FELIPE Y LOS DOS HOMBRES QUE RECIBIERON LA PALABRA.

Siervos como Jesús.  •  Sermon  •  Submitted
0 ratings
· 376 views

Dios espera que cuando recibimos el mensaje del evangelio, demos frutos de nuestra conversión a Él.

Notes
Transcript

INTRODUCCIÓN:

En el contexto más reciente encontramos que, luego de la muerte y testimonio de Esteban, los primeros versículos del capítulo 8, nos enseñan, que vino una gran persecución contra la iglesia que estaba en Jerusalén, y que todos fueron esparcidos por la tierra de Judea y Samaria, salvo los apóstoles.
Saulo encabezaba la persecución, asolando la iglesia.
Esta persecución trajo la extensión del ministerio evangelístico por todas parte dice el versículo 4. Hechos 8:4
Hechos de los Apóstoles 8:4 RVR60
4 Pero los que fueron esparcidos iban por todas partes anunciando el evangelio.
El personaje que asoma en esta tarea es Felipe, considerado el primer misionero nombrado en las escrituras y el primero que se le da el título de evangelista.
Hechos de los Apóstoles 21:8 RVR60
8 Al otro día, saliendo Pablo y los que con él estábamos, fuimos a Cesarea; y entrando en casa de Felipe el evangelista, que era uno de los siete, posamos con él.
Felipe descendió a Samaria, capital antigua del reino del norte, en la división de Israel, que fue tomada por los asirios después de más de 200 años de Idolatría y rebelión contra Dios.
Los asirios convirtieron esta tierra en una región donde se combinaban judíos y gentiles, llegando a conocerse como los samaritanos.
Felipe llegó a esta región y lo que hizo fue predicarles a Cristo y la gente escuchaba su mensaje y miraba las señales que este hacía. Hechos 8:5-6
Hechos de los Apóstoles 8:5–6 RVR60
5 Entonces Felipe, descendiendo a la ciudad de Samaria, les predicaba a Cristo.6 Y la gente, unánime, escuchaba atentamente las cosas que decía Felipe, oyendo y viendo las señales que hacía.
Además el mensaje del evangelio, y los milagros que hacía Felipe, trajo gozo a la gente de Samaria. Hechos 8:7-8
Hechos de los Apóstoles 8:7–8 RVR60
7 Porque de muchos que tenían espíritus inmundos, salían éstos dando grandes voces; y muchos paralíticos y cojos eran sanados;8 así que había gran gozo en aquella ciudad.
Hermanos, el evangelio cuando es predicado y enseñado a los hombres, y produce el milagro de la salvación, cambio de vida de una persona, pero también produce, asombro, y gozo en las personas.
Dios espera que los que hemos recibido su palabra, los que hemos recibido el evangelio de Jesucristo, a Jesucristo mismo como nuestro señor y salvador, nos gocemos y demos frutos de lo que somos ahora.
Hay DOS personajes que nos muestran el contraste, entre los frutos de una falsa conversión al evangelio y los frutos de una verdadera conversión al evangelio, que debemos considerar y evaluar en nuestras vidas.

