Principio Regulativo de la Adoración
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Introducción
Introducción
5 Abrió, pues, Esdras el libro a ojos de todo el pueblo, porque estaba más alto que todo el pueblo; y cuando lo abrió, todo el pueblo estuvo atento.
6 Bendijo entonces Esdras a Jehová, Dios grande. Y todo el pueblo respondió: ¡Amén! ¡Amén! alzando sus manos; y se humillaron y adoraron a Jehová inclinados a tierra.
El domingo pasado tuvimos la oportunidad de entrar a este tema, que considero muy importante; El tema de la adoración a Dios.
Una de las cosas que aprendimos, al considerar la Palabra de Dios es que el hombre tiene la responsabilidad de adorar a Dios sin embargo también la misma Biblia enfatiza el hecho de que existe cierto tipo de adoración que es “abominación” a Dios, que la “aborrece”, le es “gravosa”, no la puede “soportar” y, por tanto, la rechaza
Esta verdad se encuentra claramente manifestada a través de toda la Escritura, no es un tema que se pueda considerar como irrelevante o sin importancia.
Al contrario, es Evidente que Dios toma con mucha seriedad la forma en que su Pueblo le rinde Adoración.
Es bastante inquietante el considerar los incontables ejemplos que nos presenta la Escritura de personajes que PRETENDIERON rendir adoración a Dios cuando en realidad le estaban Ofendiendo.
Su IRREVERENCIA no fue algo que Dios tomó con ligereza, y las terribles consecuencias que pagaron nos sirven como una fuerte ADVERTENCIA para que nosotros no cometamos el mismo error.
Al considerar el libro de Nehemias, nos damos cuenta que una de las razones por las Jerusalén quedó en gran ruina y todo el pueblo se encontraba en lamento es porque habían descuidado la adoración al Único Dios verdadero.
Siendo el pueblo que Dios mismo había escogido, habían fracasado en su propósito mas esencial, Adorar y Glorificar al único Dios verdadero.
Que trágico sería que la iglesia cometiera ese mismo error,
Siendo la iglesia del Señor, que El mismo redimió con su sangre, los cuales hemos sido escogidos por Dios por “para alabanza de la gloria de su gracia” (Efesios 1)
En lugar de reunirnos y cumplir con nuestro llamado de adorar a Dios; terminemos haciendo todo lo contrario.
Como la iglesia de Corinto, la cual recibió una fuerte exhortación de parte del apóstol Pablo:
1 Corintios 11:17–22 (RVR60)
17 Pero al anunciaros esto que sigue, no os alabo; porque no os congregáis para lo mejor, sino para lo peor.
18 Pues en primer lugar, cuando os reunís como iglesia, oigo que hay entre vosotros divisiones; y en parte lo creo.
19 Porque es preciso que entre vosotros haya disensiones, para que se hagan manifiestos entre vosotros los que son aprobados.
20 Cuando, pues, os reunís vosotros, esto no es comer la cena del Señor.
21 Porque al comer, cada uno se adelanta a tomar su propia cena; y uno tiene hambre, y otro se embriaga.
22 Pues qué, ¿no tenéis casas en que comáis y bebáis? ¿O menospreciáis la iglesia de Dios, y avergonzáis a los que no tienen nada? ¿Qué os diré? ¿Os alabaré? En esto no os alabo.
Y es por esta razón, que es de suma importancia que cada uno de nosotros, en esta tarde examinemos nuestras mentes y corazones y evaluemos la siguiente pregunta:
¿Será que lo que estamos haciendo en cada servicio (viernes tras viernes, domingo tras domingo) realmente agrada a Dios?
¿Como podemos tener la certeza de que efectivamente esta es la manera en que Dios quiere que se le adore?
Estas preguntas son muy importantes, y debemos de considerarlas con la seriedad debida si es que verdaderamente nuestro objetivo es ser una iglesia que Adora y Agrada a Dios.
Sin embargo, debido a tanta confusión que existe en la actualidad con respecto al tema, es necesario que primeramente definamos bíblicamente lo que es adoración.
Ya hemos explicado lo que no es adoración:
La adoración no es música, la adoración no son rituales religiosos, la adoración no son experiencias sobrenaturales o venir a la iglesia.
En el verso 6 de Nehemias nos dice que
Nehemías 8:6 (RVR60)
6 Bendijo entonces Esdras a Jehová, Dios grande. Y todo el pueblo respondió: ¡Amén! ¡Amén! alzando sus manos; y se humillaron y adoraron a Jehová inclinados a tierra.
