El Pastor y las distracciones
Ya sabes esto, que todos los que están en Asiaa me han vuelto la espalda, entre los cuales están Figelo y Hermógenes.
Evitaa las palabrerías vacías y profanas, porque los dados a ellas, conducirán más y más a la impiedad,
17 y su palabra se extenderá como gangrena; entre los cuales están Himeneo y Fileto,
18 que se han desviado de la verdad diciendo que la resurrección ya tuvo lugar, trastornando así la fe de algunos
Porque entre ellos están los que se meten en las casas y llevan cautivas a mujercillas cargadas de pecados, llevadas por diversas pasiones,
7 siempre aprendiendo, pero que nunca pueden llegar al pleno conocimiento de la verdad.
8 Y así como Janes y Jambres se opusieron a Moisés, de la misma manera estos también se oponen a la verdad; hombres de mente depravada, reprobados en lo que respecta a la fe.
Pero los hombres malos e impostores irán de mal en peor, engañando y siendo engañados.
Porque vendrá tiempo cuando no soportarán la sana doctrina, sino que teniendo comezón de oídos, acumularán para sí maestros conforme a sus propios deseos;
4 y apartarán sus oídos de la verdad, y se volverán a mitos
pues Demas me ha abandonado, habiendo amado este mundob presente,
Alejandro, el calderero, me hizo mucho daño; el Señor le retribuirá conforme a sus hechos.
15 Tú también cuídate de él, pues se opone vigorosamente a nuestra enseñanza.
Cuán bienaventurado es el hombre que no anda en el consejo de los impíos,
ni se detiene en el camino de los pecadores,
ni se sienta en la silla de los escarnecedores,
2 sino que en la ley del SEÑOR está su deleite,
y en su ley medita de día y de noche!
3 Será como árbol firmemente plantado junto a corrientes de agua,
que da su fruto a su tiempo,
y su hoja no se marchita;
en todo lo que hace, prosperab.
a que Esdras había dedicado su corazón a estudiar la ley del SEÑOR, y a practicarla, y a enseñar sus estatutos y ordenanzas en Israel
Por lo demás, fortaleceos en el Señor y en el poder de su fuerza.
11 Revestíos con toda la armadura de Dios para que podáis estar firmes contra las insidias del diablo.
12 Porque nuestra lucha no es contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los poderes de este mundo de tinieblas, contra las huestes espirituales de maldad en las regiones celestes.
13 Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiéndolo hecho todo, estar firmes
¿No sabéis que los que corren en el estadio, todos en verdad corren, pero solo uno obtiene el premio? Corred de tal modo que ganéis.
25 Y todo el que compite en los juegos se abstiene de todo. Ellos lo hacen para recibir una corona corruptible, pero nosotros, una incorruptible.
26 Por tanto, yo de esta manera corro, no como sin tener meta; de esta manera peleo, no como dando golpes al aire,
27 sino que golpeo mi cuerpo y lo hago mi esclavo, no sea que habiendo predicado a otros, yo mismo sea descalificado
Porque ¿quién es nuestra esperanza o gozo o corona de gloria? ¿No lo sois vosotros en la presencia de nuestro Señor Jesús en su venidab?
20 Pues vosotros sois nuestra gloria y nuestro gozo
Y con este fin también trabajo, esforzándome según su poder que obra poderosamente en mí.
He peleado la buena batalla, he terminado la carrera, he guardado la fe.
8 En el futuro me está reservada la corona de justicia que el Señor, el Juez justo, me entregará en aquel día; y no solo a mí, sino también a todos los que aman su venidae.