Proposito: Puesto que Dios es un ser infinito, es imposible para criatura alguna conocerlo, exactamente tal cual es. No obstante, se ha dignado amorosamente revelarse en un idioma que podemos entender, y esa revelación está contenida en las Escrituras. Por ejemplo, Dios dice de sí mismo: “Yo soy santo.” Por lo tanto podemos decir que Dios es santo. La santidad es entonces un atributo de Dios, porque la santidad es una cualidad que le podemos atribuir o asignar a Dios. De manera entonces que podemos regular nuestros pensamientos e ideas con respecto a Dios con la ayuda de la revelación que Dios ha dado de sí mismo.