La Gran Cena.

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¿Alguna vez has hecho una fiesta a la cual esperabas mucha gente y solo unos pocos llegaron? ¿Cómo te sentiste? ¿Triste, decepcionado, molesto porque te esmeraste mucho, enojado por los gastos innecesarios?
¿Alguna vez te han invitado a una fiesta con el propósito de venderte algo o sacarte algo? ¿Cómo te sentiste?
El Señor Jesús fue invitado a comer en casa de uno de los fariseos; aprovechando la ocasión, refirió a Sus discípulos una parábola sobre una gran fiesta, cena, o banquete.
Leer Lucas 14:12-24
Lo primero que se refleja en esa cena es...

La hospitalidad de Dios.

Él es un anfitrión con buenos motivos.

comp.
Luke 14:1 NBLA
Y aconteció que un día de reposo, Jesús entró para comer en casa de uno de los principales de los fariseos, y ellos lo estaban observando cuidadosamente.
La invitación del fariseo parece que tenía malos motivos: ver si Jesús cometía algún error.

Él no tiene obligación de invitar.

Dios no necesita que las personas “asistan a Su banquete”. Es el hombre el que necesita de Dios.
Si Dios no extiende la invitación a “comer pan en Su reino”, no es porque lo merezcamos, sino “por su misericordia”.

No busca recompensa o beneficio.

Luke 14:12–14 NBLA
Jesús dijo también al que lo había convidado: «Cuando ofrezcas una comida o una cena, no llames a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes, ni a tus vecinos ricos, no sea que ellos a su vez también te conviden y tengas ya tu recompensa. »Antes bien, cuando ofrezcas un banquete, llama a pobres, mancos, cojos, ciegos, y serás bienaventurado, ya que ellos no tienen para recompensarte; pues tú serás recompensado en la resurrección de los justos».
Entre los hombres, es común ver que muchos viven de acuerdo a “este me invitó; por tanto, yo lo voy a invitar. Ese es un “dando y dando”.
Pero en el caso de la invitación de Cristo a Su banquete, ¿Qué recompensa o beneficio recibe Él? ¡Ninguno! Los únicos beneficiados son los que aceptan la invitación.

Envía a sus siervos a invitar.

Luke 14:17 NBLA
»A la hora de la cena envió a su siervo a decir a los que habían sido invitados: “Vengan, porque ya todo está preparado”.
Luke 14:21 NBLA
»Cuando el siervo regresó, informó de todo esto a su señor. Entonces, enojado el dueño de la casa, dijo a su siervo: “Sal enseguida por las calles y callejones de la ciudad, y trae acá a los pobres, los mancos, los ciegos y los cojos”.
Luke 14:23 NBLA
»Entonces el señor dijo al siervo: “Sal a los caminos y por los cercados, y oblígalos a entrar para que se llene mi casa.

Le molesta el rechazo a Su invitación.

Luke 14:21 NBLA
»Cuando el siervo regresó, informó de todo esto a su señor. Entonces, enojado el dueño de la casa, dijo a su siervo: “Sal enseguida por las calles y callejones de la ciudad, y trae acá a los pobres, los mancos, los ciegos y los cojos”.
comp.
Luke 15:7 NBLA
»Les digo que de la misma manera, habrá más gozo en el cielo por un pecador que se arrepiente que por noventa y nueve justos que no necesitan arrepentimiento.
Para compartir (5 minutos):
¿Te consideras hospitalario o inhóspito? ¿Por qué te consideras así? ¿Cómo crees que te consideran otros?
¿Deben los creyentes ser hospitalarios? ¿Por qué?
¿Qué tan a menudo invitas a otros “al banquete de Jesús”? a. Una vez a la semana. b. Una vez al mes. c. Una vez al año.
Lo segundo que nos enseña tiene que ver con...

La naturaleza de la invitación.

¿Cuál es el significado de cenar juntos? ¿Por qué crees que Jesús usó esa metáfora en
Revelation 3:20 NBLA
’Yo estoy a la puerta y llamo; si alguien oye Mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él y él conmigo.
La invitación de Jesús es...

