UNA PROMESA EN MEDIO DE LA MALDICIÓN
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6 Y vio la mujer que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos, y árbol codiciable para alcanzar la sabiduría; y tomó de su fruto, y comió; y dio también a su marido, el cual comió así como ella. 7 Entonces fueron abiertos los ojos de ambos, y conocieron que estaban desnudos; entonces cosieron hojas de higuera, y se hicieron delantales. 8 Y oyeron la voz de Jehová Dios que se paseaba en el huerto, al aire del día; y el hombre y su mujer se escondieron de la presencia de Jehová Dios entre los árboles del huerto. 9 Mas Jehová Dios llamó al hombre, y le dijo: ¿Dónde estás tú? 10 Y él respondió: Oí tu voz en el huerto, y tuve miedo, porque estaba desnudo; y me escondí. 11 Y Dios le dijo: ¿Quién te enseñó que estabas desnudo? ¿Has comido del árbol de que yo te mandé no comieses? 12 Y el hombre respondió: La mujer que me diste por compañera me dio del árbol, y yo comí. 13 Entonces Jehová Dios dijo a la mujer: ¿Qué es lo que has hecho? Y dijo la mujer: La serpiente me engañó, y comí. 14 Y Jehová Dios dijo a la serpiente: Por cuanto esto hiciste, maldita serás entre todas las bestias y entre todos los animales del campo; sobre tu pecho andarás, y polvo comerás todos los días de tu vida. 15 Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar. 16 A la mujer dijo: Multiplicaré en gran manera los dolores en tus preñeces; con dolor darás a luz los hijos; y tu deseo será para tu marido, y él se enseñoreará de ti. 17 Y al hombre dijo: Por cuanto obedeciste a la voz de tu mujer, y comiste del árbol de que te mandé diciendo: No comerás de él; maldita será la tierra por tu causa; con dolor comerás de ella todos los días de tu vida. 18 Espinos y cardos te producirá, y comerás plantas del campo. 19 Con el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra, porque de ella fuiste tomado; pues polvo eres, y al polvo volverás. 20 Y llamó Adán el nombre de su mujer, Eva, por cuanto ella era madre de todos los vivientes. 21 Y Jehová Dios hizo al hombre y a su mujer túnicas de pieles, y los vistió.
INTRODUCCIÓN
1. CUANDO TE EXCUSAS DE TU PECADO.
1. CUANDO TE EXCUSAS DE TU PECADO.
6 Y vio la mujer que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos, y árbol codiciable para alcanzar la sabiduría; y tomó de su fruto, y comió; y dio también a su marido, el cual comió así como ella.
Podemos encontrar a dos seres humanos en toda su libertad de decisiones, responsables de sus actos, la cual debían toda obediencia a la palabra de Dios:
pero del fruto del árbol que está en medio del huerto dijo Dios: No comeréis de él, ni le tocaréis, para que no muráis.
Ellos podían actuar con libertad por todo el huerto, trabajo tenían por hacer en todo el huerto, digamos que ocupados en mantener el huerto en buen estado por así decirlo pero no estaban en lo que estaban.
Primero:
Adán permitió que la serpiente astuta entrara al huerto donde es su responsabilidad y autoridad que le fue concedida.
Segundo:
La mujer poniendo su atención y dialogar con la serpiente mientras Adán lo permite, recuerdan Salmo 1, no escuches los malos concejos de los impíos, no camines con ellos ni participes de sus pecados.
Pues Adán y Eva dieron honor a todo lo contrario del Salmo 1, la serpiente ya fue recibida en el huerto, no fue expulsada o impedida su paso y es aquí donde empieza todo:
a. Vio:
Una ves que la mujer da oídos a los concejos del impío el cual les dijo:
Entonces la serpiente dijo a la mujer:
No moriréis; sino que sabe Dios que el día que comáis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como Dios, sabiendo el bien y el mal.
La mujer vio que el fruto era bueno para comer, esta claro que los pecados y placeres del mundo son apetecibles a nuestros ojos, pero no nos conviene, debemos tener cuidado con oír y ver lo que no debemos en especial lo que nos ofrecen los impíos y el mundo.
