La fe, valor y paciencia de Caleb

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Caleb se aferró a la promesa de Dios durante 45 años, y su condición de vejez no fue obstáculo para creerle a Dios.

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La fe, valor y paciencia de Caleb

Josué 14:6–12
6 Y los hijos de Judá vinieron a Josué en Gilgal; y Caleb, hijo de Jefone cenezeo, le dijo: Tú sabes lo que Jehová dijo a Moisés, varón de Dios, en Cades-barnea, tocante a mí y a ti. 7 Yo era de edad de cuarenta años cuando Moisés siervo de Jehová me envió de Cades-barnea a reconocer la tierra; y yo le traje noticias como lo sentía en mi corazón. 8 Y mis hermanos, los que habían subido conmigo, hicieron desfallecer el corazón del pueblo; pero yo cumplí siguiendo a Jehová mi Dios. 9 Entonces Moisés juró diciendo: Ciertamente la tierra que holló tu pie será para ti, y para tus hijos en herencia perpetua, por cuanto cumpliste siguiendo a Jehová mi Dios. 10 Ahora bien, Jehová me ha hecho vivir, como él dijo, estos cuarenta y cinco años, desde el tiempo que Jehová habló estas palabras a Moisés, cuando Israel andaba por el desierto; y ahora, he aquí, hoy soy de edad de ochenta y cinco años. 11 Todavía estoy tan fuerte como el día que Moisés me envió; cual era mi fuerza entonces, tal es ahora mi fuerza para la guerra, y para salir y para entrar. 12 Dame, pues, ahora este monte, del cual habló Jehová aquel día; porque tú oíste en aquel día que los anaceos están allí, y que hay ciudades grandes y fortificadas. Quizá Jehová estará conmigo, y los echaré, como Jehová ha dicho.

Introducción

A estas alturas, Josué repartía la tierra conquistada a las tribus de Israel por suertes. Josué 14:2Por suerte se les dio su heredad, como Jehová había mandado a Moisés que se diera a las nueve tribus y a la media tribu.
Pero Caleb, de la tribu de Judá no esperaba recibir su heredad por suerte, sino que esperaba en la promesa que Dios le hizo por medio de Moisés hace 45 años atrás.
(Antes de la llegada del Espíritu Santo, se usaba la suerte, después de pentecostés ya no se menciona, pues el Espíritu Santo guía al Cristiano. Romanos 8.14Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios.”)

Cades de Barnea

Un año después de la salida de Egipto, los israelitas se preparaban para entrar a Canaán, tanto enviaron 12 espías, uno de cada tribu. (Números 13)
De la tribu de Efraín fue Josué, el ahora líder de Israel y de Judá, Caleb.
Todos confirmaron lo dicho por Dios, que era una tierra bendita que fluye leche y miel.
Pero los otros 10 espías desanimaron al pueblo porque vieron que las colinas de Hebrón eran habitadas por gigantes.
Números 13:22Y subieron al Neguev y vinieron hasta Hebrón; y allí estaban Ahimán, Sesai y Talmai, hijos de Anac. Hebrón fue edificada siete años antes de Zoán en Egipto.
Números 13:28Mas el pueblo que habita aquella tierra es fuerte, y las ciudades muy grandes y fortificadas; y también vimos allí a los hijos de Anac.
Números 13:33También vimos allí gigantes, hijos de Anac, raza de los gigantes, y éramos nosotros, a nuestro parecer, como langostas; y así les parecíamos a ellos.
Caleb se opuso a sus compañeros, pues anhelaba tomar posesión de la tierra:
Números 13:30Entonces Caleb hizo callar al pueblo delante de Moisés, y dijo: Subamos luego, y tomemos posesión de ella; porque más podremos nosotros que ellos.
Caleb creía en Dios como un niño pequeño cree en su padre, no se fijaba en la fuerza de sus adversarios sino en la fuerza de Dios.
Por su fe y valor Caleb recibe la promesa de Dios: Números 14:24Pero a mi siervo Caleb, por cuanto hubo en él otro espíritu, y decidió ir en pos de mí, yo le meteré en la tierra donde entró, y su descendencia la tendrá en posesión.

La paciencia de Caleb

Por la rebeldía de sus hermanos debió esperar 45 años.
La desilusión que sufrió Caleb no afectó su fe y paciencia. Pudo haberse enojado mucho y decidir no continuar, pero no permitió que sus sentimientos tomaran decisiones equivocadas.
Vemos a David que debió esperar más de diez años el cumplimiento de la promesa de Dios, a Abraham 25 años, a Moisés 40 años, pero Caleb esperó 45 años.
No se desesperó, no murmuró, no desmayó, esperó pacientemente y con entusiasmos hasta tener la oportunidad de reclamar la promesa de Dios. Josué 14:9Entonces Moisés juró diciendo: Ciertamente la tierra que holló tu pie será para ti, y para tus hijos en herencia perpetua, por cuanto cumpliste siguiendo a Jehová mi Dios.

La fuerza de Caleb

La edad no fue un obstáculo para reclamar su promesa.
Caleb era fuerte a los 40 años, por eso fue elegido como espía. Pero ahora que habían pasado 45 años y tenía 85, su fe, entusiasmo y temor a Dios lo rejuvenecieron para salir a conquistar gigantes.
Josué 14:10-11Ahora bien, Jehová me ha hecho vivir, como él dijo, estos cuarenta y cinco años, desde el tiempo que Jehová habló estas palabras a Moisés, cuando Israel andaba por el desierto; y ahora, he aquí, hoy soy de edad de ochenta y cinco años.Todavía estoy tan fuerte como el día que Moisés me envió; cual era mi fuerza entonces, tal es ahora mi fuerza para la guerra, y para salir y para entrar.
La historia más conocida de la lucha con gigantes es la de David y Goliat, pero aquí vemos a un anciano de 85 años dirigiendo un ejército contra tres ciudades de gigantes, los mismos que sus compañeros dijeron que se sentían como langostas a la par de ellos.
Esta es una evidencia más de que Dios renueva las fuerzas de los justos. Salmo 92:10Pero tú aumentarás mis fuerzas como las del búfalo; Seré ungido con aceite fresco.

Conclusión

Caleb conquistó Quiriat-arba, a la que llamó Hebrón (unidad), una de las ciudades más importantes de Israel.
Josué 15:13-14Mas a Caleb hijo de Jefone dio su parte entre los hijos de Judá, conforme al mandamiento de Jehová a Josué; la ciudad de Quiriat-arba padre de Anac, que es Hebrón. Y Caleb echó de allí a los tres hijos de Anac, a Sesai, Ahimán y Talmai, hijos de Anac.
Aunque Caleb no es mencionado en Hebreos 11, es un ejemplo de fe, valor y disposición a cumplir el propósito de Dios en su vida.
Tendremos temores, decepciones, desánimos, etcétera, pero que estos no debiliten nuestra fe en las promesas de Dios.
Sigue adelante, Dios está contigo.
Salmo 138.8Jehová cumplirá su propósito en mí; Tu misericordia, oh Jehová, es para siempre; No desampares la obra de tus manos.”
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