Salmo 2
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“¿Por qué se enojan tanto las naciones? ¿Por qué pierden el tiempo haciendo planes inútiles? Los reyes de la tierra se preparan para la batalla, los gobernantes conspiran juntos en contra del Señor y en contra de su ungido. «¡Rompamos las cadenas! —gritan—, ¡y liberémonos de ser esclavos de Dios!». Pero el que gobierna en el cielo se ríe; el Señor se burla de ellos. Después los reprende con enojo; los aterroriza con su intensa furia. Pues el Señor declara: «He puesto a mi rey elegido en el trono de Jerusalén, en mi monte santo». El rey proclama el decreto del Señor: «El Señor me dijo: “Tú eres mi hijo. Hoy he llegado a ser tu Padre. Sólo pídelo, y te daré como herencia las naciones, toda la tierra como posesión tuya. Las quebrarás con vara de hierro y las harás pedazos como si fueran ollas de barro”». Ahora bien, ustedes reyes, ¡actúen con sabiduría! ¡Quedan advertidos, ustedes gobernantes de la tierra! Sirvan al Señor con temor reverente y alégrense con temblor. Sométanse al hijo de Dios, no sea que se enoje y sean destruidos en plena actividad, porque su ira se enciende en un instante. ¡Pero qué alegría para todos los que se refugian en él!” (Salmo 2, NTV)
Si fueras rey por 1 día, ¿qué ley o regla quitarías? Y ¿por qué?
“¿Por qué se enojan tanto las naciones? ¿Por qué pierden el tiempo haciendo planes inútiles? Los reyes de la tierra se preparan para la batalla, los gobernantes conspiran juntos en contra del Señor y en contra de su ungido. «¡Rompamos las cadenas! —gritan—, ¡y liberémonos de ser esclavos de Dios!».” (Salmo 2:1–3, NTV)
Esta es una canción sobre el rey. ¿Qué nos dicen los versos 1-3 que está pasando? ¿Actualmente qué podrían ser las cadenas de la esclavitud?
Para condenar a Jesús se unieron Poncio Pilato y Herodes que no se llevaban, se unieron los fariseos y los saduceos que no se llevaban. Llegará el tiempo en que todos o diferentes grupos se unan para atacar a los cristianos.
El Elegido o el Ungido se tradujo como Mesías. ¿Quién es el Ungido del verso 2?
Es el rey temporal, pero todo ellos murieron y por lo que dice en otros versos, también aplica a Jesús, el Cristo.
Históricamente, el rey era ungido por el profeta o sacerdote y reconocían la autoridad divina al hacerlo.
En sentido Mesianico el ungido hace referencia a Jesucristo.
¿Por qué la oposición al rey de Israel es oposición a Dios? (V. 2, 3, 10)
Salmo 2:2 Los reyes de la tierra se preparan para la batalla, los gobernantes conspiran juntos en contra del Señor y en contra de su ungido.
Salmo 2:3 «¡Rompamos las cadenas! —gritan—, ¡y liberémonos de ser esclavos de Dios!».
Salmo 2:10 Ahora bien, ustedes reyes, ¡actúen con sabiduría! ¡Quedan advertidos, ustedes gobernantes de la tierra!
Aunque Dios siempre sabe qué es lo mejor para los seres humanos, muchos reaccionan violentamente contra su señorío[1]
¿Qué noticia que conforta dice el salmista sobre el inminente ataque de las naciones vecinas que se preparan para la guerra? (4-6)
“Pero el que gobierna en el cielo se ríe; el Señor se burla de ellos. Después los reprende con enojo; los aterroriza con su intensa furia. Pues el Señor declara: «He puesto a mi rey elegido en el trono de Jerusalén, en mi monte santo».” (Salmo 2:4–6, NTV)
¿Quién es el Hijo de Dios? En los versos 7 y 12
“El rey proclama el decreto del Señor: «El Señor me dijo: “Tú eres mi hijo. Hoy he llegado a ser tu Padre.” (Salmo 2:7, NTV)
“Sométanse al hijo de Dios, no sea que se enoje y sean destruidos en plena actividad, porque su ira se enciende en un instante. ¡Pero qué alegría para todos los que se refugian en él!” (Salmo 2:12, NTV)
(2ª Samuel 7.12-16)
“Pues cuando mueras y seas enterrado con tus antepasados, levantaré a uno de tus hijos de tu propia descendencia y fortaleceré su reino. Él es quien edificará una casa —un templo— para mi nombre, y afirmaré su trono real para siempre. Yo seré su padre, y él será mi hijo. Si peca, lo corregiré y lo disciplinaré con vara, como lo haría cualquier padre. Pero no le retiraré mi favor como lo retiré de Saúl, a quien quité de tu vista. Tu casa y tu reino continuarán para siempre delante de mí, y tu trono estará seguro para siempre”».” (2º Samuel 7:12–16, NTV)
¿Por qué ponían los judíos su esperanza mesiánica en el rey?
