CLASES DE LIDERAZGO.

Diaconado Eficiente Para la Iglesia de Hoy!! Por: Silverio Manuel Bello Valenzuela-Pastor y Profesor.

Introducción:

En nuestro enfoque sobre “Diaconado eficiente para la iglesia de hoy”, estamos dando fiel seguimiento a las instrucciones trazadas por la Santa Palabra de Dios, según las propuestas y perfiles presentados por los doce apóstoles en el libro de los Hechos, capítulo 6, los versículos 1 al 7.

En ese mismo orden, estamos haciendo un análisis exegético a las instrucciones de Pablo a Timoteo (1 Tim. 3:1–13) y a Tito (Tit. 1:5–9), sobre el perfil espiritual, ético y moral de las personas que vayan a ser electas por la iglesia como miembros del cuerpo diaconal.

Diaconado Eficiente Para la Iglesia de Hoy (CAPÍTULO I: Paradigmas de la misión de la iglesia primitiva)

Paradigmas de la misión de la iglesia primitiva

A. Cuatro enfoques de la misión de la iglesia primitiva.

1- El kerigma: Esta palabra procedente de la voz griego-“κηρυγµα”, su fonética es “kerigma”; su semantema, o significado es: “Lo que se predica, mensaje, anuncio, proclamación”.Los creyentes del Nuevo Testamento, empleaban esta palabra para referirse a la proclamación de buenas nuevas. También se usaba, y se usa aún, la palabra κηρυσσω (kerusso), para significar “proclamar, dar a conocer, predicar”. Esta actividad en la iglesia primitiva, estaba estrechamente relacionada con el evangelio (ευαγγελιον), o proclamación del mensaje de las buenas nuevas de salvación, que es en Cristo Jesús.En Hechos 6:2, leemos: “No es justo que nosotros dejemos la Palabra de Dios…” (el kerigma), para servir a las mesas…” (diaconía). Este pasaje de las Escrituras, es un revelador auténtico de que la repartición alimenticia y las demás atenciones a las necesidades físicas de los miembros de la naciente iglesia, hasta aquel momento estaban siendo centralizadas exclusivamente, en el núcleo de los doce apóstoles. Muy pronto ellos se dieron cuenta, que la pesada carga secular, que por necesidad, ellos mismos se habían puesto sobre sus hombros, les estaba robando el tiempo de la oración, de la predicación, de la meditación y de la enseñanza de la Palabra de Dios a los demás creyentes.El mensaje de salvación a los perdidos es la razón fundamental de existencia de la iglesia del Señor. Esta actividad salvadora debe ser atendida debidamente por los hombres y mujeres llamados por Dios al santo ministerio. (Efesios 4:11–14)

2. La didaskalia

Didaskalia, esta palabra usa en el idioma griego, para significar: “Lo que se enseña, enseñanza, doctrina, acción de enseñar, instrucción”. En la Gran Comisión, la enseñanza de la Palabra de Dios como doctrina, y el discipulado, fue un mandato dado por nuestro Señor Jesucristo a sus discípulos; en Mateo 28:19, Jesús dijo: “Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén”.La enseñanza de la Palabra de Dios es lo que le asegura a la iglesia mantener la sanidad doctrinal. El teólogo W. T. Conner, define la doctrina cristiana como: “La línea de estudio que se propone mostrar las enseñanzas de la religión cristiana. Es la exposición organizada de la enseñanza de las doctrinas principales del cristianismo. Es la enseñanza de una forma más o menos completa y sistemática de las ideas necesarias y un entendimiento de la religión cristiana”.En los días en que vivimos, proliferan muchos falsos maestros, falsos cristos y falsos profetas. La buena enseñanza de la doctrina de la Palabra de Dios, es el mejor antídoto para combatir cualquier corriente doctrinal errónea.