I. “LA CONVERSIÓN DE SIMÓN EL MAGO”

Veamos, qué características tenía este hombre:
Ejercía la magia en aquella ciudad y había engañado a la gente de Samaria.
Hechos 8:9 -10
Hechos de los Apóstoles 8:9–10 RVR60
9 Pero había un hombre llamado Simón, que antes ejercía la magia en aquella ciudad, y había engañado a la gente de Samaria, haciéndose pasar por algún grande. 10 A éste oían atentamente todos, desde el más pequeño hasta el más grande, diciendo: Este es el gran poder de Dios.
Este hombre a causa de su magia y su habilidad para controlar la naturaleza o a las personas, por medio de un poder demoníaco, era considerado por la gente “alguien de gran poder”
Quizás pensaban que era alguna forma de deidad, él se hacía pasar por algún grande y la gente de Samaria creyó en él y le adulaban, diciendo “este gran poder viene de Dios”
2. Era alguien que recibía la atención de la gente, por sus artes mágicas.
El versículo 11, nos enseña que este hombre, llevaba mucho tiempo, engañándolos, con su arte demoníaca. Hechos 8:11
Hechos de los Apóstoles 8:11 RVR60
11 Y le estaban atentos, porque con sus artes mágicas les había engañado mucho tiempo.
Probablemente, este hombre ejercía su magia al mismo tiempo que Felipe llevó el mensaje del evangelio. Hechos 8:12
Hechos de los Apóstoles 8:12 RVR60
12 Pero cuando creyeron a Felipe, que anunciaba el evangelio del reino de Dios y el nombre de Jesucristo, se bautizaban hombres y mujeres.
Podríamos imaginar por un momento a Felipe predicando, y por otro lado a Simón, haciendo su magia.
Los contrastes y similitudes entre Simón y Felipe son asombrosos.
1. Ambos hacían milagros, Simón por medio del poder demoníaco y Felipe por el poder divino.
2. Simón se jactaba y recibía la aclamación para sí mismo, pero Felipe proclamaba a Cristo.
3. La gente estaba sorprendida de la magia de Simón, pero se convirtieron a Cristo por el ministerio de Felipe.
Y algo aún más sorprendente, es que, simón el mago, según el texto bíblico, “creyó”, el mensaje del evangelio y fue bautizado. Hechos 8:13
Hechos de los Apóstoles 8:13 RVR60
13 También creyó Simón mismo, y habiéndose bautizado, estaba siempre con Felipe; y viendo las señales y grandes milagros que se hacían, estaba atónito.
Ahora, una pregunta que podemos discutir, es la siguiente:
¿Recibió Simón el mago la salvación?
Es algo dificil de de responder, y no podemos ser dogmáticos en esto, pues Lucas no especifica esto claramente. Pero podemos ver siete hechos importantes, que nos ayudarán a responder esta pregunta:
1) El vb. “creer” (pisteuō) no siempre se refiere a la fe salvadora.
La fe de Simón pudo haber sido como la de los demonios de Santiago 2:19, un asentimiento meramente intelectual.
Santiago 2:19 RVR60
19 Tú crees que Dios es uno; bien haces. También los demonios creen, y tiemblan.
2). Además, la fe basada en señales no es una fe digna de confianza (Jn. 2:23–25; 4:48).
Juan 2:23–25 RVR60
23 Estando en Jerusalén en la fiesta de la pascua, muchos creyeron en su nombre, viendo las señales que hacía.24 Pero Jesús mismo no se fiaba de ellos, porque conocía a todos,25 y no tenía necesidad de que nadie le diese testimonio del hombre, pues él sabía lo que había en el hombre.
Juan 4:48 RVR60
48 Entonces Jesús le dijo: Si no viereis señales y prodigios, no creeréis.
3). Lucas nunca afirmó que Simón recibiera el Espíritu Santo (Hch. 8:17–18).
Hechos de los Apóstoles 8:17–18 RVR60
17 Entonces les imponían las manos, y recibían el Espíritu Santo. 18 Cuando vio Simón que por la imposición de las manos de los apóstoles se daba el Espíritu Santo, les ofreció dinero,
4) Simón siguió teniendo un interés egocéntrico en la expresión del poder milagroso (Hechos 8 : 18–19)
Hechos de los Apóstoles 8:18–19 RVR60
18 Cuando vio Simón que por la imposición de las manos de los apóstoles se daba el Espíritu Santo, les ofreció dinero, 19 diciendo: Dadme también a mí este poder, para que cualquiera a quien yo impusiere las manos reciba el Espíritu Santo.
5). El vb. “arrepentirse” (metanoeō) que se usa en el v. 22 se aplica normalmente a gente que se encuentra perdida.(Hechos 8:22)
Hechos de los Apóstoles 8:22 RVR60
22 Arrepiéntete, pues, de esta tu maldad, y ruega a Dios, si quizá te sea perdonado el pensamiento de tu corazón;
6) El término “perezca” (eis apōleian) que se usa en el v. 20 es fuerte. Está relacionada con la palabra “se pierda” usada en Juan 3:16.
Hechos de los Apóstoles 8:20 RVR60
20 Entonces Pedro le dijo: Tu dinero perezca contigo, porque has pensado que el don de Dios se obtiene con dinero.
7) La descripción de Simón en el Versículo 23 es más la de un hombre perdido que la de uno salvo. (Hechos 8:23)
Hechos de los Apóstoles 8:23 RVR60
23 porque en hiel de amargura y en prisión de maldad veo que estás.
Como vemos hay siete cosas que podemos ver en este pasaje, que nos muestran que este hombre, probablemente no era salvo, pero aun así, no podemos ser dogmáticos en este punto. El Señor conoce a los que son suyos (2 Ti. 2:19).
2 Timoteo 2:19 RVR60
19 Pero el fundamento de Dios está firme, teniendo este sello: Conoce el Señor a los que son suyos; y: Apártese de iniquidad todo aquel que invoca el nombre de Cristo.
Ahora pensemos por un momento, ¿Cuántos Simón el mago habrán en la iglesia?, recibiendo el mensaje de la palabra de Dios, haciendo una profesión de fe por motivos erróneos, por motivos equivocados, y a veces hasta impuros.
¿Cuánta gente no muestra cambio en su vida, aún después de haber venido a Cristo?
Es importante hermanos, que aprendamos a observar, si en nosotros realmente hay cambios en nuestra vida después de haber venido a Cristo.
No es sólo ver a los demás, es vernos nosotros. Recuerda, Pablo dice, “El Señor conoce a los suyos” y Jesús dijo, “por sus frutos los conoceréis”.
La segunda conversión que encontramos, es:

