10. Las Ordenanzas de la Iglesia

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Clase Fundamentales
Iglesia Bautista Reformada Antorcha
10. Las Ordenanzas de la Iglesia
“El bautismo y la Cena del Señor son ordenanzas que han sido positiva y soberanamente instituidas por el Señor Jesús, el único legislador, para que continúen en su Iglesia hasta el fin del mundo. Estas santas instituciones han de ser administradas solamente por aquellos que estén cualificados y llamados para ello, según la comisión de Cristo.” (1689 Confesión de Fe, Capítulo 28)
Dos Ordenanzas
¿Cómo sabemos que el bautismo y la Cena del Señor son ordenanzas para la iglesia?
Mateo 28:19-20; 19 Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén. [1]
EL SEÑOR JESÚS HABLA EN ESTE VERSÍCULO ES UN MANDATO DEL SEÑOR.
1 Corintios 11:17-26; Institución de la Cena del Señor
(Mt. 26.26–29; Mr. 14.22–25; Lc. 22.14–20)
23 Porque yo recibí del Señor lo que también os he enseñado: Que el Señor Jesús, la noche que fue entregado, tomó pan; 24 y habiendo dado gracias, lo partió, y dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo que por vosotros es partido; haced esto en memoria de mí. asimismo tomó también la copa, después de haber cenado, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre; haced esto todas las veces que la bebiereis, en memoria de mí. 26 Así, pues, todas las veces que comiereis este pan, y bebiereis esta copa, la muerte del Señor anunciáis hasta que él venga. [2]
PABLO DICE QUE LA INSTITUCIÓN DE LA CENA ES ALGO QUE RECIBIÓ DEL SEÑOR
El Bautismo: La palabra bautizar, es baptizo, que significa literalmente, sumergirse, sumergir en agua.
¿Cuál es el significado del bautismo?
Romanos 6:1-5; 1 ¿Qué, pues, diremos? ¿Perseveraremos en el pecado para que la gracia abunde? 2 En ninguna manera. Porque los que hemos muerto al pecado, ¿cómo viviremos aún en él? 3 ¿O no sabéis que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús, hemos sido bautizados en su muerte? 4 Porque somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva. 5 Porque si fuimos plantados juntamente con él en la semejanza de su muerte, así también lo seremos en la de su resurrección;[3]
LA CONVERSION
Marcos 1:4; 4 Bautizaba Juan en el desierto, y predicaba el bautismo de arrepentimiento para perdón de pecados. [4]
La gran promesa que hace Cristo en su evangelio a los arrepentidos y cuyos pecados han sido perdonados, es que serán bautizados con el Espíritu Santo; purificados por su gracia, y renovados por su consuelo[5]
ARREPENTIMIENTO
indica un cambio radical de mente y corazón que resulta en un cambio completo de la vida (cf. 2 Co. 7:8–10; 2 Ti. 2:25). El arrepentimiento es indudablemente un elemento básico de la conversión. Tal conversión es para perdón de pecados. Cuando Juan bautizaba, llamaba al pueblo a confesar sus pecados (Mt. 3:6). La ley de Dios, la conciencia, el lavamiento con agua, las palabras del Bautista, todo imprimía en la gente la necesidad de confesarse y de ser limpiados de sus pecados. El entrar y salir del Jordán les recordaba que el antiguo y pecaminoso “yo” debía ser enterrado, para que los bautizados fuesen levantados a una vida nueva.[6]
La palabra arrepentimiento(metanoia) implica volverse de veras del pecado y de sí mismo hacia Dios (cp. 1 Ts. 1:9). El verdadero arrepentimiento involucra una transformación de la naturaleza del individuo, a fin de que sea una obra misericordiosa de Dios (Hch. 11:18; 2 Ti. 2:25). El fruto (o subsiguiente evidencia) de esa transformación interior se ve en conducta cambiada. Así les dijo Juan el Bautista a las multitudes: “Haced, pues, frutos dignos de arrepentimiento, y no comencéis a decir dentro de vosotros mismos: Tenemos a Abraham por padre; porque os digo que Dios puede levantar hijos a Abraham aun de estas piedras” (Lc. 3:8; cp. Mt. 3:8–9).