3. La coinonía.

En el idioma griego se usa la voz “Κοινωνια”. para significar: “comunión, relación estrecha, confraternidad, compañerismo, unidad, armonía, participación, compartimiento; unión, contribución, ayuda”. Es la acción de unidad y comunión en la comunidad de fieles en la fe que forman parte del cuerpo de Cristo, que es la iglesia”. El legado por excelencia de lo que es la verdadera coinonía cristiana nos lo dejó como herencia la iglesia primitiva. No puede aparecer en el idioma griego ni en ningún otro idioma del mundo, otra palabra que con tan amplio significado, pueda superar a ésta.Leemos en Hechos 2:42, lo siguiente: “Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones”. Del mismo modo, leemos en el 2:46: “Y perseveraban unánimes cada día en el templo, y partiendo el pan en las casas, comían juntos con alegría y sencillez de corazón”.Hablando sobre la coinonía practicada por los primeros creyentes en este pasaje del libro de los Hechos, el escritor Wilfredo Calderón, comenta: “La iglesia primitiva se caracterizó por su perseverancia en la doctrina (didaché) de los apóstoles y en la comunión (koinonía) unos con otros (Hechos 2:42). El cristiano participa en esa comunión desde su conversión. Se trata de una comunión social y espiritual, como consta en las palabra de Juan: “Esto os anunciamos para que también vosotros tengáis comunión con nosotros; y vuestra comunión es verdaderamente con el Padre, y con el Hijo Jesucristo”. (1 Juan 1:3). La coinonía, o comunión con los demás, depende de la comunión con Dios, a base de iluminación, verdad y pureza (1 Juan 1:6, 7).La coinonía ha sido uno de los lazos irrompibles que ha mantenido a la iglesia viva y activa a pesar de las persecuciones imperiales, religiosas y políticas a las que ha venido siendo sometida durante sus más de dos milenios de existencia en el mundo.Esto le da fuerza de credibilidad a las declaraciones de Cristo cuando le declaró a Simón Pedro: “…y sobre esta roca edificaré mi iglesia; y las puertas del infierno no prevalecerán contra ella”. (Mateo 16:18)Como miembro de la Asociación Teológica de las Asambleas de Dios para América Latina, que soy, en el mes de septiembre del año 2007, tuve el gran privilegio de asistir a la 7ma. Asamblea anual, celebrada en Singapur, por “Asia Pacific Teological Association-APTA (La Asociación Teológica de Asia Pacífico), de las Asambleas de Dios para todo el continente de Asia Pacífica. Aparte de algunos delegados que habíamos desde Estados Unidos y de América Latina, en aquella actividad habían participando más de 225 personas de uno 25 países asiáticos. Los representantes de cada uno de los países, en donde no solamente no existe libertad de cultos, sino que hay persecución constante y activa contra los cristianos, testificaron vehementemente cómo Dios había estado manifestando su gracia y su poder para que la iglesia evangélica se mantuviera viva y perseverante en aquellos lugares, a pesar de las persecución en contra de los que mantienen firme su fe en Cristo. Decían que en esos países, hablar de persecución es hablar de torturas, golpizas y muerte a miles de creyentes y líderes evangélicos.En cada hora de receso, a pesar de las barreras culturales e idiomáticas (aunque todos dominábamos el idioma inglés), la coinonía en aquella actividad, fue algo inolvidable. La sonrisa de alegría que se dibujaba en cada rostro, y la amistad que se expresaba en cada saludo, era una muestra fehaciente de la comunión, el compañerismo y la amistad que a través del amor de Dios, se manifestaba y se dejaba sentir en todos los redimidos por Cristo que allí nos encontrábamos.La coinonía se hace presente a través de ese “bautismo de amor”, que el Espíritu Santo produce entre los creyentes en Cristo. Esta es una necesidad vital para la iglesia cristiana en nuestros días. Sin coinonía no hay verdadera salud integral en el cuerpo de Cristo, que es la iglesia.

4. La diaconía.

Definición: En el idioma griego, la palabra “Diakonía” es igual a: “Ministerio, servicio, contribución, ayuda, misión, encargo” (ver Rom. 12:7). La diaconía como servicio a la iglesia y a la comunidad, es más amplio que lo que cualquier persona pudiera imaginarse.En 6:3, del mismo libro de los Hechos, se lee: “Buscad, pues, hermanos, de entre vosotros a siete hermanos…, a quienes encarguemos de este trabajo”. “Trabajo”, dentro de este contexto, indica prestar o realizar un servicio a favor de los demás. Se refiere a la diaconía, que es el servicio voluntario y desinteresado que la iglesia realiza a favor de las personas necesitadas, “mayormente hacia “los de la familia de la fe” (Gal. 6:10). La diaconía es la praxis del amor de Dios (ágape), encarnado a través del servicio que presta cada uno de sus fieles creyentes a favor de los pobres y menesterosos, y por el bien de los demás miembros de la iglesia como cuerpo de Cristo.B.

La iglesia de hoy, siguiendo los ejemplos de la iglesia primitiva debe:

1. Desarrollar buenos programas de evangelismo, discipulado y misiones.

2. Tener un programa continuo de enseñanza doctrinal para la iglesia.

3. Desarrollar actividades que promuevan la unidad y el compañerismo

4. Hacer presencia comunitaria en su entorno a través de programas de servicio.En cuanto a la misión, visión y acción pastoral se refiere, el (la) pastor (a), debe ser pastor (a) de su iglesia y pastor de su comunidad. Todo (a) pastor (a) debe empeñarse en que su iglesia esté haciendo presencia en su comunidad a través del servicio comunitario: En el área de salud: Un dispensario médico; en el área de educación: Un buen programa de alfabetización; en lo que a asistencia social se refiere: Un comedor para alimentar a los menesterosos. En fin, desarrollar cualquier tipo de trabajo comunitario que le facilite a la congregación hacer presencia en su entorno social. Existen varias instituciones para-eclesiásticas y para-gubernamentales, que pueden ayudar a sustentar dichos programas, sólo hay que diligenciarlas.