Jesús nos dijo: Pero yo os digo que cualquiera que mira a una mujer para codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón.
La mujer vio y le fue apetecible porque en su corazón ya deseaba comerla y desobedecer, ella quería la sabiduría que el árbol daba, pero no vio el árbol de la vida ni deseó comer de su fruto, deseó lo prohibido.
b. Tomó:
Si el pecado entro al escuchar y ver, ahora toma del fruto, pero nadie se lo ofrece, ella es libre de no tomarlo, pero le esta prohibido tomarlo.
En su corazón el pecado ya a dado fruto, y ahora desea el fruto del árbol y con toda libertad lo toma, nadie la obligó, Satanas puede tentarnos, jugar con nuestros deseos y ponerlo en bandeja de plata pero no toma de tu mano y te la pone en la mano con una pistola y te obliga a comerla, somos nosotros que tomamos de ese pecado.
Es por eso nuestro deber de mortificar el pecado primero en nuestro corazón y mente, antes que la satisfacción de nuestros deseos se muestren en actos pecaminosos, la única forma de detenerlo es mortificando el pecado, en una comunión con Dios en su palabra y oración, tenemos los medios de gracia que Dios a dado, su palabra, la oración.
c. Comió:
El acto de pecar nace en su corazón, entra por sus ojos, se consuma en el acto de comer, el pecado a sido consumado, ahora el hombre a caído, a desobedecido, debe morir, la paga del pecado es la muerte, lo que empezó en dejar entrar a la serpiente se a consumado en la muerte del hombre.
d. Dio:
Cuando uno esta inundado en el pecado y disfruta de los deseos y placeres del mundo no solo los quiere para si, quiere compartirlos, hay pecados en las cual se necesita mas de uno o quien te cubra las espaldas, la maldad quiere arrasar con todo a su paso y llevarse a la mayor cantidad posible de almas.
Adan comió del fruto que le fue ofrecido por Eva, ambos an desobedecido a Dios, su condición en el Edén a cambiado, ya no es él mismo cuando fueron creados.
7 Entonces fueron abiertos los ojos de ambos, y conocieron que estaban desnudos; entonces cosieron hojas de higuera, y se hicieron delantales. 8 Y oyeron la voz de Jehová Dios que se paseaba en el huerto, al aire del día; y el hombre y su mujer se escondieron de la presencia de Jehová Dios entre los árboles del huerto. 9 Mas Jehová Dios llamó al hombre, y le dijo: ¿Dónde estás tú? 10 Y él respondió: Oí tu voz en el huerto, y tuve miedo, porque estaba desnudo; y me escondí.
Ahora que an comido y pecado es donde vienen las consecuencias fatales para los primeros pecadores, por el cual todos somos pecadores, Adán nos representaba, todos los que estamos en su simiente, estas consecuencias son hasta el día de hoy.
Sus ojos fueron abiertos, ahora conocen que estan desnudos, su inocencia a sido descubierta, lo que antes no era vergüenza ahora lo es, son pareja pero se avergüenzan el uno del otro por causa de su pecado, y tratan de tapar su desnudes y su pecado con hojas.
Escuchan a Dios y tratan de esconderse como si tapar su pecado con hojas y esconderse entre los arboles ante la presencia de su creador el Dios todopoderoso fuera posible.
Nadie puede esconder las intenciones de su corazón y con eso te lo digo todo, menos sus actos pecaminosos y déjame decirte que así como nosotros hoy en día desde el primer pecado del huerto hasta el pecado que cometiste hoy, con solo renegar porque te encuentras en alguna situación o aflicción, en vez de tener gozo estamos estresados todo el día.
Tu y yo pecamos en cada momento la diferencia es entre, arrepentirse o esconder el pecado pensando que nadie y menos Dios puede darse cuenta o pillarlo distraído.
Pero no, Dios todo los sabe porque el a decretado todo, conoce el corazón de los seres humanos, conoce nuestros pensamientos, deseos y actos, cuando pecas el esta ahí porque el esta en todos lados, así que no creas ni se te ocurra pensar que as escondido tu pecado porque nadie te a visto, te engañas tu mismo, hay dos personas que an visto tu pecado, tú y sobre todo Dios.
