Viviendo en la unidad de la Iglesia.
Comunidades Misionales • Sermon • Submitted
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Introducción:
Introducción:
Individualismo.
Poco conocimiento de los hermanos.
Mas gozo y compartir con persona que no conocen a Dios que con los creyentes.
Desarrollo:
Desarrollo:
1. La Iglesia es un cuerpo.
1. La Iglesia es un cuerpo.
1 Corintios 12.12 “12 Porque así como el cuerpo es uno, y tiene muchos miembros, pero, todos los miembros del cuerpo, aunque son muchos, constituyen un solo cuerpo, así también es Cristo.”
El apóstol venía hablando acerca de la diversidad de dones y ministerios en la Iglesia. Explicaba que el Espíritu de Dios capacita de manera diferente a los creyentes. A uno les dio palabra de sabiduría; a otros el hacer milagros, a otros les dio la profecía, etc. Pero el apóstol recalca que aunque hay diversidad en la Iglesia es un mismo Espíritu el que capacita a todos.
Entonces pasa a explicar que esta diversidad se enmarca dentro de la unidad del cuerpo de Cristo, y para eso toma el ejemplo del cuerpo. Esto es lo que dice del cuerpo humano que es semejante a la Iglesia:
El cuerpo es uno, no varios.
Este único cuerpo tiene muchos miembros.
A pesar de que hay muchos miembros todos ellos constituyen un solo cuerpo.
De una manera semejante es Cristo.
¿En qué se parece el cuerpo humano al cuerpo de Cristo que es la Iglesia?
En que todos somos diferentes, pero estamos unidos en el Señor y cada uno es importante para la edificación del cuerpo. Esto es lo que continúa diciendo en este capítulo:
13 Pues por un mismo Espíritu todos fuimos bautizados en un solo cuerpo, ya judíos o griegos, ya esclavos o libres. A todos se nos dio a beber del mismo Espíritu. 14 Porque el cuerpo no es un solo miembro, sino muchos. 15 Si el pie dijera: «Porque no soy mano, no soy parte del cuerpo», no por eso deja de ser parte del cuerpo. 16 Y si el oído dijera: «Porque no soy ojo, no soy parte del cuerpo», no por eso deja de ser parte del cuerpo. 17 Si todo el cuerpo fuera ojo, ¿qué sería del oído? Si todo fuera oído, ¿qué sería del olfato? 18 Ahora bien, Dios ha colocado a cada uno de los miembros en el cuerpo según le agradó. 19 Y si todos fueran un solo miembro, ¿qué sería del cuerpo? 20 Sin embargo, hay muchos miembros, pero un solo cuerpo. 21 Y el ojo no puede decirle a la mano: «No te necesito»; ni tampoco la cabeza a los pies: «No los necesito» 22 Por el contrario, la verdad es que los miembros del cuerpo que parecen ser los más débiles, son los más necesarios; 23 y las partes del cuerpo que estimamos menos honrosas, a estas las vestimos con más honra. Así que las partes que consideramos más íntimas, reciben un trato más honroso, 24 ya que nuestras partes presentables no lo necesitan. Pero así formó Dios el cuerpo, dando mayor honra a la parte que carecía de ella, 25 a fin de que en el cuerpo no haya división, sino que los miembros tengan el mismo cuidado unos por otros. 26 Si un miembro sufre, todos los miembros sufren con él; y si un miembro es honrado, todos los miembros se regocijan con él. 27 Ahora bien, ustedes son el cuerpo de Cristo, y cada uno individualmente un miembro de él.
Es necesario recalcar la diferencia entre unidad y uniformidad.
2. La Iglesia es los pámpanos de la vid.
2. La Iglesia es los pámpanos de la vid.
Juan 15.5 “5 »Yo soy la vid, ustedes los sarmientos; el que permanece en Mí y Yo en él, ese da mucho fruto, porque separados de Mí nada pueden hacer.”
5 Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer.
El Señor está hablando acerca de la unidad con él. Se presenta a sí mismo como una vid y a los creyentes como a sarmientos, o pámpanos, es decir ramas.
Venía diciendo que los creyentes está unidos a él como los sarmientos a la vid y la evidencia de ello es que darán fruto.
Entonces toda rama, sarmiento, que no da fruto es cortada. Esto en ninguna manera habla de la pérdida de la salvación. El Señor nos dice claramente en toda la Escritura que no perderá ninguno de los suyos. Pero el Señor está utilizando la ilustración de la vid. Cuando una vid tiene ramas que no dan fruto es necesario podarla, es decir sacar esas ramas infructuosas para que las ramas que si dan fruto puedan ser bien alimentadas.
Estas ramas que son cortadas representan a los creyentes que no permanecen en el Señor, es decir que no tienen una verdadera unión con Cristo.
Por otra parte vemos, en esta ilustración del Señor como una vid y los creyentes como sarmientos aprendemos una verdad importante.
Los creyentes al estar unidos a Cristo también están unidos entre si.
4. La Iglesia es un reino y pueblo de Dios.
4. La Iglesia es un reino y pueblo de Dios.
1 Pedro 2.9-10 “9 Pero ustedes son linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido para posesión de Dios, a fin de que anuncien las virtudes de Aquel que los llamó de las tinieblas a Su luz admirable. 10 Ustedes en otro tiempo no eran pueblo, pero ahora son el pueblo de Dios; no habían recibido misericordia, pero ahora han recibido misericordia.”
El apóstol Pedro está hablando a creyentes gentiles la verdad preciosa de que ahora que ellos están unidos a Cristo pertenecen al reino de Dios, a su pueblo.
La Salvación no solo individual. Mayormente tiene un aspecto comunitario.
El Señor nos perdona individualmente de nuestros pecados No para que sigamos felices nuestro camino, si no para que seamos parte de su reino.
Colosenses 1.13 “13 Porque Él nos libró del dominio de las tinieblas y nos trasladó al reino de Su Hijo amado,”
Juan 3.3 “3 Jesús le contestó: «En verdad te digo que el que no nace de nuevo no puede ver el reino de Dios».”
Conclusión:
Conclusión:
¿Cómo se vive esta unidad con el cuerpo de Cristo?
En el ambiente de la congregación local. Adorando y sirviendo juntos, edificándonos y santificándonos mutuamente, Amándonos y compartiendo nuestras vidas.