Panorama de 1 Timoteo

Autor de la epístola:

Pablo de Tarso es el autor de esta epístola. Hablemos sobre quién es este Pablo. Discípulo de el renombrado Gamaliel, fue miembro de la secta de los fariseos, aguerrido perseguidor de la Iglesia y muy temido en la región de Palestina por la brutalidad con que perseguía el camino. Salvado por Yeshúa Hamashiaj de camino a Damasco, en una visión que le cambiaría su vida para siempre. Se convirtió en apóstol a los gentiles, viajó por Asia, Europa y África fundando Iglesias y predicando el Evangelio de Jesucristo, de lo cual él mismo decía, “soy deudor y ay de mi si no predicase el evangelio”. Pablo escribió 13 epístolas y fue la persona que más contenido aportó al Nuevo Testamento. De ser duro perseguidor de Jesucristo pasó a ser el más grande predicador en la historia del cristianismo, nunca volvió a ser el mismo desde que lo vio. Saulo significa grande, Pablo significa pequeño. Saulo era grande para con los hombres más insignificante para con Dios. Pablo era pequeño para con los hombres, pero invaluable para Dios, seamos más como Pablo y menos como Saulo.

Destinatario:

Timoteo es el receptor de esta epístola, esta sería la primera de dos cartas escritas al mismo Timoteo. Este era discípulo de Pablo, obispo de Éfeso, lo que hoy es Turquía. Timoteo era mestizo, de padre griego, más su madre Eunice y su abuela Loida, las cuales le habían enseñado desde niño a Timoteo las Sagradas Escrituras y eran judías.

Propósito:

Esta es una epístola pastoral, el propósito se encuentra en el capítulo 3, versos 14 y 15. Pablo le escribía estas instrucciones para que si él demoraba, Timoteo supiera conducirse en la Iglesia.

Contexto:

Pablo escribe esta carta entre los años 62 al 64 d.C. Una vez Pablo salió de su primer encarcelamiento romano, visitó nuevamente varias de las ciudades que había ministrado, incluida Éfeso, donde dejó a Timoteo para afrontar los problemas que allí habían surgido: falsa doctrina, desorden en la adoración,la necesidad de líderes calificados y materialismo. Luego Pablo se fue a Macedonia donde le escribió a Timoteo esta carta para ayudarlo con los problemas que allí se le presentaban, más con grandes deseos de ir a donde él estaba.