Una evidencia inicial de esa genuina transformación de corazón era la disposición de bautizarse. Aquellos que mantenían su orgullo hipócrita nunca se someterían a un acto público tan humillante. Pero aquellos cuyas mentes habían cambiado de veras hasta el punto de estar dispuestos a abandonar su pecado y su arrogancia, declararían abiertamente no ser mejores que los gentiles (pecadores que reconocían su indignidad y su necesidad de andar rectamente delante de Dios).
Por tanto, el bautismo marcaba la profesión externa del arrepentimiento interno; no generaba arrepentimiento, pero era su resultado (Mt. 3:7–8). Además, el acto del bautismo no producía perdón de pecados pero servía como símbolo externo del hecho de que, mediante la fe y el arrepentimiento, los pecadores son misericordiosamente perdonados por Dios (cp. Lc. 24:47; Hch. 3:19; 5:31; 2 Co. 7:10). Aunque el ministerio del bautismo de Juan precedía al bautismo cristiano (cp. Hch. 19:3–4), servía como un elemento vital en la preparación del pueblo para la llegada del Mesías. Así lo explicó muchos años después el apóstol Pablo: “Juan bautizó con bautismo de arrepentimiento, diciendo al pueblo que creyesen en aquel que vendría después de él, esto es, en Jesús el Cristo” (Hch. 19:4).[7]
¿Quién debería ser bautizado y quién no por la iglesia?
Mateo 3:1-12; 1En aquellos días vino Juan el Bautista predicando en el desierto de Judea, 2y diciendo: Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado. 3Pues éste es aquel de quien habló el profeta Isaías, cuando dijo: Voz del que clama en el desierto: Preparad el camino del Señor, Enderezad sus sendas. 4Y Juan estaba vestido de pelo de camello, y tenía un cinto de cuero alrededor de sus lomos; y su comida era langostas y miel silvestre. 5Y salía a él Jerusalén, y toda Judea, y toda la provincia de alrededor del Jordán, 6y eran bautizados por él en el Jordán, confesando sus pecados. 7Al ver él que muchos de los fariseos y de los saduceos venían a su bautismo, les decía: ¡Generación de víboras! ¿Quién os enseñó a huir de la ira venidera? 8Haced, pues, frutos dignos de arrepentimiento, 9y no penséis decir dentro de vosotros mismos: A Abraham tenemos por padre; porque yo os digo que Dios puede levantar hijos a Abraham aun de estas piedras. 10Y ya también el hacha está puesta a la raíz de los árboles; por tanto, todo árbol que no da buen fruto es cortado y echado en el fuego. 11Yo a la verdad os bautizo en agua para arrepentimiento; ( CONVERSION) pero el que viene tras mí, cuyo calzado yo no soy digno de llevar, es más poderoso que yo; él os bautizará en Espíritu Santo y fuego. 12Su aventador está en su mano, y limpiará su era; y recogerá su trigo en el granero, y quemará la paja en fuego que nunca se apagará. [8]
Marcos 1:4-6; 4 Bautizaba Juan en el desierto, y predicaba el bautismo de arrepentimiento para perdón de pecados. 5Y salían a él toda la provincia de Judea, y todos los de Jerusalén; y eran bautizados por él en el río Jordán, confesando sus pecados. 6Y Juan estaba vestido de pelo de camello, y tenía un cinto de cuero alrededor de sus lomos; y comía langostas y miel silvestre.[9]
Mateo 28:19-20; 19 Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; 20 enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén. [10]
Hechos 2:37-42; 37 Al oír esto, se compungieron de corazón, y dijeron a Pedro y a los otros apóstoles: Varones hermanos, ¿qué haremos? 38 Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo. 39 Porque para vosotros es la promesa, y para vuestros hijos, y para todos los que están lejos; para cuantos el Señor nuestro Dios llamare. 40 Y con otras muchas palabras testificaba y les exhortaba, diciendo: Sed salvos de esta perversa generación. 41 Así que, los que recibieron su palabra fueron bautizados; y se añadieron aquel día como tres mil personas. 42 Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones. [11]
Quién debería
1- LOS QUE VIENEN CONFESANDO SUS PECADOS, ESTO QUIERE DECIR LOS QUE SE HAN PUESTO DE ACUERDO CON DIOS, DIOS LES HA DICHO QUE SON PECADORES Y ELLOS DICEN QUE, SI SOMOS PECADORES Y MERECEDORAS DEL JUICIO DE DIOS POR NUESTROS, PECADOS, LA IDEA DE CONFESAR ES DE PONERSE DE ACUERDO CON DIOS Y RECONOCER QUE HAN PECADO DESDE QUE NACIERON.