El vocablo hebreo que el autor empleo es el termino shajah (שָׁחָה, 7812) y su equivalente griego en el nuevo testamento es el termino (proskuneo)
Los cuales conllevan la idea de doblegarse, postrarse, reverenciar.
La palabra que se usa en el NT significa literalmente “besar la mano”, como una señal de respeto y reverencia.
Ambas términos comunican la idea de que la adoración es un acto en el que RECONOCEMOS que Dios tan GLORIOSO Y SUBLIME que solamente El es digno de toda nuestra Adoración
, en ese sentido,
la adoración en esencia es rendir a Dios el honor, la gloria, la alabanza, y la admiración que DEBIDAMENTE LE CORRESPONDEN.
Debemos de comprender que nuestra adoración no le agrega nada a Dios,
No pensemos que nuestra adoración hace a Dios mas glorioso de lo El ya es, El es infinitamente Glorioso; sea que le adoremos o no,
Sin embargo, Siendo El el ser mas Glorioso en todo el universo, El es Absolutamente Digno de TODO HONOR, REVERENCIA, GLORIA, ADMIRACIÓN Y ADORACIÓN.
Fracasar en rendirle a Dios su debida Adoración no ser llamado de otra manera mas que que PECADO.
Esto es sumamente importante, el hombre en su condición de criatura tiene la responsabilidad de adorar a Dios,
muchas veces pensamos en la adoración a Dios como un tema exclusivo para la iglesia, pero la verdad es que toda la humanidad LE DEBE su adoración a Dios.
Sin embargo, el hombre en su pecado, se resiste a Reconocer a Dios y humillarse ante El en adoración y prefiere adorar otras cosas antes que al creador el cual es Digno de toda adoración.
18 Porque la ira de Dios se revela desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres que detienen con injusticia la verdad;
19 porque lo que de Dios se conoce les es manifiesto, pues Dios se lo manifestó.
20 Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa.
21 Pues habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias, sino que se envanecieron en sus razonamientos, y su necio corazón fue entenebrecido.
22 Profesando ser sabios, se hicieron necios,
23 y cambiaron la gloria del Dios incorruptible en semejanza de imagen de hombre corruptible, de aves, de cuadrúpedos y de reptiles.
24 Por lo cual también Dios los entregó a la inmundicia, en las concupiscencias de sus corazones, de modo que deshonraron entre sí sus propios cuerpos,
Pablo habla de la ira de Dios en relación con aquellos que se niegan a Reconocer y Glorificar a Dios.
De manera que podemos ver como este tema es bastante serio, pudiéramos decirlo de esta manera
El no rendir a Dios la adoración debida es un pecado digno del infierno eterno.
es por eso que Jesús dijo que el Padre busca:
“verdaderos adoradores que adoran al Padre en espíritu y en verdad”
dando nos a entender que de entre todos los que conforman su Pueblo no hay ninguno solo que no sea un adorador sincero,
esto significa que No habrá en el cielo ninguna persona que no haya sido un adorador verdadero aquí en la tierra.
y es por eso que la Escritura esta llena de pasajes que nos llaman a adorar a Dios
Salmo de alabanza; de David.
