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(BUSCANDO UN BUEN AMIGO)
BUSCANDO UN BUEN AMIGO«Habló Saúl a Jonatán su hijo, y a todos sus siervos, para que matasen a David; pero Jonatán hijo de Saúl amaba a David en gran manera» (1 Samuel 19:1, RVR-77).«Y Jonatán dijo a David: Lo que desee tu alma, haré por ti» (1 Samuel 20:4, RVR-77).«Y Jonatán hizo jurar a David otra vez, porque le amaba, pues le amaba como a sí mismo» (1 Samuel 20:17, RVR-77).INTRODUCCIÓN: Saúl odiaba a David, lo perseguía y lo quería matar. Jonatán amaba a David, lo buscaba y lo protegía de la muerte. Jonatán era hijo de Saúl, pero no heredó el carácter malvado de su padre. Su amistad con David iba por encima de los lazos consanguíneos y aun estuvo dispuesto a abdicar de su derecho al trono real por mantener su amistad con David.En 1 Samuel 23:17 leemos: «Y le dijo: No temas, pues no te hallará la mano de Saúl mi padre, y tú reinarás sobre Israel, y yo seré segundo después de ti; y aun Saúl mi padre así lo sabe» (RVR-77).Jonatán es el modelo de un amigo sincero, fiel, que no abandona, que siempre está dispuesto cuando se le necesita, que llega cuando otros se van, que da ánimo cuando se necesita, que siempre busca cuando las circunstancias alejan. Busquemos un buen amigo.I. ¿Qué requisitos necesita ese buen amigo?1. Primero, que sea un amigo sincero. Que no tenga dos caras. Que no nos engañe con su amistad. Que esté siempre con nosotros en las buenas o en las malas. Que su carácter sea siempre el mismo. Que nada ni nadie lo haga cambiar.2. Segundo, que sea un amigo fiel. Ni el dinero, ni la fama, ni el trabajo, ni la educación, ni su apellido, ni su familia… lo lleven a terminar su amistad con nosotros. Su fidelidad será para siempre. Que como Jesús dijo de Natanael sepueda decir de él: «He ahí un israelita de verdad, en quien no hay engaño» (Juan 1:47, RVR-77). Yo parafrasearía así: «Ahí tienes un amigo verdadero, en el cual no hay hipocresía alguna.»3. Tercero, que sea un amigo sacrificado. Debe estar dispuesto a dar su vida por uno. En su amistad se sacrificará para ayudarnos. Se expondrá a peligros por nosotros. Nos defenderá de cualquier enemigo.4. Cuarto, que sea un amigo generoso. A él podemos ir con nuestras necesidades. Dará más de lo que le pidamos. Su crédito lo tendrá a nuestra disposición.5. Quinto, que sea un amigo que fortalezca. En nuestra debilidad será nuestranuestra fortaleza. En nuestras tristezas será nuestro consolador.
6. Sexto, que sea un amigo que perdone. Perdonará nuestras faltas. No guardará rencor. Cuando caigamos vendrá a levantarnos. Cuando todos nos den las espaldas y se vayan, él estará de pie frente a nosotros.
II. ¿Quién puede ser ese buen amigo?
1. Jesús de Nazaret es ese amigo sincero. No cambia. Es siempre el mismo. En Él no hay mentiras, ni sombra de variación. Esa sinceridad de carácter le ganó seguidores que por Él estuvieron dispuestos a ser martirizados, por amor a su nombre y a su persona.
2. Jesús de Nazaret es ese amigo fiel. Estuvo dispuesto a anonadarse (gr. kenosis), vestirse de hombre y ser hombre (Efesios 2:5–8), para ser nuestro amigo. Él declaró: «… y he aquí que yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo» (Mateo 28:20, RVR-77). En Apocalipsis 1:5, Juan lo llamó: «… Jesucristo el testigo fiel…»
3. Jesús de Nazaret es ese amigo sacrificado. Dio su vida para que nosotros tuviéramos vida. Sobre Él llevó el pecado y nuestros pecados (Hebreos 9:26–28, cf. 2 Corintios 5:21).
4. Jesús de Nazaret es ese amigo generoso. En Hechos 10:38 leemos: «Como ungió Dios con el Espíritu Santo y con poder a Jesús de Nazaret, y como éste pasó haciendo el bien y sanando a todos los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él» (RVR-77).
Él mostró su generosidad al darnos esta promesa: «Y cualquier cosa que pidáis al Padre en mi nombre, la haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. Si pedís algo en mi nombre, yo lo haré» (Juan 14:13, 14, RVR-77).
5. Jesús de Nazaret es ese amigo que fortalece. Él declaró: «… En el mundo tendréis aflicción; pero tened ánimo, yo he vencido al mundo» (Juan 16:33, RVR-77). Él envió al Espíritu Santo, el Consolador, para ministrarnos en nuestras tristezas (Juan 16:6, 7).
6. Jesús de Nazaret es ese amigo que perdona. Vez tras vez en el Nuevo Testamento se recalca esa gran verdad del perdón de pecados. Se enseña que en el nombre de Él (Hechos 10:43), por medio de Él (Hechos 13:38), en Él (Hechos 26:18; Colosenses 1:14) se recibe el perdón de pecados.
Jesús de Nazaret restaura a los caídos y levanta a los que tropiezan (Judas 24).
CONCLUSIÓN: ¿Conoce usted a ese buen amigo que acabo de presentar? Si no le conoce, ¿le gustaría conocerlo? ¿Por qué no da un paso de fe ahora mismo, se arrepiente de sus pecados y se hace amigo de Jesucristo? Él está buscando amigos… y usted está buscando a un buen amigo.
Kittim Silva, Bosquejos Para Predicadores, vol. V (Viladecavalls, Barcelona: Editorial Clie, 1993), 343–345.