Esperaban un rey local, terrenal, en este sentido sería temporal.
¿Quiénes son las naciones en lo último de la tierra? ¿qué pide Dios que hagan esas naciones?
El NT aplica este salmo a Jesús (Mat. 3.17, Hechos 4.25-27)
“hace mucho tiempo tú hablaste por el Espíritu Santo mediante nuestro antepasado David, tu siervo, y dijiste: “¿Por qué estaban tan enojadas las naciones? ¿Por qué perdieron el tiempo en planes inútiles? Los reyes de la tierra se prepararon para la batalla, los gobernantes se reunieron en contra del Señor y en contra de su Mesías”. »De hecho, ¡eso ha ocurrido aquí en esta misma ciudad! Pues Herodes Antipas, el gobernador Poncio Pilato, los gentiles y el pueblo de Israel estaban todos unidos en contra de Jesús, tu santo siervo, a quien tú ungiste.” (Hechos de los Apóstoles 4:25–27, NTV)
Para terminar:
“Ahora bien, ustedes reyes, ¡actúen con sabiduría! ¡Quedan advertidos, ustedes gobernantes de la tierra! Sirvan al Señor con temor reverente y alégrense con temblor. Sométanse al hijo de Dios, no sea que se enoje y sean destruidos en plena actividad, porque su ira se enciende en un instante. ¡Pero qué alegría para todos los que se refugian en él!” (Salmo 2:10–12, NTV)
2:10–12Habiendo afirmado su autoridad y poder superiores, el Rey ofrece magnánimamente a los reyes y jueces de la tierra términos de paz, con estas órdenes (vv. 10–11):
• Ser sabio (hebreo: sakal, “ser comprensivo o prudente”).
• Recibir instrucción (hebreo: yasar, “ser corregido o amonestado; recibir disciplina”).
• Servir[hebreo: ʿavad, “trabajar o trabajar para; adorar”] al Señor con temor reverencial (hebreo: yirʾah, “temor santo, reverencia”).
• Alegrarse con temblor (hebreo: raʿad, “temblor” que caracteriza el miedo intenso; cf. Éx 15:15; Is 33:14).
• Rendir homenaje [hebreo: nashaq, “besar”, es decir, demostrar públicamente lealtad o saludar con la señal culturalmente esperada de reverencia y sumisión] al Hijo (arameo: bar, “hijo”).[2]
someterse al hijo es encontrar refugio o amparo en el ungido del Señor, y por lo tanto, en él también. Sólo en el hijo estamos a salvo de la ira de Dios[3]
[1]Breneman, M., Every-Clayton, J. E., Almeida Rosa, S., & Sánchez Cetina, E. (2019). SALMOS. En C. R. Padilla, M. Acosta Benítez, & R. Velloso Ewell (Eds.), Comentario Bíblico Contemporáneo: Estudio de toda la Biblia desde América Latina(Primera edición, p. 657). Certeza Unida; Andamio; Ediciones Puma; Ediciones Kairos; Certeza Argentina; Editorial Lampara.
[2]Patterson, D. K. (2022). Antiguo Testamento (Sal 2:10–12). Editorial Tesoro Bíblico.
[3] Walvoord, J. F., & Zuck, R. B. (2000). El conocimiento bíblico, un comentario expositivo: Antiguo Testamento, tomo 4: Job-Cantar de los Cantares (p. 114). Ediciones Las Américas, A.C.