2- Y NO SOLAMENTE AQUELLOS QUE CON SUS LABIOS HAN RECONOCIDO SER PECADORES Y MERECEDORES DEL JUICIO DE DIOS, SI NO QUE ES NECESARIO FRUTOS QUE DEMUESTRAN QUE ES UN ARREPENTIMIENTO GENUINO, PORQUE DE QUE SIRVE RECONOCER QUE SOY PECADOR Y QUE DIOS ES SANTO Y JUSTO Y QUE MEREZCO EL INFIERNO SI ESO PENSAMIENTO ACERCA DEL EVANGELIO NO HA CAMBIADO MI VIDA.
Quién no
1- AQUELLOS QUE DAN MAL FRUTO, AQUELLOS QUE, AUNQUE DICEN QUE SON CRISTIANOS SUS FRUTOS SON DE UN INCRÉDULO
2- LA PAJA, LO QUE NO ES TRIGO, EL TRIGO DA FRUTO, PERO LA PAJA PARA NADA SIRVE SOLO PARA SER QUEMADA.
¿De qué manera debemos bautizar?
Mateo 28:19-20; 19Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; 20 enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén. [12]
Hechos 8:36-38; 36 Y yendo por el camino, llegaron a cierta agua, y dijo el eunuco: Aquí hay agua; ¿qué impide que yo sea bautizado? 37 Felipe dijo: Si crees de todo corazón, bien puedes. Y respondiendo, dijo: Creo que Jesucristo es el Hijo de Dios. 38 Y mandó parar el carro; y descendieron ambos al agua, Felipe y el eunuco, y le bautizó. [13] descender v. — moverse hacia abajo y más abajo (ya sea a un lugar físico o abstracto o algún otro lugar culturalmente determinado de ser hacia abajo).
Marcos 1:5,8-9; Y salían a él toda la provincia de Judea, y todos los de Jerusalén; y eran bautizados por él en el río Jordán, confesando sus pecados.[14]
Marcos 1:8-9 8 Yo a la verdad os he bautizado con agua; pero él os bautizará con Espíritu Santo. 9 Aconteció en aquellos días, que Jesús vino de Nazaret de Galilea, y fue bautizado por Juan en el Jordán.[15]
1- EN EL NOMBRE DEL PADRE DEL HIJO Y DEL ESPÍRITU SANTO
2- EN AGUA
3- SUMERGIDOS
La Cena del Señor; la biblia habla de varios términos para esta ordenanza
a- El partimiento del pan: Y esto nos habla de alimento. El pan nos habla del nutriente esencial para la vida. Pues bien, para el Nuevo Testamento esta ordenanza fue llamada por la iglesia primitiva como el “partimiento del pan.” En Hechos 2:42, Lucas escribió lo que fue la práctica de la iglesia primitiva,
Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones.
