Navidad, la plenitud del tiempo

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Un breve repaso

En el capítulo 3 de su carta a los Gálatas, Pablo está defendiendo la justificación por fe y no por obras.
El apóstol explica claramente que las promesas de Dios para nosotros no dependen de cumplir las obras de la ley, tampoco dependen de nuestras cualidades humanas, sino que dependen de la fe puesta en Cristo y en su obra redentora.
Si quieres profundizar un poco más en este tema, te animo a revisar nuestra prédica del 17 de septiembre titulada un hogar para todos.

La ley era nuestro guardián a causa del pecado

Leamos rápidamente Gálatas 4:1-3
Gálatas 4:1–3 NVI
En otras palabras, mientras el heredero es menor de edad, en nada se diferencia de un esclavo, a pesar de ser dueño de todo. Al contrario, está bajo el cuidado de tutores y administradores hasta la fecha fijada por su padre. Así también nosotros, cuando éramos menores, estábamos esclavizados por los principios de este mundo.
¿De qué está hablando Pablo? Como acabamos de explicar, el apóstol está hablando de la relación que la ley tenía con el pueblo de Dios antes de Jesucristo.
Pablo aquí está usando una comparación para ayudarnos a entender nuestra condición delante de Dios:
Desde la caída de Adán, la humanidad se hizo esclava del poder del pecado.
De toda esta humanidad caída y perdida, Dios escogió a un hombre, Abraham. A través de un descendiente de Arbaham llegaría la promesa de salvación, redención y vida eterna para toda la humanidad.
Pero, mientras ese descendiente llegaba, ¿qué sucedió?
Dios escogió un pueblo, un linaje de entre los desencintes de Abraham, el pueblo de Israel. A este pueblo le otorgó una ley que demarcaría su estilo de vida.
Esta ley tenía el objetivo de mostrar al mundo la manera como los hijos de Dios deberían vivir en esta tierra.
Pero...
Esta ley lo que hacía no era redimir al pueblo, el pecado seguía haciendo estragos en su naturaleza caída.
La ley lo que hacía era echar luz sobre el pecado, con el fin de ponerlo en evidencia.
Al mismo tiempo, los preceptos y mandatos de esta ley funcionaban como una especie de tutores y guardianes que evitaban que el pueblo se desenfrene y perezca.
La ley servía para cuidar al pueblo en su inmadurez espiritual y en su inhabilidad de seguir a Dios a causa del pecado y la naturaleza caída.

Pero… llegó la “plenitud del tiempo”

Sigamos leyendo este pasaje y veamos el corazón del mensaje de Pablo en toda esta sección de Gálatas.
Gálatas 4:4–5 RVR60
Pero cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer y nacido bajo la ley, para que redimiese a los que estaban bajo la ley, a fin de que recibiésemos la adopción de hijos.
Pro favor, no te distraigas y no dejes pasar la hermosa profundidad de la revelación de Dios en este hermoso pasaje:

Cuando vino el cumplimiento del tiempo

“Cuando vino el cumplimiento del tiempo”: La expresión griega dice literalmente cuando llegó la plenitud del tiempo. ¿Qué quiere decir esto? Cuando el tiempo asignado llegó a su totalidad y fue completado.
En otras palabras, las promesas que dios había hecho a la humanidad desde Eva, a través de Noé, Abraham, Moisés, David, los profetas de Israel y Juan el bautista ahora estaban siendo cumplidas en el tiempo cumplido.

Dios envió a su hijo...

“Dios envió a su Hijo, nacido de mujer y nacido bajo la ley”: El hijo de Dios se encarnó, nació de una mujer, se hizo un humano como tú y como yo. Nació de carne y huesos. Además, nació bajo la ley, bajo esa misma ley que hasta ahora había servido de guardián de la humanidad y que nos tenía esclavizados a sus preceptos y demandas.

El Hijo de Dios vino con dos propósitos claros

“Para que redimiese a los que estaban bajo la ley”: Primeramente vino a liberarnos de la ley. Vino a sacarnos de ese estado de esclavitud y a otorgarnos la libertad que él nos da.
“A fin de que recibiésemos la adopción de hijos”: En segundo lugar, vino a darnos el derecho de ser adoptados como hijos de Dios.
La expresión utilizada aquí para decir adopción es un término legal en el mundo romano, quiere decir que alguien recibía a un niño adoptado con todos los derechos y privilegios de un hijo biológico.
El hijo unigénito de Dios no solamente vino a liberarnos de la esclavitud del pecado y de la ley, sino que vino a darnos la facultad de ser adoptados como hijos de Dios, con todos los privilegios y derechos del mismo hijo unigénito encarnado.

Al adoptarnos como hijos, Dios nos da hermosos regalos

Al ser declarados hijos de Dios, recibimos de él algunos hermosos regalos… sigamos leyendo
Gálatas 4:6 NVI
Ustedes ya son hijos. Dios ha enviado a nuestros corazones el Espíritu de su Hijo, que clama: «¡Abba! ¡Padre!»

Dios nos ha dado su Espíritu Santo

Dios nos ha dado su mismísimo Espíritu, el Espíritu que también habitó en su hijo encarnado. El Espíritu que nos permite acercarnos a Él no como esclavos o como culpables, sino como hijos amados. Hijos que pueden decir efusívamente Abba Padre.

Dios nos ha hecho herederos de su reino

Leamos el último versículo de este pasaje...
Gálatas 4:7 NVI
Así que ya no eres esclavo sino hijo; y como eres hijo, Dios te ha hecho también heredero.
Gracias a la redención obrada por su hijo unigénito, y a través de la fe puesta en Él, ahora Dios nos ha adoptado como hijos. Esa adopción nos ha hecho coherederos del Reino de Dios. Ya no eres un extraño para Dios, no eres un ser humano caído y pecador digno de castigo y de vergüenza, ahora eres un hijo amado, y como hijo eres también heredero de su reino eterno.

Navidad, la plenitud del tiempo

¿Qué quiere decir navidad? Quiere decir nacimiento.
La realidad es que nadie sabe exactamente la fecha del nacimiento de Jesús. Dios en su sabiduría permitió que este día no sea específicamente registrado.
Pero, todos sabemos la ocasión del nacimiento de Jesús. El apóstol Pablo lo describe con estas magníficas palabras, sucedió cuando llegó la plenitud del tiempo asignado por Dios para darnos la redención.
Navidad no se trata de pelear acerca de la fecha del nacimiento de Jesús, se trata de conmemorar la ocasión de su nacimiento.
Cuando celebres la navidad, recuerda lo que hoy hemos hablado. Estas celebrando el hecho de que el hijo de Dios se hizo hombre, los hizo con el propósito de rescatarnos y llevarnos de vuelta a casa, de hacernos hijos adoptivos de Dios. La fecha en el calendario es arbitraria, pero la ocasión es salvífica. No la dejes pasar, celébrala y compártela con otros. ¡Feliz navidad!
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