Envés de esconderte detrás de tu pecado se responsable, arrepiéntete, porque abogado tenemos y este es Jesús.
11 Y Dios le dijo: ¿Quién te enseñó que estabas desnudo? ¿Has comido del árbol de que yo te mandé no comieses? 12 Y el hombre respondió: La mujer que me diste por compañera me dio del árbol, y yo comí. 13 Entonces Jehová Dios dijo a la mujer: ¿Qué es lo que has hecho? Y dijo la mujer: La serpiente me engañó, y comí.
CUANDO TE EXCUSAS DE TU PECADO,
¿Quien te enseño, as comido?
Nadie enseño a pecar a Adán y Eva, ellos pecaron por propia voluntad, eran libres de no dejar entrar a la serpiente, de no escuchar su malos consejos, de no andar con el y de no participar de sus pecados, pero nuestro corazón es así, nuestros deseos son así, cuando nos apartamos de Dios y su palabra le desobedecemos.
¿Pillaron a Dios por sorpresa?, No.
Dios todo los sabe, Dios les esta llamando la atención y juicio por su acto de pecado, pero en vez de pedir perdón ambos se acusan hasta el punto de hecharle la culpa a Dios mismo:
Adán, La mujer que me diste por compañera me dio del árbol, y yo comí. 13 Entonces Jehová Dios dijo a la mujer:
¿Qué es lo que has hecho?
Y dijo la mujer: La serpiente me engañó, y comí.
La mujer que TÚ me diste, Dios tiene la culpa por darle una mujer pecadora y el pobre inocente se dejo llevar por los deseos de ella, NO, el dejo entrar a la serpiente para que susurrara en las oreja de su mujer, el permitió y descuido a su mujer, el es culpable de descuidar la unidad familiar y el templo de Dio, el debía cuidarla y honrarla no dejar que sea tentada por el pecado de escuchar a la serpiente y comer del fruto.
La mujer que tú me diste.
Y la mujer muy inocente ella verdad: La serpiente me engañó y comí, pobre ella, yo no tengo la culpa, me engaño, NO, ella deseaba el conocimiento, la sabiduría, conocer el bien y el mal, ser como Dios, tanto ella como Adán lo deseaban, ninguno es inocente de su pecado, ambos son culpables y deben morir como Dios a decretado:
15 Tomó, pues, Jehová Dios al hombre, y lo puso en el huerto de Edén, para que lo labrara y lo guardase. 16 Y mandó Jehová Dios al hombre, diciendo: De todo árbol del huerto podrás comer; 17 mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás.
LA MALDICIÓN.
14 Y Jehová Dios dijo a la serpiente: Por cuanto esto hiciste, maldita serás entre todas las bestias y entre todos los animales del campo; sobre tu pecho andarás, y polvo comerás todos los días de tu vida.
Satanas el tentador, el león rugiente que quiere devorar a sus presas, sedujo con palabras al hombre para que pecara, el hombre permitió ser seducido por los malos concejos de los malos.
El Diablo enemigo de Dios y su obra, tergiverso las palabras de Dios a oídos del hombre el cual creyó más a Satanas que a Dios, tanto la serpiente antigua como el hombre son culpables de pecado contra Dios y ambos deben ser responsables de sus actos, Dios va hablar y emitirá sentencia con una maldición diciendo a la serpiente:
Por cuanto esto hiciste, maldita serás entre todas las bestias y entre todos los animales del campo; sobre tu pecho andarás, y polvo comerás todos los días de tu vida.
Esta maldición no es solo a la bestia, al animal, si no a la naturaleza caída de Satanas un ser que se arrastra sobre la tierra destinado a comer el polvo y el lago del fuego, este es el destino de Satanas la serpiente antigua el infierno, el abismo para él y sus secuaces y la de nosotros Los pecadores.
Así es hermano y amigo nuestro destino por nuestros pecados es el infierno todo aquel que rechaza a Dios es enemigo de Dios
¿Entonces no tenemos esperanza, quien podrá salvarnos?
La maldición no queda ahí, Dios seguirá emitiendo su justicia pero esta vez dentro de su maldición hay una promesa de redención.
2. LA PROMESA DE UN REDENTOR.
2. LA PROMESA DE UN REDENTOR.
15 Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar.