b- La comunión: En 1 Corintios 10:16 Pablo le dice a esta iglesia, “La copa de bendición que bendecimos, ¿no es la comunión de la sangre de Cristo? El pan que partimos, ¿no es la comunión del cuerpo de Cristo?” Otro término, entonces, aplicado en el Nuevo Testamento para la Cena del Señor es la “comunión.” Y nos habla, como veremos más adelante, de aquello que ocurre, no sólo verticalmente, sino también horizontalmente cuando la iglesia celebra esta ordenanza, es decir: la comunión con Cristo, primero, y luego, con Su iglesia.
c- La copa del Señor: En 1 Corintios 10:21 Pablo dice, “No podéis beber la copa del Señor, y la copa de los demonios.” Y el apóstol se estaba refiriendo a ese “festín” dedicado a los demonios del cual estaban participando sin ningún discernimiento algunos de estos corintios. Y Pablo lo compara con lo que celebraban cuando se reunían cada domingo: “la copa del Señor,” otro nombre para la Cena del Señor.
d- La mesa del Señor: Pablo continúa contrastando la práctica de algunos de estos corintios diciendo en 1 Corintios 10:21, “no podéis participar de la mesa del Señor, y de la mesa de los demonios.” El otro término con el que se le llama a la ordenanza es “la mesa del Señor.” Y esto nos hace pensar, como veremos, que la Cena no es de alguno de los pastores. Esto no es mío, sino que le pertenece al Señor. Esta es Su copa y es Su mesa.
¿Cuál es el significado y el propósito de la Cena del Señor?
a. La Cena del Señor es un sacramento:
Noten lo que dijo el Señor Jesucristo en Mateo 26: 28, “porque esto es mi sangre del nuevo pacto, que por muchos es derramada para remisión de los pecados.
La Cena del Señor es, entonces, un sacramento o un signo visible de Cristo, la cabeza federal del Nuevo Pacto, para Su pueblo. Por medio del cual Dios sella en nuestras conciencias la certeza de las promesas que nos ha dado a nosotros, los miembros de ese nuevo pacto.
Cada vez que el creyente celebra la Cena del Señor debe recordar, confiar y tener la plena certeza que recibirá todas las promesas que Dios le ha hecho a él en Cristo Jesús.
b. La Cena del Señor es una ordenanza:
De nuevo, noten las palabras de Jesús en Mateo 26: 26, “Tomad, comed.” Ambos términos están en modo imperativo, es decir, fueron órdenes que el Señor les dio a Sus discípulos. Además, el tiempo verbal es uno que implica continuidad, pero de esto vamos a hablar en un momento.
Lo que quiero que entendamos es que para la iglesia del Nuevo Testamento la Cena del Señor había sido ordenada por Jesucristo. Y por lo tanto debía ser celebrada por los creyentes.
¿Y por qué es un deber de todo cristiano y de toda iglesia? Porque es la Cena del Señor. Es algo que le pertenece a Él y que Él le da a Su iglesia. En el original, esa frase “la Cena del Señor” tiene las mismas implicaciones que “el Día del Señor.” La construcción gramatical de ambas frases es idéntica. [16]
Y se refiere a una Cena o un Día que le pertenecen al Señor Jesucristo. Ciertamente todos los días son del Señor, pero no todos los días son el Día del Señor. Bueno, de la misma manera, todas las cenas que comemos son del Señor, pero no todas las cenas que comemos son la Cena del Señor.
La idea es que esto que celebramos en la iglesia le pertenece a Él.
c. La Cena del Señor es un memorial:
Lucas, registrando lo que ocurrió en aquella noche antes del arresto del Señor Jesucristo, nota en el capítulo 22 vesículo 19, al Señor diciendo, “Esto es mi cuerpo, que por vosotros es dado; haced esto en memoria de mí.”
