ISRAEL REBELDE POR NATURALEZA, Dt 9
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Clase 44.
Clase 44.
DEUTERONOMIO 9:1-29.
v. 2. Anaceos = «cuello largo». Pueblo de alta estatura, que habitaba Canaán. Los expedicionarios enviados por los israelitas a explorar la tierra que habían de ocupar, vinieron alarmados al ver a estos gigantes, que en hebreo se llamaban nefilim(Jos. 11:21, 22). Vencidos por los israelitas en la conquista de la tierra prometida (Jos. 15:13–19; 21:11), quedó un resto de ellos en tierra de los filisteos. El gigante Goliat era probablemente uno de ellos (Nm. 13:32–33; Jos. 10:36; 11:22). “Ninguno de los anaceos quedó en la tierra de los hijos de Israel; solamente quedaron en Gaza, en Gat y en Asdod.”
ANAC = «gigante, cuello largo». Hijo de Arba. Padre de los anaceos (Jos. 15:13; Nm. 13:22, etc.).
Ojo: Tus victorias no son por tu justicia. Dt 9:4-6.
A. La victoria viene de Dios.
En el cap. 8 Moisés había amonestado al pueblo a que no olvidara que Jehova iba a proveer en abundancia para las necesidades de Israel, pero el pueblo no podía olvidarse de que estas riquezas fueron bendiciones que el Señor les había dado. Ahora Moisés declara que la victoria contra las naciones que Israel encontraría en Canaán vendrían de Dios y no del poder militar que Israel tenía. En la guerra, Jehova peleaba por su pueblo e Israel actuaba como su agente.
La palabra justicia (v. 4) significa “ser justo” o “inocente”. Israel no podía declararse un pueblo justo delante de Jehovah. En el desierto habían sido un pueblo de dura cerviz (v. 6; ver Exo. 32:9; 33:3; 34:9), provocando a Jehovah a la ira. Según Moisés, la rebeldía de Israel comenzó en el momento cuando Israel salió de Egipto y duró hasta la llegada de Israel en los campos de Moab
Recordar cómo fuimos y de dónde nos sacó Dios, ayudará a ser humildes y agradecidos con Dios Dt 9:7-8.
La tierra de Canaán fue dada a Israel por causa de la impiedad de las naciones cananeas (Gén. 15:16; Lev. 18:24–30; Deut. 18:12). Pero aun cuando las naciones de Canaán son declaradas culpables y merecedoras del castigo divino, Israel fue culpada por causa de sus muchas rebeliones contra Jehovah (v. 7). Pero Israel no fue condenada así como los cananeos debido a la gracia de Jehovah y la promesa que él había hecho a los patriarcas.
De los muchos ejemplos de la rebelión de Israel en el desierto, el autor seleccionó la adoración del becerro de oro para demostrar que Israel también era un pueblo culpable. Mientras Moisés recibía las dos tablas escritas con los Diez Mandamientos en el monte Horeb (o Sinaí), Israel estaba violando las demandas del pacto por causa de su adoración del becerro de oro. Los detalles de la fabricación del becerro de oro y los eventos relacionados con la apostasía de Israel están detallados en Exodo 32–34.
Moisés les recuerda cómo recibió la ley de Dios, Dt 9:9-10.
Un pueblo que no merecía un Dios verdadero, Dt 9:11-17.
La intercesión del Mensajero de Dios por su pueblo, Dt 9:18-21.