Alégrate Joven
¡ALÉGRATE JOVEN!
Eclesiastés 11:11
<<¡Juventud, divino tesoro, ya te vas para no volver! Cuando quiero llorar, no lloro… Y a veces lloro sin querer.>>
Rubén Darío.
Es la juventud, una etapa preciosa de la vida. Llena de fuerza, de ilusiones.
Sin embargo emborracha al que pasa por ella sin sabiduría.
La juventud es alegre, agradable fuente de la vida; en ella el gozo se multiplica para llevarnos a una peligrosa ceguera.
“Todo es tan fácil”, dice el joven, para entregarse plácidamente a sus placeres, su vértigo, pero inevitablemente también a sus dolores.
La Biblia no es una serie de restricciones para los jóvenes; por el contrario, les aconseja correctamente sobre la actitud que deben de asumir en la vida.
I.- ¡Alégrate!
La Biblia no prohibe que estés alegre.
Es una etapa en que todo se ve de color de rosa, el corazón anhela sentirse gozoso. Hay intensos deseos de ser feliz. Es bueno estar alegre y ser feliz. El problema es qué es lo que produce esta felicidad. ¿Cuál es la fuente de nuestra alegría y felicidad?
La mayoría de los jóvenes buscan en lugares equivocados estas dos cosas.
II.- Toma placer.
Placer = sensación o sentimiento agradables, satisfacción. Aquello que gusta o divierte.
Esto, tampoco es malo. Todos deseamos sentirnos bien y satisfechos. Sin duda alguna, sin excepción de ninguna especie, todos y cada uno de nosotros necesitamos de estos dos sentimientos para ser felices. No es malo proveernos de placer. Pero… ¿Cuál es la razón de nuestra satisfacción? ¿Lo que nos produce placer es adecuado para nuestra vida?
Los jóvenes buscan placer en fuentes equivocadas.
III.- Actúa según te dicta el corazón.
El corazón es el asiento de nuestras emociones y de nuestra voluntad. Hacer lo que nos dicta el corazón es una forma natural de expresión el ser humano. Luego tenemos aquellos sentimientos que se les llaman “corazonadas” y nos dejamos guiar por ellas.
Pero… la Palabra de Dios nos dice que “…engañoso es el corazón más que todas las cosas, ¿Quién lo entenderá?
Actuar según los dictados del corazón es la manera más natural de conducirse por la vida, pero la Biblia indica que la Palabra de Dios es “lámpara a mis pies, y lumbrera a mi camino”. ¿Cuál de estas dos cosas es más confiable?
IV.- Disfruta de lo que ven tus ojos.
Los ojos son un don precioso de Dios. Están diseñados para ver. Es uno de los órganos más complejos e útiles en la vida. ¿Podemos imaginarnos ciegos? No podríamos ver nada. Cierra tus ojos con fuerza. ¿Son útiles? ¡Seguro! Pero… ¿dónde pones tu mirada? ¿Son lícitas las cosas que ves?
Pero…sabe,
que sobre todas estas te juzgará Dios.
“Todo me es lícito, más no todo me conviene; todo me es lícito pero no me dejaré dominar de ninguna”. Pablo.
Rolando Pérez González/Umán, Yuc./97