¿Cómo va la obra que edificamos? Nehemías 2:11-20

Cuando nos enteramos de las noticias locales, estatales, nacionales y mundiales; notamos que algo no está bien. ¿Qué es lo que no está bien?

¿Cómo es que con tantos adelantos científicos, tantas investigacones sobre el comportamiento social, formas de gobierno, sistemas educativos, y tantas cosas más, seguimos viendo una crisis general?

Desintegración familiar, abusos en el hogar, hijos rebeldes, egoismo en la vida en comunidad, lo mio es mío y lo tuyo es tuyo y nada de lo que a ti te pase me interesa. ¿Cómo es que hemos llegado a una forma de vida tan desinteresada si la educación va de la mano con la civilización? Lo que sí vemos es crímenes en el hogar, en la escuela, en la calle, en el trabajo; violencia en el hogar, en

tendencia creciente de crímenes, desintegración familiar, hijos rebeldes, comunidades que parecen no tener esperanza y todo un estilo de vida que solo muestra un desinterés constante? ¿Cómo es que nos encontramos en gran afrenta y el pueblo de la esperanza, el pueblo del evangelio ha callado y no ha querido hacer más allá de sus fuerzas? ¿Cree usted que hay algo más que podemos hacer ante esta dificultad? como dijo un pensador, no me molesta que en el mundo haya gente mala, me molesta que la gente buena no haga nada. Y justamente esto es lo que vemos actualmente, alguien ha callado nuestra voz y simplemenete hemos dejado de hablar. Alguien tal vez no ha dicho para qué predicar y hemos dejado de hacerlo. A lo mejor una mala experiencia nos desmotivó en el camino, pero no es motivo para abandonar la carrera, si Jesús es nuestro ejemplo.

Esto fue lo que observó Nehemías al regresar a Jerusalén.