LA PROMESA DE REDENCIÓN (GÉNESIS 3:1-24)
1. ANTE LA IMAGEN DEL HOMBRE PECADOR.
VI.1 Nuestros primeros padres, siendo seducidos por la sutileza y tentación de Satanás, pecaron al comer del fruto prohibido. Dios, según su sabio y santo consejo, quiso permitirles este pecado, proponiéndose ordenarlo para su propia gloria.125
VI.2 Por este pecado cayeron de su rectitud original y de su comunión con Dios,127 y de esta manera quedaron muertos en el pecado, y totalmente contaminados en todas las partes y facultades del alma y del cuerpo.129
VI.3 Siendo ellos la raíz de toda la humanidad, la culpa de este pecado fue imputada y la misma muerte en el pecado y la naturaleza corrompida fueron transmitidas a toda la posteridad que desciende de ellos por generación ordinaria.
VI.4 De esta corrupción original (por la cual estamos totalmente impedidos, inhabilitados y opuestos a todo bien, y completamente inclinados a todo mal)133 proceden todas las demás transgresiones.