En medio de la maldición encontramos una promesa de redención, nadie la pidió, nadie la quería pero la necesitaban, el hombre sin la misericordia de Dios perecería, tenemos un dios de amor, de gracia, de misericordia, les revela su redención pero no sería gratis para quien la cumpliera debía pagar por los pecados de ellos.
Satanas es condenado a ser aborrecido por la humanidad entera, su nombre es sinónimo de maldad y enemigo contra toda justicia; DIOS pone enemistad, discordia, pelea entre la serpiente y la mujer de quien vendrá toda la humanidad.
Y es aquí donde vemos la promesa de redención, Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya, entre satanas y la simiente de la mujer , esta será una lucha entre el fruto de la mujer y el fruto de la serpiente, una guerra entre la gracia y la maldad del pecado, ademas una lucha continua entre la simiente de la serpiente, todos aquellos que rechazan la obra de redención y los que son redimidos por la simiente de la mujer.
Esta simiente va a deshacer lo que la serpiente antigua hizo y le fue entregado en el huerto, Dios muestra el proto-evangelio o prototipo de el evangelio:
Su encarnación.
Esta simiente de la mujer, será carne de su carne, hueso y carne, un hombre en toda su naturaleza, 100 por ciento hombre.
Nuestro Señor, salvador y redentor sea un hombre nos da esperanza a nosotros hombres pecadores
11 Porque el que santifica y los que son santificados, de uno son todos; por lo cual no se avergüenza de llamarlos hermanos, 12 diciendo: Anunciaré a mis hermanos tu nombre, En medio de la congregación te alabaré. 13 Y otra vez: Yo confiaré en él. Y de nuevo: He aquí, yo y los hijos que Dios me dio. 14 Así que, por cuanto los hijos participaron de carne y sangre, él también participó de lo mismo, para destruir por medio de la muerte al que tenía el imperio de la muerte, esto es, al diablo, 15 y librar a todos los que por el temor de la muerte estaban durante toda la vida sujetos a servidumbre. 16 Porque ciertamente no socorrió a los ángeles, sino que socorrió a la descendencia de Abraham.
Su sufrimiento y muerte.
Como Hombre sufriría aflicciones y tentaciones
17 Por lo cual debía ser en todo semejante a sus hermanos, para venir a ser misericordioso y fiel sumo sacerdote en lo que a Dios se refiere, para expiar los pecados del pueblo. 18 Pues en cuanto él mismo padeció siendo tentado, es poderoso para socorrer a los que son tentados.
Los sufrimientos que padeció nuestro redentor Jesucristo también lo padecerían sus seguidores, satanas los tienta, los persigue y los mata, así hiere el calcañar, pero Cristo fue herido en la cruz, levantado en le madero, herido de muerte, una muerte que no pudo retenerlo, resucitando en Gloria al tercer día.
Su victoria sobre Satanas y el pecado.
Jesucristo pago con su sangre por sus escogidos, los que el Padre les dio antes de la creación del mundo, ovejas que escuchan su voz.
Su victoria no solo es contra el pecado o restaurando la relación, comunión rota en el huerto con Dios, Jesús a desecho los planes de satanas aplastando su cabeza, frustrado los planes de muerte y desolación que causa Satanas y sus huestes, una herida incurable porque para ellos no hay redención, no hay promesa para ellos, mas que un lugar en el infierno, su final esta muy cerca, mientras el evangelio, la iglesia y el reino de Jesucristo avanza más y más cada día.
GLORIA A DIOS, porque nuestros salvador vive y su gracia es dada más y más en esta hermosa tierra de España y nuestro deseo es que su nombre sea escuchado en las calles de Murcia.
16 A la mujer dijo: Multiplicaré en gran manera los dolores en tus preñeces; con dolor darás a luz los hijos; y tu deseo será para tu marido, y él se enseñoreará de ti. 17 Y al hombre dijo: Por cuanto obedeciste a la voz de tu mujer, y comiste del árbol de que te mandé diciendo: No comerás de él; maldita será la tierra por tu causa; con dolor comerás de ella todos los días de tu vida. 18 Espinos y cardos te producirá, y comerás plantas del campo. 19 Con el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra, porque de ella fuiste tomado; pues polvo eres, y al polvo volverás.
