Íntegros hasta el final.

Lo importante en la vida no es como comienzas, sino como terminas.

Algunos comienzan bien, pero terminan mal; mientras que otros, comienzan mal, pero terminan bien.

La Biblia nos habla de dos hombres que comenzaron mal, pero terminaron bien.

Uno de ellos, Jacob, cuyo nombre significa “el que toma por el talón”, conocido como “el suplantador”. Cuando nació, salió del vientre agarrado del talón de su gemelo quien salió primero del vientre.

Siendo un adulto, aconsejado por su madre, engañó a su padre para obtener la bendición que le pertenecía a su hermano mayor Esaú. Este decidió matarlo

La integridad laboral de Jacob.

Gen 31:22-42

La integridad ministerial de Pablo.

A los ancianos de Éfeso, cuando Pablo los reunió en Mileto:

Acts 20:24 NBLA

»Pero en ninguna manera estimo mi vida como valiosa para mí mismo, a fin de poder terminar mi carrera y el ministerio que recibí del Señor Jesús, para dar testimonio solemnemente del evangelio de la gracia de Dios.

Acts 20:26–27 NBLA

»Por tanto, les doy testimonio en este día de que soy inocente de la sangre de todos, pues no rehuí declararles todo el propósito de Dios.

Acts 20:33–34 NBLA

»Ni la plata, ni el oro, ni la ropa de nadie he codiciado. »Ustedes saben que estas manos me sirvieron para mis propias necesidades y las de los que estaban conmigo.

A los Corintios, en la segunda carta, defendiendo su apostolado, les dijo:

2 Corinthians 11:9 NBLA

Cuando estaba con ustedes y tuve necesidad, a nadie fui carga; porque cuando los hermanos llegaron de Macedonia, suplieron plenamente mi necesidad, y en todo me guardé, y me guardaré, de serles carga.

2 Corinthians 12:14–17 NBLA

Miren, esta es la tercera vez que estoy preparado para ir a ustedes, y no les seré una carga, pues no busco lo que es de ustedes, sino a ustedes. Porque los hijos no tienen la responsabilidad de atesorar para sus padres, sino los padres para sus hijos. Y yo con mucho gusto gastaré lo mío, y aun yo mismo me gastaré por sus almas. Si los amo más, ¿seré amado menos? Pero, en todo caso, yo no les fui carga. No obstante, siendo astuto, los sorprendí con engaño. ¿Acaso he tomado ventaja de ustedes por medio de alguien de los que les he enviado?

El temor de Pablo era que al visitarlos los encontrara comportándose como niños:

2 Corinthians 12:20 NBLA

Porque temo que quizá cuando yo vaya, halle que no son lo que deseo, y yo sea hallado por ustedes que no soy lo que desean. Que quizá haya pleitos, celos, enojos, rivalidades, difamaciones, chismes, arrogancia, desórdenes.

2 Corinthians 13:11 NBLA

Por lo demás, hermanos, regocíjense, sean perfectos, confórtense, sean de un mismo sentir, vivan en paz, y el Dios de amor y paz estará con ustedes.