1 Te exaltaré, mi Dios, mi Rey, Y bendeciré tu nombre eternamente y para siempre.
2 Cada día te bendeciré, Y alabaré tu nombre eternamente y para siempre.
3 Grande es Jehová, y digno de suprema alabanza; Y su grandeza es inescrutable.
4 Generación a generación celebrará tus obras, Y anunciará tus poderosos hechos.
5 En la hermosura de la gloria de tu magnificencia, Y en tus hechos maravillosos meditaré.
6 Del poder de tus hechos estupendos hablarán los hombres, Y yo publicaré tu grandeza.
7 Proclamarán la memoria de tu inmensa bondad, Y cantarán tu justicia.
8 Clemente y misericordioso es Jehová, Lento para la ira, y grande en misericordia.
9 Bueno es Jehová para con todos, Y sus misericordias sobre todas sus obras.
10 Te alaben, oh Jehová, todas tus obras, Y tus santos te bendigan.
11 La gloria de tu reino digan, Y hablen de tu poder,
12 Para hacer saber a los hijos de los hombres sus poderosos hechos, Y la gloria de la magnificencia de su reino.
13 Tu reino es reino de todos los siglos, Y tu señorío en todas las generaciones.
14 Sostiene Jehová a todos los que caen, Y levanta a todos los oprimidos.
15 Los ojos de todos esperan en ti, Y tú les das su comida a su tiempo.
16 Abres tu mano, Y colmas de bendición a todo ser viviente.
17 Justo es Jehová en todos sus caminos, Y misericordioso en todas sus obras.
18 Cercano está Jehová a todos los que le invocan, A todos los que le invocan de veras.
19 Cumplirá el deseo de los que le temen; Oirá asimismo el clamor de ellos, y los salvará.
20 Jehová guarda a todos los que le aman, Mas destruirá a todos los impíos.
21 La alabanza de Jehová proclamará mi boca; Y todos bendigan su santo nombre eternamente y para siempre.
1 Cantad a Jehová cántico nuevo; Cantad a Jehová, toda la tierra.
2 Cantad a Jehová, bendecid su nombre; Anunciad de día en día su salvación.
3 Proclamad entre las naciones su gloria, En todos los pueblos sus maravillas.
4 Porque grande es Jehová, y digno de suprema alabanza; Temible sobre todos los dioses.
5 Porque todos los dioses de los pueblos son ídolos; Pero Jehová hizo los cielos.
6 Alabanza y magnificencia delante de él; Poder y gloria en su santuario.
7 Tributad a Jehová, oh familias de los pueblos, Dad a Jehová la gloria y el poder.
8 Dad a Jehová la honra debida a su nombre; Traed ofrendas, y venid a sus atrios.
9 Adorad a Jehová en la hermosura de la santidad; Temed delante de él, toda la tierra.
10 Decid entre las naciones: Jehová reina. También afirmó el mundo, no será conmovido; Juzgará a los pueblos en justicia.
11 Alégrense los cielos, y gócese la tierra; Brame el mar y su plenitud.
12 Regocíjese el campo, y todo lo que en él está; Entonces todos los árboles del bosque rebosarán de contento,
13 Delante de Jehová que vino; Porque vino a juzgar la tierra. Juzgará al mundo con justicia, Y a los pueblos con su verdad.
16 La palabra de Cristo more en abundancia en vosotros, enseñándoos y exhortándoos unos a otros en toda sabiduría, cantando con gracia en vuestros corazones al Señor con salmos e himnos y cánticos espirituales.
17 Y todo lo que hacéis, sea de palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de él.
1 Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional.
2 No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.
3 Digo, pues, por la gracia que me es dada, a cada cual que está entre vosotros, que no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener, sino que piense de sí con cordura, conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada uno.
4 Porque de la manera que en un cuerpo tenemos muchos miembros, pero no todos los miembros tienen la misma función,
5 así nosotros, siendo muchos, somos un cuerpo en Cristo, y todos miembros los unos de los otros.
6 De manera que, teniendo diferentes dones, según la gracia que nos es dada, si el de profecía, úsese conforme a la medida de la fe;
7 o si de servicio, en servir; o el que enseña, en la enseñanza;
8 el que exhorta, en la exhortación; el que reparte, con liberalidad; el que preside, con solicitud; el que hace misericordia, con alegría.
9 El amor sea sin fingimiento. Aborreced lo malo, seguid lo bueno.
10 Amaos los unos a los otros con amor fraternal; en cuanto a honra, prefiriéndoos los unos a los otros.
11 En lo que requiere diligencia, no perezosos; fervientes en espíritu, sirviendo al Señor;
12 gozosos en la esperanza; sufridos en la tribulación; constantes en la oración;
13 compartiendo para las necesidades de los santos; practicando la hospitalidad.
14 Bendecid a los que os persiguen; bendecid, y no maldigáis.
15 Gozaos con los que se gozan; llorad con los que lloran.
16 Unánimes entre vosotros; no altivos, sino asociándoos con los humildes. No seáis sabios en vuestra propia opinión.
17 No paguéis a nadie mal por mal; procurad lo bueno delante de todos los hombres.
18 Si es posible, en cuanto dependa de vosotros, estad en paz con todos los hombres.
19 No os venguéis vosotros mismos, amados míos, sino dejad lugar a la ira de Dios; porque escrito está: Mía es la venganza, yo pagaré, dice el Señor.
20 Así que, si tu enemigo tuviere hambre, dale de comer; si tuviere sed, dale de beber; pues haciendo esto, ascuas de fuego amontonarás sobre su cabeza.
21 No seas vencido de lo malo, sino vence con el bien el mal.
También debemos reconocer que en nuestra condición humana frágil,
nuestro pecado EMPEORA nuestra incapacidad para OFRECER una adoración aceptable a Dios, pues somos pecadores y Dios es santo,
y por eso no podemos llegar a su presencia por nosotros mismos sin ser consumidos inmediatamente por su ira.
