamos La imputación o acusación hecha por Jesucristo (vv. 6–8). El citó una profecía de Is. 29:13, que describía muy bien la actitud hipócrita de los fariseos al sustituir el mandamiento de Dios por la tradición de los hombres (v. 8).
6 Respondiendo él, les dijo: Hipócritas, bien profetizó de vosotros Asíais, como está escrito:Este pueblo de labios me honra,Mas su corazón está lejos de mí.7 Pues en vano me honran,Enseñando como doctrinas mandamientos de hombres. 8 Porque dejando el mandamiento de Dios, os aferráis a la tradición de los hombres: los lavamientos de los jarros y de los vasos de beber; y hacéis otras muchas cosas semejantes
En vano me honran” (v. 7). El Señor consideraba aquello sin valor alguno a pesar de que para los religiosos la tradición de los hombres era más importante que los mandamientos de Dios.
Cuán propensos somos a cuidar las apariencias y a causar una buena impresión, ignorando lo esencial y trascendente! Al hacerlo podemos caer en el pecado de la hipocresía, al representar algo que no es cierto, al fingir sentimientos y cualidades que no tenemos, o al escondernos detrás de una máscara irreal.
Pero que bueno que Dios conoce nuestro corazón y a El nadie lo puede enganar.
1 S.16:7
Y Jehová respondió a Samuel: No mires a su parecer, ni a lo grande de su estatura, porque yo lo desecho; porque Jehová no mira lo que mira el hombre; pues el hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero Jehová mira el corazón.
iii) La invalidación del mandamiento de Dios (v. 9–13), una falta que era aún más grave.
Mr. 7:9-13
Les decía también: Bien invalidáis el mandamiento de Dios para guardar vuestra tradición. 10 Porque Moisés dijo: Honra a tu padre y a tu madre; y: El que maldiga al padre o a la madre, muera irremisiblemente. 11 Pero vosotros decís: Basta que diga un hombre al padre o a la madre: Es Corbán (que quiere decir, mi ofrenda a Dios) todo aquello con que pudiera ayudarte, 12 y no le dejáis hacer más por su padre o por su madre, 13 invalidando la palabra de Dios con vuestra tradición que habéis transmitido. Y muchas cosas hacéis semejantes a estas.
Marcos explica el significado de la palabra hebrea CORBAN, que significa ofrenda, o sea algo dedicado a Dios. Era una cruel costumbre judía que permitía que un hombre le dijera a sus padres: “He dedicado a Dios lo que de otro modo emplearía para el sostén de ustedes.” Al hacer esa declaración estaba legalmente libre de su obligación de cuidar de su padre y madre (ver Ex. 20:12).
Invalidando así uno de los diez mandamientos.
Exodo.20.12
Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días se alarguen en la tierra que Jehová tu Dios te da.
Jesús condenó en forma enérgica esta práctica que permitía la donación de importantes sumas para el templo, a cambio de eludir los deberes u obligaciones oficiales hacia los padres. Además, él lo consideraba un acto de rebeldía contra el expreso mandato de Dios de honrar a los progenitores.
La Palabra de Dios siempre está por encima de las costumbres de los hombres. Poner demasiado énfasis en la tradición es un grave pecado, no sólo de los fariseos sino de todos aquellos que anteponen cualquier cosa a la Palabra de Dios. Así como los de Berea, aferrémonos a lo que dice la Biblia (Hch. 17:11).
Y éstos eran más nobles que los que estaban en Tesalónica, pues recibieron la palabra con toda solicitud, escudriñando cada día las Escrituras para ver si estas cosas eran así.
Este es uno de los pasajes más importantes en las enseñanzas del Señor.
(vv. 14–16). No es lo externo lo que vale sino lo interno. La comida es física y sólo puede afectar al hombre exterior. Las Ceremonias y los rituales son externos y tienen que ver con el exterior del ser humano. En cambio, las cosas que salen del corazón del hombre (o de su naturaleza interior pecaminosa) son las que lo contaminan; y estas cosas no son físicas sino morales y espirituales. Lo que contamina al ser humano no es el mal que hay en el mundo sino lo que está en su interior. Por eso el salmista pedía: “Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio” (Sal. 51:10).
Mr.7:14-16
14 Y llamando a sí a toda la multitud, les dijo: Oídme todos, y entended: 15 Nada hay fuera del hombre que entre en él, que le pueda contaminar; pero lo que sale de él, eso es lo que contamina al hombre. 16 Si alguno tiene oídos para oír, oiga
La comprensión limitada de los discípulos (vv. 17–23) se revela por la pregunta que le formularon al quedar a solas con el Señor. No habían comprendido la parábola y querían que Jesús se las explique. Asombrado por su ignorancia, él les reprochó su falta de entendimiento. Luego con paciencia les explicó que la comida no podía contaminar al hombre porque no entra en su corazón (v. 19) sino en su estómago para que luego el proceso digestivo elimina lo que puede ser dañino. Según este versículo, quedaba abolida la distinción entre comidas limpias y contaminadas que prevalecía en el Antiguo Testamento
Mr.7:17-23
17 Cuando se alejó de la multitud y entró en casa, le preguntaron sus discípulos sobre la parábola. 18 El les dijo: ¿También vosotros estáis así sin entendimiento? ¿No entendéis que todo lo de fuera que entra en el hombre, no le puede contaminar, 19 porque no entra en su corazón, sino en el vientre, y sale a la letrina? Esto decía, haciendo limpios todos los alimentos. 20 Pero decía, que lo que del hombre sale, eso contamina al hombre. 2 1Porque de dentro, del corazón de los hombres, salen los malos pensamientos, los adulterios, las fornicaciones, los homicidios, 22 los hurtos, las avaricias, las maldades, el engaño, la lascivia, la envidia, la maledicencia, la soberbia, la insensatez. 23 Todas estas maldades de dentro salen, y contaminan al hombre.
Lo que Jesús pide es una pureza moral más que ceremonial. El alcance de la contaminación dé las manos es relativo y limitado, mientras que la del corazón puede destruir al individuo y tener una influencia negativa en los demás.
Jr.17:1
El pecado de Judá escrito está con cincel de hierro y con punta de diamante; esculpido está en la tabla de su corazón, y en los cuernos de sus altares
El pecado es una enfermedad del corazón, no un mal de la piel. Con razón la Biblia dice: “Sobre toda cosa, guardada, guarda tu corazón; porque de él mana la vida” (Pr. 4:23).
Ro.6:23
23 Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.
Juan.11:24
24 Marta le dijo: Yo sé que resucitará en la resurrección, en el día postrero. 25 Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá. 26 Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente. ¿Crees esto?
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