La Cena del Señor, entonces, no es sólo un sacramente del Nuevo Pacto; no es sólo una ordenanza del Señor, sino que le ha sido dada a la Iglesia como un memorial.
d. La Cena del Señor es un Medio de Gracia:
El Señor dijo del pan en nuestro texto en Mateo 26, “Tomad, comed; esto es mi cuerpo.” Y luego Mateo continúa diciendo, 27 Y tomando la copa, y habiendo dado gracias, les dio diciendo: Bebed de ella todos; porque esto es mi sangre.”
Una de las razones por las cuales la Cena del Señor ha sido tan descuidada en muchas iglesias es porque se ha perdido el entendimiento que la Cena es un medio de gracia de Dios para Su pueblo. Ciertamente es un memorial, pero al mismo tiempo es mucho más que un memorial.
Un medio de gracia es un medio o un canal por el cual Dios transmite bendiciones a Su pueblo y los fortalece espiritualmente. El Catecismo Mayor de Westminster define ese término como,
Los medios externos y ordinarios por los que Cristo comunica a Su Iglesia los beneficios de Su mediación.” [17]
Earl Blackburn, un pastor Bautista Reformado, utilizaba la ilustración de un jardín y una manguera. La manguera por sí sola no es nada especial para el jardín. Pero, sirve como un canal o un medio por el cual fluye agua para nutrir y refrescar el jardín. [18]
La Cena del Señor es igual. En sí mismos, el pan y el vino, no son especiales. Sin embargo, cuando son separados para ser administrados y recibidos por la Iglesia en obediencia y fe, son medios que Cristo usa para bendecir a los creyentes.
1 Corintios 11:23-26; 23Porque yo recibí del Señor lo que también os he enseñado: Que el Señor Jesús, la noche que fue entregado, tomó pan; 24y habiendo dado gracias, lo partió, y dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo que por vosotros es partido; haced esto en memoria de mí. 25Asimismo tomó también la copa, después de haber cenado, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre; haced esto todas las veces que la bebiereis, en memoria de mí. 26Así, pues, todas las veces que comiereis este pan, y bebiereis esta copa, la muerte del Señor anunciáis hasta que él venga. [19]
1 Corintios 10:16-17; 16La copa de bendición que bendecimos, ¿no es la comunión de la sangre de Cristo? El pan que partimos, ¿no es la comunión del cuerpo de Cristo? 17Siendo uno solo el pan, nosotros, con ser muchos, somos un cuerpo; pues todos participamos de aquel mismo pan.[20]
¿Cómo sabemos que la Cena del Señor no es un sacrificio para el perdón de los pecados?
Juan 19:30; 30Cuando Jesús hubo tomado el vinagre, dijo: Consumado es. Y habiendo inclinado la cabeza, entregó el espíritu. [21]
Hebreos 9:25-28; 25y no para ofrecerse muchas veces, como entra el sumo sacerdote en el Lugar Santísimo cada año con sangre ajena. 26De otra manera le hubiera sido necesario padecer muchas veces desde el principio del mundo; pero ahora, en la consumación de los siglos, se presentó una vez para siempre por el sacrificio de sí mismo para quitar de en medio el pecado. 27Y de la manera que está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio, 28así también Cristo fue ofrecido una sola vez para llevar los pecados de muchos; y aparecerá por segunda vez, sin relación con el pecado, para salvar a los que le esperan.[22]
Hebreos 10:10-14; 10En esa voluntad somos santificados mediante la ofrenda del cuerpo de Jesucristo hecha una vez para siempre. 11Y ciertamente todo sacerdote está día tras día ministrando y ofreciendo muchas veces los mismos sacrificios, que nunca pueden quitar los pecados; 12pero Cristo, habiendo ofrecido una vez para siempre un solo sacrificio por los pecados, se ha sentado a la diestra de Dios, 13de ahí en adelante esperando hasta que sus enemigos sean puestos por estrado de sus pies;[23]
¿Quiénes no deberían participar en la Cena del Señor?