Es por eso que en Romanos capitulo 12 el apóstol Pablo nos presenta un principio muy importante:
Que una adoración aceptable a Dios solo puede rendirse a través de la obra completa de Cristo;
nos es accidental que PRIMERO Pablo por 11 capítulos ha explicado el el evangelio con detalle y luego en base a lo que Pablo llama:
“las misericordias de Dios” podamos atraves de Cristo; el cual es el único camino al Padre; ofrecer a Dios una adoración agradable y aceptable a El.
También, Hemos hablado de que nuestra adoración debe de ser informada por la palabra de Dios,
de esta manera reconocemos que es solamente en la Escritura que encontramos la manera en que Dios quiere que su pueblo le adore.
En Romanos 12, Pablo habla del nuestro culto racional:
Pablo utiliza esta expresión para diferenciar la verdadera adoración de la falsa adoración
Esta es la adoración que agrada a Dios es lo que Pablo nos esta presentando en este capitulo.
Una adoración viva, santa y razonable.
Este es el mismo principio que Jesús estableció (Juan 4)
de que los Adoradores son aquellos que adoran a Dios en espíritu y en verdad,
La adoración es una actitud correcta ante Dios que ha sido moldeada por la verdad de Dios,
es un culto racional no irracional, esto nos significa que los sentimientos están totalmente desconectados
Pero nuestro entendimiento racional de la palabra de Dios debe de gobernar nuestros sentimientos.
(si hay lagrimas, si levantamos nuestras manos, si nos postramos) es porque tales expresiones han sido informadas por la Escritura
Nuestra mente informa a nuestro corazón en la adoración sincera a Dios.
Como escribió un comentarista:
Romanos EL CUERPO DEBE SER DADO A DIOS
La adoración verdadera no consiste en oraciones elaboradas y llamativas, una liturgia intrincada, templos con vitrales artísticos, velas encendidas, túnicas amplias, incienso y música sagrada clásica. No requiere gran talento, habilidades específicas o un despliegue de liderazgo y oratoria. Muchas de esas cosas pueden ser parte de las formas externas en que se expresa la adoración genuina, pero solo son aceptables para Dios si el corazón y la mente de la persona que adora están enfocados en Él. En este sentido, el único culto racional que honra y agrada a Dios es la devoción y alabanza sinceras, reflexivas y amorosas que brotan del corazón de sus hijos
La manera en que adoramos a Dios importa y mucho,
Existen diversas posturas de como la iglesia debe de adorar a Dios,
hay algunos que piensan que lo que no esta explicitamente prohibido en la palabra es totalmente aceptable en la igleisa.
Tal modo de pensar a introducido en la iglesia del Señor todo tipo de practicas y formas de adoración bajo la excusa de que la biblia no lo prohíbe.
Ustedes deben de saber que nosotros en esta congregación hemos tomado una postura totalmente diferente que se le conoce como
El principio regulativo en la adoración.
Una explicación sencilla de este principio se puede definir de esta manera:
““el modo aceptable de adorar al verdadero Dios es instituido por él mismo, y está tan limitado por su propia voluntad revelada” (21.1). En otras palabras, debemos adorar a Dios a su manera.”
Esto quiere decir que la adoración está regulada por Dios, y consiste sólo en esas cosas que Él nos manda en las Escrituras.
El principio regulador dice que en la adoración hemos de hacer sólo lo que Dios nos ha ordenado porque Él regula lo que debe ser la adoración.
Las Escrituras son muy claras al demostrar que nosotros no temos la libertar de inventar o ser inovadores en la adoración a Dios, es por eso que es necesario que pidamos a Dios para que comprendamos por medio de su Palabra la manera en que debemos de rendirle adoración.
En Nehemias 8 econtramos una Adoración que fue el resultado de la proclamación fiel de la Escritura,
La palabra informó al Pueblo de la Grandeza de Dios, y el pueblo respondió rindiendo a Dios la debida adoración.
Que nosotros también podamos cultivar una actitud de adoradores a Dios en toda nuestra Vida.
Como dijo el puritano Jeremiah Burroughs:
“En la adoración a Dios, no debe de haber nada ofrecido a Dios sino aquello que El ha mandado. Cualquier cosa que metamos en la adoración a Dios debe de ser lo que se nos ordena y fluye de la Palabra de Dios”
Dios nos ayude a rendirle a El una adoración sincera y no seamos como aquellos a los cuales Jesus dirigió las siguientes palabras en:
8 Este pueblo de labios me honra; Mas su corazón está lejos de mí.
9 Pues en vano me honran, Enseñando como doctrinas, mandamientos de hombres.