El origen del matrimonio

Matrimonio, Bodas, Familia.  •  Sermon  •  Submitted
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Jesucristo, en su disertación, nos deja lecciones importantes que debemos considerar si queremos un matrimonio conforme a la voluntad de Dios. El Maestro nos lleva al principio de la primera mención, y nos brinda verdades que de la revelación original del Creador emanan para bendición de los que inician una familia. José M. Saucedo Valenciano, Ministrando a futuros matrimonios, ed. David Alejandro y Saucedo Valenciano (Port Arthur, TX: Editorial El Principio de la Sabiduría, 2017), 45.

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El matrimonio según Jesús

Mateo 19:4-6
Jesucristo, en su disertación, nos deja lecciones importantes que debemos considerar si queremos un matrimonio conforme a la voluntad de Dios. El Maestro nos lleva al principio de la primera mención, y nos brinda verdades que de la revelación original del Creador emanan para bendición de los que inician una familia.

1. Dios estableció el matrimonio como una relación de unidad entre un hombre y una mujer.

Jesús les recuerda quién los hizo al principio, varón y hembra los hizo… Gén 2:24 “24 Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne.”
Dios es el creador del ser humano, de los géneros y de la relación sexual. Formó al hombre del polvo de la tierra y sopló en él aliento de vida. Luego hizo a la mujer de la carne y el hueso del hombre, y la entregó a él por esposa. Así lo declara Génesis 1-2
Dios hizo al hombre y la mujer diferentes, pero complementarios. Les dio la capacidad de reproducirse y de gobernar la creación en unidad. Los hizo a su imagen y semejanza, con facultades de conocer, razonar, hablar, sentir y expresarse.

2. Dios estableció el matrimonio como una relación que marca el punto de partida para una nueva familia.

Jesús les sigue explicando desde el origen del matrimonio…el hombre dejará padre y madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne…
El matrimonio de ninguna manera anula el vínculo con las familias de los que se casan, pero se termina la relación de autoridad y dependencia. La esposa se convierte en prioridad para el esposo, y viceversa, de tal manera que el núcleo de la autoridad se concentra en la casa que se forma y no en la de los progenitores.
Papá y mamá no dejan de ser importantes, pero ya no tienen potestad sobre la hija ni el hijo. Antes ordenaban, ahora aconsejan; antes su palabra era ley, ahora es opción. Pueden opinar, pero si su criterio no es tomado en cuenta, deben respetar a la nueva familia.

3. Dios estableció el matrimonio como una relación en la que se forma un vínculo perfecto y pleno.

Jesús continua explicando: Así que no son ya más dos, sino una sola carne
El matrimonio es un vínculo perfecto, porque integra dos personalidades en una. De dos almas individuales se torna en una sola carne. En la interacción sexual, económica, emocional y espiritual se van intercambiando elementos entre uno y otro, de tal manera que se influyen mutuamente hasta que logran la unanimidad y la armonía.
(Cualidad de unánime; Que tiene la misma opinión o el mismo sentimiento. En Núria Lucena Cayuela, ed., Diccionario general de la lengua española Vox (Barcelona: VOX, 1997).
El matrimonio es un vínculo pleno, porque la unidad matrimonial bien llevada conduce a la felicidad y a la realización. La mujer y el hombre que antes estaban incompletos, ahora tienen su complemento. Ella es la otra parte de él y él de ella. No son sólo dos personas viviendo bajo el mismo techo o durmiendo en la misma cama. Son parte esencial el uno del otro, comparten vida, crisis, problemas, dichas, logros.

4. Dios estableció el matrimonio como una relación de pacto inquebrantable.

Por esto Jesús aclara…por tanto lo que Dios juntó, no lo separe el hombre.
El divorcio y la separación no son la voluntad de Dios, cuando suceden es por la dureza del corazón de una de las partes o de ambas. Cada matrimonio hace un pacto de fidelidad ante el Señor que se debe guardar hasta la muerte. El único factor que libera a los casados del yugo matrimonial es la defunción (muerte).
Las parejas que se casan tienen la responsabilidad de llevar la unión hasta la tumba. Nada ni nadie debe separar lo que el Señor ha enlazado. Cuando ofendamos hay que pedir perdón, y cuando seamos ofendidos hay que perdonar. Esto es lo que Jesús enseña en capítulo anterior vean Mateo 18:15-22
El matrimonio ideal y duradero no es el exento de problemas, sino el que tiene dos personas dispuestas a perdonar las ofensas. Cuando se cometan errores hay que corregirlos a la brevedad posible, y de la mejor manera.

Conclusión

Sellemos el pacto matrimonial con la disposición a luchar por la felicidad juntos, como marido y mujer. Trabajemos por implementar las medidas preventivas o correctivas necesarias para que nuestra relación soporte los embates de la adversidad. Ahuyentemos con la fe y la palabra de Dios a los fantasmas del divorcio y la separación. A veces el camino se tornará oscuro y parecerá imposible seguir juntos, pero si nos aferramos a la mano de Jesucristo nada podrá destruir nuestra familia ni derribar la casa fundada sobre la roca de la verdad de Cristo.
Adaptado de:
José M. Saucedo Valenciano, Ministrando a futuros matrimonios, ed. David Alejandro y Saucedo Valenciano (Port Arthur, TX: Editorial El Principio de la Sabiduría, 2017), 45–47.
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