EL TRATO DE DIOS EN LA VIDA DE JOSÉ

La Biblia nos dice que “Dios estaba con José” (Gn.39:2a, 21; 41:38), una de las implicaciones de esto, resultaba en bendición y prosperidad, no tan solo para él (Gn.39:3, 23c), sino también para aquellos que le rodeaba, lo podemos ver:

Con Potifar (Gn.39:5).

En la cárcel (Gn.39:23).

En Egipto (Gn.41:47-49, 52, 57; 45:16; 47:14, 20).

Con su familia (Gn.45:20; 47:5-6, 11; 50:21).

La presencia de Dios en su vida también le ayudó a poder salir airoso en conflictos que atravesó, por ejemplo:

Cuando fue vendido por sus hermanos (Gn.37:12-36 comp. Gn.45:5, 7-8; 50:20).

Cuando estuvo preso (Gn.39:20-41:14).

Creo que todo el trato de Dios en la vida de José le ayudó a formar su carácter y profundizar su compromiso hacia Él. Lo podemos apreciar en su fidelidad al enfrenta a la esposa de Potifar (Gn.39:9, 12; 42:18). Al estar en un contexto ajeno (lejos de su tierra, su familia, sus creencias, su cultura), mantiene su creencia en Dios (Gn.42:18; 43:14, 23, 29). La capacidad de perdonar a sus hermanos apresar de sus crueles tratos (Gn.45:15; 50:19).

El climax de esta relación, y el resultado palpable de la aprobación Soberana de Dios sobre la vida de José se hace tangible desde el momento en que pasa de una posición inferior a una posición completamente superior de liderazgo (Gn.41:39-46; 42:6; 44:18; 45:9, 13, 26).

Pero si somos más consecuentes con la narración, y más aún, con el Plan de Dios en Su historia de “redención”, podemos decir que, Dios está permitiendo y usando la maldad de los hermanos de José, para que fuese vendido a unos madianitas (Gn.37:28), que luego más tarde lo venderían en Egipto (Gn.37:36), y así mostrar Dios Su Gloria en la vida de José. Estando José aquí, se cumple también lo que ya Dios había profetizado cuando llamó a Abram (Gn.46:3-4 comp. Gn.12:2; 13:16; 17:4, 6 ver también Gn.46:27; 47:27 comp. Ex.1:7, 12; 12:37). Si profundizamos un poco más en esta idea, podemos llegar al punto que, José fue el medio por el cual Jacob y su familia llegarían a Egipto, y allí multiplicarse en gran manera (como vemos en los pasajes que acabamos de mencionar arriba), siendo Dios fiel a Su Pacto con Abraham de multiplicar su descendencia. Pero permitiría que esta fuese esclava (Gn.15:13 comp. Ex.1-2; 12:40-41; Hch.7:6), para luego más tarde, juzgar a la nación opresora (Gn.15:14ª comp. Ex.3:19-20; 5-14; Hch.7:7), imponiendo Dios Su Gandeza y Poderío sobre Egipto, faraón y sus dioses falsos. Y si pareciera mucho, aún Dios haría que la futura nación de Israel saliera enriquecida de allí (Gn.15:14b comp. Ex.3:21-22; 12:35-36), de donde saldrían también pues, mucho de los artículos para la construcción del tabernáculo.

Por último, creo que la relación de Dios y la manifestación de Su presencia en la vida de José forma parte también de Su fidelidad al Pacto (Gn.15:18), y el grado de compromiso que sentía hacia Abraham Su amigo (2Cr.20:7; Is.41:8; Stg.2:23), y su descendencia (Gn.17:7, 19):

Abraham (Gn.21:22; 23:6 comp. Gn.24:1b, 35).

Isaac (Gn.25:11; 26:22c, 28ª, 29e comp. Gn.26:24).

Jacob (Gn.28:15; 31:3, 5b, 32:1 comp. Gn.28:13; 31:42).