Una promesa en medio de la maldición, esta maldición o juicio a la mujer y el varón es por causa de su desobediencia al comer de lo prohibido, tanto su relación como su manera habitual de vivir será diferente, Dios por misericordia no los fulmina, más bien tiene gracia sobre ellos al dejarlos con vida, pero ahora el espíritu de ellos está muerto en sus delitos y pecados, su cuerpo morirá con el pasar del tiempo, se reducirá el tiempo de su existencia en esta tierra, regresaran al polvo de donde salieron.
Nosotros hoy en día estamos muertos en nuestros delitos y pecados, nuestra vida es reducida a no más de 100 años los que puedan llegar, quedaron lejos los años de vida como Matusalén con 969 años de vida.
El ser humano necesita de un redentor, tu y yo necesitamos de un salvador para nuestras vida tanto espiritual como en la carne, es Jesús quien murió para darnos nueva vida eterna y un cuerpo glorificado, es mi deseo que tu también puedas llegar a los pies de Cristo.
3. CREER EN LA PROMESA.
3. CREER EN LA PROMESA.
20 Y llamó Adán el nombre de su mujer, Eva, por cuanto ella era madre de todos los vivientes. 21 Y Jehová Dios hizo al hombre y a su mujer túnicas de pieles, y los vistió.
Amigo necesitas creer en la promesa de salvación.
Adán le creyó a Dios la promesa a Dios, de una simiente redentora, merecían estar muerto pero Dios les da la promesa de ser rescatados de su maldición, de ser perdonados por su desobediencia y de ser restaurado su comunión personal como lo tuvieron antes de pecar.
Y llamó Adán el nombre de su mujer, Eva, por cuanto ella era madre de todos los vivientes.
Adán creyó en la promesa, el sabia que morirían sí pecaban, ahora saben que estan muertos en su pecado, expulsados del huerto, del paraíso, de la presencia hermosa y santa de Dios.
Cuando le es dado la promesa de redención lo cree y cambia el nombre de su mujer llamándola Varona que es vida o viviente , en la escritura dice:
Por cuanto ella era madre de todos los vivientes.
Adán creyó en la promesa, pone a su mujer un nombre de esperanza relacionada con la promesa de redención porque de ella saldrá no solo más vida, si no, la simiente quien nos daría la Vida por que él es Vida, de ella, su sumiste saldrá un gran redentor Jesucristo quien nos da vida eterna.
Eva y Adán obedecieron y tuvieron hijos sabiendo que dé la carne de su carne saldría el rédenlos, hueso de sus huesos, 100 por ciento hombre, y aunque no tenían toda la revelación bíblica redentora ellos creyeron en la promesa.
¿Tú lo crees, lo crees como Adán y Eva nuestros primeros padres en la carne, deberías, porque el pago de tu transgresión es el infierno, estas extraviado pero aún no es tarde y puedes creer en la promesa de redención?
Si tu crees en el salvador ten por seguro que esta redención te será dad, por gracia y misericordia el sacrificio de Cristo como les fue dado a nuestros padres Adán y Eva al creer en la promesa de un redentor.
Y Jehová Dios hizo al hombre y a su mujer túnicas de pieles, y los vistió.
El sacrificio de Cristo empezó de forma primigenia y apuntando a la cruz cuando Dios mismo mata, sacrifica, derrama sangre de animales para cubrir la deshonra del pecado cometido por Adán y Eva.
Los vistió con túnicas de animales inocentes, pero sirvieron de sacrificio por sus pecados.
Dios no solo sacrifica animales por sus pecados, también les enseña como deben ser esos sacrificios y desde entonces repetirían estos sacrificios travez de la historia bíblica hasta la llegada de nuestro verdadero cordero de expiación, sin mancha, sin pecado, inocente, justo, llevado al matadero sin decir una palabra, sin acusar a nadie porque la copa de la ira solo la bebería él, Jesucristo nuestro cordero de pascua quien murió por los pecados del mundo, por el tuyo y el mio.
Y del cual gritamos y deseamos Maranata, Ven Señor, a él sea la Gloria amén.