1 Corintios 11:27-34; 27De manera que cualquiera que comiere este pan o bebiere esta copa del Señor indignamente, será culpado del cuerpo y de la sangre del Señor. 28Por tanto, pruébese cada uno a sí mismo, y coma así del pan, y beba de la copa.29Porque el que come y bebe indignamente, sin discernir el cuerpo del Señor, juicio come y bebe para sí. 30Por lo cual hay muchos enfermos y debilitados entre vosotros, y muchos duermen. 31Si, pues, nos examinásemos a nosotros mismos, no seríamos juzgados; 32mas siendo juzgados, somos castigados por el Señor, para que no seamos condenados con el mundo.
33Así que, hermanos míos, cuando os reunís a comer, esperaos unos a otros. 34Si alguno tuviere hambre, coma en su casa, para que no os reunáis para juicio. Las demás cosas las pondré en orden cuando yo fuere. [24]
¿De qué le sirve este medio de gracia al creyente? Bueno,
1. Para confirmar su fe, como dice nuestra confesión. Es en la celebración de esta ordenanza en la que Cristo confirma al creyente. Lo confirma en la fe. Le confirma que su alianza es con Él y no con el mundo; con el propósito de proveerle las fuerzas para luchar contra su carne y contra un mundo que desea atraerlo hacia él y para otorgarle al creyente un mayor compromiso con el Señor.
2. Para fortalecerlo y hacerlo crecer espiritualmente aumentando la fe del creyente. Así como la Palabra de Dios es un medio de gracia para fortalecer la fe del cristiano, así mismo la Cena del Señor es un medio de gracia de Cristo para el creyente. La razón por la cual hay tantos creyentes débiles e inmaduros en el mundo, cayendo constantemente en pecados, es por su negligencia de estos medios de gracia que el Señor ha dado para fortalecer la fe de Su pueblo. Han dejado de congregarse; han dejado de escuchar y leer la Palabra de Dios; y han dejado de observar la Cena del Señor. Y se han privado a sí mismos del alimento espiritual administrado y distribuido por el Señor.
3. Para promover el vínculo y la unidad de la iglesia local. Las palabras de Pablo en 1 Corintios 10:16 hablan de algo que se hace en comunidad. La Cena del Señor no debe administrarse individualmente a creyentes en sus casas; no debe ser administrada fuera de la reunión de adoración de la iglesia local. Sino que debe ser celebrada en comunidad. “La copa de bendición que bendecimos…el pan que partimos…” Este medio de gracia no es sólo para fortalecer al creyente individualmente, sino que sirve para fortalecer a la iglesia mejorando y promoviendo el vínculo del amor entre los miembros de la iglesia.
Cuando Pablo le escribió a los Corintios acerca de la Cena del Señor lo hizo para corregirlos. Muchos de ellos no estaban discerniendo el cuerpo de Cristo, que es la iglesia, y estaban promoviendo las divisiones en la iglesia. Los ricos comían por aquí y los pobres por allá. “Pero al anunciaros esto que sigue,” les dijo Pablo en 1 Corintios 11:17, “no os alabo; porque no os congregáis para lo mejor, sino para lo peor. 18 Pues en primer lugar, cuando os reunís como iglesia, oigo que hay entre vosotros divisiones…20 Cuando, pues, os reunís vosotros, esto no es comer la Cena del Señor. 21 Porque al comer, cada uno se adelanta a tomar su propia cena; y uno tiene hambre, y otro se embriaga.”
El grave problema era el egoísmo experimentado entre los Corintios. No había amor los unos por los otros y así estaban contradiciendo todo el sentido de la Cena del Señor. Lo que hacían, entonces, dijo Pablo, “no es comer la Cena del Señor.”
