Elementos importantes en nuestro cristianismo
Notes
Transcript
Introducción
Introducción
Cita bíblica: 1 Juan 5:1-8
I. Un vínculo perfecto 1-3
I. Un vínculo perfecto 1-3
La fe en el nuevo nacimiento (1a)
El primer elemento vinculado es la fe. La fe se utiliza aquí en un sentido de contenido doctrinal. Es decir, que hay un contenido doctrinal que forma parte del nuevo nacimiento de las personas. El contenido doctrinal es el mismo que Juan ha estado reiterando constantemente “Jesús es el Cristo” Esta verdad es muy relevante para Juan debido a la negación de la divinidad de Cristo en ese entonces. En ese sentido, creer que Jesús es el Cristo en ese tiempo era ponerse en contra de lo que la corriente filosófica y humanista proponía.
Esta era una de los elementos vinculados al nuevo nacimiento, creer en Jesús como el Cristo. En otras palabras podría decirse que el que no cree que Jesús es el Cristo no puede nacer de nuevo. Es una doctrina fundamental en el cristianismo, tanto que la negación de ella resulta en separación de Cristo.
El amor en el nuevo nacimiento (1b)
El amor es el segundo elemento dentro del vínculo perfecto. Todo aquel que ha nacido de nuevo ama y el que ama lo hace porque ha nacido de nuevo. El amor es la mayor demostración de alguien que ha nacido de nuevo, el amor como Dios ama. Los nacidos de Dios aman a los que han nacido de Dios.
La fe y el amor son dos elementos que están vinculados muy estrechamente. Son dos elementos que no pueden ser separados (1 Co 13:13)
El amor a Dios como demostración de amor filial (2)
Sabemos que amamos a los hijos de Dios por medio del amor a Dios. El correcto amor a Dios siempre resulta en un correcto amor al prójimo. Recordando lo dicho anteriormente, debemos conocer correctamente a Dios si queremos amar a los demás, caso contrario no podremos hacerlo como él quiere que lo hagamos.
La obediencia a sus mandatos como demostración de amor filial (3)
El amor por Dios solo puede ser verdadero si obedecemos a sus leyes. No es posible amor sin obediencia, todo aquel que ama obedece los mandatos del Señor (Jn 14:15; 21, 23-24; 15:10). No se puede hablar de obediencia a Dios, sin amor hacia los hermanos. (SPM)
La expresión más viva que tenemos de amar a Dios es obedeciendo sus mandamientos. Se nos ordena constantemente a amar a nuestros hermanos, pero también sabemos que amarlos resulta algo difícil en la experiencia personal. Algo que debemos saber es que debemos amar, porque el amor que hemos de efectuar es un amor que no es gravoso para todos.
“Todo mandamiento resulta pesado para quien lo carga sobre los hombros, pero se hace ligero cuando se lleva en el corazón, puesto que el amor presta, no sólo libertad para andar, sino también ligereza para correr y gozo para cantar (Sal. 119:32, 45, 54)” (F. Lacueva).
II. Un elemento victorioso 4-5
II. Un elemento victorioso 4-5
Hay un elemento en la vida del creyente que lo posiciona como alguien de victoria
El nuevo nacimiento es condición de victoria (4a)
El que ha nacido de nuevo no sólo tiene una fe correcta y un amor adecuado, sino que también es alguien que se encuentra en condición de victoria. Haber recibido el nuevo nacimiento por parte del Padre a través del Espíritu gracias a la muerte de Cristo nos posiciona como vencedores (Jn 16:33; 2 Co 2:14). En Cristo somos más que vencedores.
La fe es elemento de victoria (4b-5)
La fe es el elemento que nos deja en victoria. Es victoria porque en Cristo hemos vencido al mundo la carne y sus deseos. Ya no somo más esclavos, ahora somos libres en Cristo. La fe es victoria, pues aunque no vemos en lo que confiamos, estamos seguros de que el Señor está ahí para nosotros. Confiar en Cristo es victoria pues estamos depositando nuestra seguridad en la roca firme.
III. Un testimonio fiel 6-8
III. Un testimonio fiel 6-8
Elemento 1: Espíritu
Testifica a la vida de los elegidos para que estos lleguen a la fe por medio del convencimiento y enseñanza (Jn 16:13-15)
Elemento 2: Agua
Representando el inicio del ministerio de Cristo en su bautismo con el descenso del Espíritu sobre él.
Elemento 3: Sangre
Representando su muerte en la cruz como testimonio también de que fue el recipiente de la ira de Dios haciéndose obediente hasta la muerte de cruz.
Aplicaciones
Aplicaciones
No se puede hablar de obediencia a Dios sin amor hacia los hermanos.
Creer en Dios va de la mano con amar a los hermanos.
La fe doctrinal y subjetiva nos posiciona como victoriosos en Cristo.
Tenemos un fuerte testimonio de Cristo fue verdaderamente Dios y verdaderamente humano.
Todas estas afirmaciones nos lleva a pensar en nuestro cristianismo y el cómo lo estamos viviendo.