A comunión personal con Él.

Cenar juntos conlleva comunión; cercanía, intimidad, amistad, fraternidad, y comunicación son algunas cosas que se dan al comer juntos.
Jesús quiere tener esa comunión o relación cercana con todos; por eso la invitación es para muchos:
Luke 14:16 NBLA
Pero Jesús le dijo: «Cierto hombre dio una gran cena, e invitó a muchos.
Bien lo dijo el Señor, “Muchos son los llamados, pero pocos los escogidos” (Mat 22 14)

A disfrutar de sus manjares.

Luke 14:17 NBLA
»A la hora de la cena envió a su siervo a decir a los que habían sido invitados: “Vengan, porque ya todo está preparado”.
Su mesa está lista y llena de provisión, refrigerio espiritual, y satisfacción. ¡En Su mesa hay de todo lo bueno!
La vida en Cristo es una vida llena de bendiciones, no de limitaciones.

A salvación o a servicio.

La invitación es a “comer pan en el reino de Dios” o sea a salvación, en el caso de los que no le han conocido; o a servir, en el caso de los que ya le conocieron o son sus siervos.

¡Es gratis!

¡No tenemos que traer nada! El Señor lo provee todo: el lugar, el banquete, y los meseros.
La invitación ningún hombre puede comprarla, solamente recibirla. Jesús pagó el precio dando Su vida en la cruz.

Es insistente.

Luke 14:23 NBLA
»Entonces el señor dijo al siervo: “Sal a los caminos y por los cercados, y oblígalos a entrar para que se llene mi casa.
“oblígalos” no refiere a coerción por la fuerza, sino a convencerlos, rogarles, y animarles a que acepten la invitación.
Jesús insiste porque “no quiere que nadie perezca, sino que todos vengan al arrepentimiento”.
Para compartir (10 minutos):
¿Cuando te llegó la invitación “al banquete”? ¿Cómo te llegó?
¿Cómo está tu dieta espiritual? a. Bien nutritiva. b. Deficiente. c. Pobre
¿Por qué está así?
¿Cómo podrías mejorarla? a. Un ajuste de horario. b. Más hambre espiritual. c. Un llamado “más fuerte” de parte de Dios.
Lo tercero que vemos es como muchos rechazan la invitación...

El rechazo al llamado de Dios.

Demasiadas excusas.

Cuando el hombre no quiere sentarse a la mesa del Señor, porque no quiere arrepentirse, siempre tendrá diferentes excusas para no hacerlo. Dichas excusas, casi siempre, se resumen a tres áreas:

Debido a posesiones.

Luke 14:18 NBLA
»Pero todos a una comenzaron a excusarse. El primero le dijo: “He comprado un terreno y necesito ir a verlo; te ruego que me excuses”.
Dicho de otro modo: lo material es más importante que lo espiritual.

Debido a ocupaciones.

Luke 14:19 NBLA
»Otro dijo: “He comprado cinco yuntas de bueyes y voy a probarlos; te ruego que me excuses”.
Estos son los que usan el trabajo como excusa. ¡Nadie compra bueyes sin antes probarlos!

Debido a relaciones.

Luke 14:20 NBLA
»También otro dijo: “Me he casado, y por eso no puedo ir”.
Tengo que atender a mi mujer o mi marido, por eso no puedo ir al banquete.
Pero la verdadera razón es que no les interesa lo espiritual.

Falta de interés en lo espiritual.

No se dan cuenta que la vida material no lo es todo; que hay algo eterno que es más importante que todas las cosas temporales de este mundo: eso es el destino de su alma.
Su ceguera solamente les permite ver lo temporal, no el más allá.
1 John 2:16–17 NBLA
Porque todo lo que hay en el mundo, la pasión de la carne, la pasión de los ojos, y la arrogancia de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo. El mundo pasa, y también sus pasiones, pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.
Su ceguera espiritual los hace ignorar, no solo lo que se pierden, sino también lo que les espera.

No saber que puede ser el último llamado.

Luke 14:24 NBLA
”Porque les digo que ninguno de aquellos hombres que fueron invitados probará mi cena”».
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