La Cena nos lleva a pensar en los demás hermanos, miembros con nosotros de este cuerpo local de creyentes. Con el fin de unirnos más como iglesia.
4. La Cena sirve para proveerle esperanza al creyente. La realidad es que el Señor volverá, no sólo a juzgar al mundo, sino a salvar a Su pueblo completa y finalmente. El pecado, todo lo malo que existe será quitado de una vez por todas. Y esta es la esperanza que le muestra el Señor al creyente en esta ordenanza.
Transubstanciación es una doctrina falsa por las siguientes razones:
La iglesia católica y la doctrina ortodoxa griega enseñan la doctrina falsa de “transubstanciación” enseña que el pan y el vino sufren un cambio para convertirse en el cuerpo y la sangre de Cristo.
Ningún versículo de la Biblia enseña la transubstanciación. Supuestos textos de prueba presentados por católicos y ortodoxos defensores están más naturalmente visto como prueba de que el pan y el vino fueron los símbolos del cuerpo y sangre. Para ver la transubstanciación en estos textos requiere que se cuele el texto tanto como nuestra mente.
La transubstanciación es una doctrina falsa, porque Jesús no es un mentiroso:
En Mt 26:29 29Y os digo que desde ahora no beberé más de este fruto de la vid, hasta aquel día en que lo beba nuevo con vosotros en el reino de mi Padre. [25]después de que Jesús había dicho:
“esto es mi sangre”, y oró, él todavía se refiere a los contenidos como, “fruto de la vid”. Si la transubstanciación del vino en la sangre que había ocurrido, ya que tanto Católica Romana y las iglesias ortodoxas dicen que fue en este momento, entonces Jesús no se hubiera referido a ella como “fruto de la” vid, sino más bien la “sangre”. Esto demuestra que cuando Jesús dijo que “tomen, coman y beban”, literalmente les dio pan y vino.
De igual manera, Pablo también se refiere a los elementos de la Cena del Señor como “comer este pan y bebéis esta copa” en 1 Corintios 11:26 después de que se debe haber transubstanciado. 1 Corintios 11:26-27 demuestra la transubstanciación mal; porque Pablo llama el pan, “pan” después de que tanto los católicos romanos y los ortodoxos dicen que el “cambio” se suponía que debía tener lugar. Los católicos son unos mentirosos; Pablo llamando al pan “pan” en lugar de lo que la doctrina católica afirma que es falso: carne literal.
En 1 Corintios 11:25, Jesús dijo literalmente que la “copa fue el pacto”. Entonces, ¿Qué es entonces? ¿Es el que el vino es el pacto o el vino que es la sangre? ¿Es la copa que es el pacto o es el cáliz de la sangre?
En 1 Corintios 11:26-28, Pablo nos instruye a “beber de la copa” en lugar de “beber la sangre”. El Espíritu Santo no se utilizan como una forma de hablar como “sinécdoque” (refiriéndose a una parte por el todo), si tal transubstanciación literal en realidad se estaba llevando a cabo. Para utilizar un símbolo y que un cambio tan literal que está ocurriendo es algo impensable.
¡La transubstanciación es una doctrina falsa, porque Jesús instituyó la Cena del Señor antes de que su sangre fuera derramada y que su cuerpo fuese inmolado! Habló de su sangre derramada, que todavía estaba por ocurrir en el futuro. Esto demuestra que era un símbolo.
El registro mismo de la historia, (Justino Mártir, Ireneo, Tertuliano, Cipriano e Hipólito), que la Iglesia Católica Romana y las iglesias ortodoxas les encanta citar como autoridad, demuestra que antes de 200 dc, la Iglesia consideraba el pan y el vino como símbolos. Por el contrario, la primera pista histórica de la transubstanciación ocurre en el siglo cuarto.