II. LA CONVERSIÓN DEL EUNUCO ETÍOPE.

Vemos ahora un contraste al personaje de Simón el mago, la Biblia, solo lo describe como el Eunuco Etíope. Hechos 8: 26-28
Hechos de los Apóstoles 8:26–28 RVR60
26 Un ángel del Señor habló a Felipe, diciendo: Levántate y ve hacia el sur, por el camino que desciende de Jerusalén a Gaza, el cual es desierto.27 Entonces él se levantó y fue. Y sucedió que un etíope, eunuco, funcionario de Candace reina de los etíopes, el cual estaba sobre todos sus tesoros, y había venido a Jerusalén para adorar,28 volvía sentado en su carro, y leyendo al profeta Isaías.
Este hombre, descrito como funcionario de Candace reina de los etíopes, un hombre que estaba sobre sus tesoros(una especie de tesorero, administrador, o financiero), Candace era un título que se daba a la reina madre.
Este era eunuco y venía a Jerusalén para adorar, porque la ley prohibía que los eunucos entraran en la asamblea del Señor (Dt. 23:1).
Aparentemente era rico, pues venía sentado en su carro dice el texto.
En los versículos del 29-30, que mientras viajaba, iba leyendo al profeta Isaías
Hechos de los Apóstoles 8:29–30 RVR60
29 Y el Espíritu dijo a Felipe: Acércate y júntate a ese carro.30 Acudiendo Felipe, le oyó que leía al profeta Isaías, y dijo: Pero ¿entiendes lo que lees?
En ese momento, Felipe que había sido guiado por un Ángel, según leemos en el v. 26 y luego por el Espíritu Santo, según el V.29, se acercó y preguntó, ¿Entiendes lo que lees?.
Los versículos del 31 al 35, nos muestran el proceso de conversión de este hombre.
Hechos de los Apóstoles 8:31 RVR60
31 El dijo: ¿Y cómo podré, si alguno no me enseñare? Y rogó a Felipe que subiese y se sentara con él.
El pasaje que leía es el de Isaías 53:7-8
Isaías 53:7–8 RVR60
7 Angustiado él, y afligido, no abrió su boca; como cordero fue llevado al matadero; y como oveja delante de sus trasquiladores, enmudeció, y no abrió su boca. 8 Por cárcel y por juicio fue quitado; y su generación, ¿quién la contará? Porque fue cortado de la tierra de los vivientes, y por la rebelión de mi pueblo fue herido.
El que está descrito en el versículo 32-33
El versículo 33, nos muestra una pregunta clave. Hechos 8:34
Hechos de los Apóstoles 8:34 RVR60
34 Respondiendo el eunuco, dijo a Felipe: Te ruego que me digas: ¿de quién dice el profeta esto; de sí mismo, o de algún otro?
El etíope sabía que el pasaje describía a un individuo, pero ¿era Isaías o algún otro? Felipe usó bien la ocasión para presentar el evangelio de Jesús partiendo de Isaías 53.
Hechos de los Apóstoles 8:35 RVR60
35 Entonces Felipe, abriendo su boca, y comenzando desde esta escritura, le anunció el evangelio de Jesús.
Esa predicación de Felipe trajo resultados.
1). El primer resultado fue la conversión del eunuco. Su respuesta fue, ¿qué impide que yo sea bautizado?. Hechos 8:36
Hechos de los Apóstoles 8:36 RVR60
36 Y yendo por el camino, llegaron a cierta agua, y dijo el eunuco: Aquí hay agua; ¿qué impide que yo sea bautizado?
Esta pregunta indica que el bautismo de agua es evidencia de una decisión personal de confiar en Cristo.
La acción en sí misma también lo refleja. Hechos 8:37-38
Hechos de los Apóstoles 8:37–38 RVR60
37 Felipe dijo: Si crees de todo corazón, bien puedes. Y respondiendo, dijo: Creo que Jesucristo es el Hijo de Dios. 38 Y mandó parar el carro; y descendieron ambos al agua, Felipe y el eunuco, y le bautizó.
2. El segundo resultado fue de alegría para el eunuco, quien siguió gozoso su camino. Hechos 8:39
Hechos de los Apóstoles 8:39 RVR60
39 Cuando subieron del agua, el Espíritu del Señor arrebató a Felipe; y el eunuco no le vio más, y siguió gozoso su camino.
3. Un tercer resultado fue que el evangelio tuvo un alcance más amplio al llegar a alguien que no era judío ni samaritano, sino un gentil (africano).
A este hombre adorador de Jehová, pero que no era un prosélito del judaísmo en plena comunión.
Hermanos, la historia, nos muestra la forma y los frutos de una verdadera Conversión a Cristo, frutos que deben estar presente en nosotros los cristiano.

CONCLUSIÓN:

De estos relatos aprendemos:
Qué Dios muchas veces permitirá la persecución, los problemas, para que su propósito sea cumplido, los samaritanos se convirtieron al evangelio, ellos recibieron el mensaje, y fueron bautizados.
También que cuando predicamos, habrán gente que dice convertirse, pero que sus frutos muestran que en realidad no lo son, y habrán otros que con su testimonio mostrarán resultados que muestran una conversión genuina.
Sí somos cristianos, debemos revisar nuestra conversión, ¿Qué frutos estamos mostrando?.
Y si no eres Cristiano, comienza hoy como la gente en Samaria y el eunuco etíope, a escuchar el mensaje del evangelio ya a bautizarte.
Vamos a orar.
Related Media
See more
Related Sermons
See more