Obviamente, las palabras de Jesús, “esto es mi cuerpo” debe ser tomado simbólicamente, ya que se inscribe en una larga lista de declaraciones simbólicas Cristo dijo: “Yo soy el pan” (Juan 6:41), “Yo soy la vid” (Juan 15:5), “Yo soy la puerta” (Juan 10:7,9), “Yo soy el buen pastor” (Juan 10:11,12), “Ustedes son la sal del mundo, (Mateo 5: 13), “Vosotros sois la luz del mundo, la sal, (Mateo 5:14)
Lea 1689 Confesión Bautista Capítulos 28-30 (Revisado 9/10/20- Marcos Mudge
[1] Reina Valera Revisada (1960) (Miami: Sociedades Bı́blicas Unidas, 1998), Mt 28:19–20. [2] Reina Valera Revisada (1960) (Miami: Sociedades Bı́blicas Unidas, 1998), 1 Co 11:17–26. [3] Reina Valera Revisada (1960) (Miami: Sociedades Bı́blicas Unidas, 1998), Ro 6:1–5. [4] Reina Valera Revisada (1960) (Miami: Sociedades Bı́blicas Unidas, 1998), Mr 1:4. [5]Matthew Henry, Comentario de la Biblia Matthew Henry en un tomo (Miami: Editorial Unilit, 2003), 755. [6]William Hendriksen, Comentario al Nuevo Testamento: El Evangelio según San Marcos (Grand Rapids, MI: Libros Desafío, 1998), 37. [7] John MacArthur, Marcos, trans. Ricardo Acosta, Comentario MacArthur del Nuevo Testamento (Grand Rapids, MI: Editorial Portavoz, 2016), 27–28. [8] Reina Valera Revisada (1960) (Miami: Sociedades Bı́blicas Unidas, 1998), Mt 3:1–12. [9] Reina Valera Revisada (1960) (Miami: Sociedades Bı́blicas Unidas, 1998), Mr 1:4–6. [10] Reina Valera Revisada (1960) (Miami: Sociedades Bı́blicas Unidas, 1998), Mt 28:19–20. [11] Reina Valera Revisada (1960) (Miami: Sociedades Bı́blicas Unidas, 1998), Hch 2:37–42. [12] Reina Valera Revisada (1960) (Miami: Sociedades Bı́blicas Unidas, 1998), Mt 28:19–20. [13] Reina Valera Revisada (1960) (Miami: Sociedades Bı́blicas Unidas, 1998), Hch 8:36–38. [14] Reina Valera Revisada (1960) (Miami: Sociedades Bı́blicas Unidas, 1998), Mr 1:5. [15] Reina Valera Revisada (1960) (Miami: Sociedades Bı́blicas Unidas, 1998), Mr 1:8–9. [16] El término utilizado por Pablo en 1 Corintios 11:20 es, “kuriakon deipnon.” Y el término utilizado por el apóstol Juan en Apocalipsis 1:10 es, “kuriake hemera.” [17] Catecismo Mayor de Westminster. Pregunta 154 [18] Earl M. Blackburn. Jesus Loves the Church and So Should You. Página 91 [19] Reina Valera Revisada (1960) (Miami: Sociedades Bı́blicas Unidas, 1998), 1 Co 11:23–26. [20] Reina Valera Revisada (1960) (Miami: Sociedades Bı́blicas Unidas, 1998), 1 Co 10:16–17. [21] Reina Valera Revisada (1960) (Miami: Sociedades Bı́blicas Unidas, 1998), Jn 19:30. [22] Reina Valera Revisada (1960) (Miami: Sociedades Bı́blicas Unidas, 1998), He 9:25–28. [23] Reina Valera Revisada (1960) (Miami: Sociedades Bı́blicas Unidas, 1998), He 10:10–13. [24] Reina Valera Revisada (1960) (Miami: Sociedades Bı́blicas Unidas, 1998), 1 Co 11:27–34. [25] Reina Valera Revisada (1960) (Miami: Sociedades Bı́blicas Unidas, 1998), Mt 26:29.
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