LA ENCARNACIÓN DE DIOS NUESTRO SALVADOR (Juan 1:1-18)

Peregrinando hacia Belén   •  Sermon  •  Submitted
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1 DESDE EL PRINCIPIO ÉL ERA (1-5)
2 ÉL ES LA LUZ VERDADERA PARA QUE TENGAMOS VIDA (6-13)
3 LA IMPORTANCIA DE LA ENCARNACIÓN DEL VERBO (14-18)
Introducción
Llegamos al cuarto y último domingo de adviento, ya se encendieron las 4 velas, ya estamos a las puertas de celebrar Navidad.
Por eso en este culto, la iglesia celebramos la comida de navidad, aunque el culto de navidad realmente será el domingo que viene.
En este viaje, pues el adviento comienza en génesis, llegamos al momento en el que Él Señor se encanra, y se manifiesta el fin de la espera, de la primera espera. Es el tiempo que la sombra se vuelve luz, que lo difuso empieza a esclarecerse, que lo opaco comienza a verse trasparante.
Es el tiempo señalado, escogido por Dios para venir en forma de hombre a la tierra.
La encarnación del verbo, la verdadera navidad.
Pero, ¿que significa la encarnación del verbo? ¿qué importancia tiene? ¿qué características tiene? ¿Cómo y de que manera y fuerza influencia para el cambio de vida que necesitamos? ¿por qué era necesario la encarnación del Verbo?

1. DESDE EL PRINCIPIO ÉL ERA (1-5)

Juan 1:1–3 LBLA
1 En el principio existía el Verbo, y el Verbo estaba con Dios, y el Verbo era Dios. 2 Él estaba en el principio con Dios. 3 Todas las cosas fueron hechas por medio de Él, y sin Él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho.
a) Es Dios eterno y creador.
No simplemente un común niño, no es sólo un Jesusito, es Dios todopoderoso, encarnado en un cuerpo fragil.
El creador que estuvo presente desde la eternidad, que era Dios, se hizo carne en forma de un bebé fragil, pero Él es Dios.
Aquí vemos un ejemplo:
Génesis 1:26 LBLA
26 Y dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y ejerza dominio sobre los peces del mar, sobre las aves del cielo, sobre los ganados, sobre toda la tierra, y sobre todo reptil que se arrastra sobre la tierra.
Un ejemplo claro de adviento y encarnación del Verbo:
Juan 8:56–59 LBLA
56 Vuestro padre Abraham se regocijó esperando ver mi día; y lo vio y se alegró. 57 Por esto los judíos le dijeron: Aún no tienes cincuenta años, ¿y has visto a Abraham? 58 Jesús les dijo: En verdad, en verdad os digo: antes que Abraham naciera, yo soy. 59 Entonces tomaron piedras para tirárselas, pero Jesús se ocultó y salió del templo.
Por lo tanto:
La segunda persona de la Trinidad asume la naturaleza humana sin dejar la divina. Juan insiste en todo momento—contradiciendo a los herejes (cf. II de la Introducción)—que las naturalezas divina y humana de Cristo se unieron completamente sin llegar a fundirse. Por todo este Evangelio se enseña que, la naturaleza humana de Jesús es verdadera.
La relación de las dos naturalezas entre sí siempre será un misterio muy por encima de nuestra comprensión; pero seguramente nunca se encontrará una fórmula más adecuada que la que se halla en el Credo de Calcedonia:
SÍMBOLO DE CALCEDONIA (451 d.C.)
«Nosotros, entonces, siguiendo a los santos Padres, todos de común consentimiento, enseñamos a los hombres a confesar a Uno y el mismo Hijo, nuestro Señor Jesucristo, el mismo perfecto en Deidad y también perfecto en humanidad; verdadero Dios y verdadero hombre, de cuerpo y alma racional; consustancial (coesencial) con el Padre de acuerdo a la Deidad, y consustancial con nosotros de acuerdo a la Humanidad; en todas las cosas como nosotros, sin pecado; engendrado del Padre antes de todas las edades, de acuerdo a la Deidad; y en estos postreros días, para nosotros, y por nuestra salvación, nacido de la virgen María, de acuerdo a la Humanidad; uno y el mismo, Cristo, Hijo, Señor, Unigénito, para ser reconocido en dos naturalezas, inconfundibles, incambiables, indivisibles, inseparables; por ningún medio la distinción de naturalezas desaparece por la unión, más bien es preservada la propiedad de cada naturaleza y concurrentes en una Persona y una Sustancia, no partida ni dividida en dos personas, sino uno y el mismo Hijo, y Unigénito, Dios, la Palabra, el Señor Jesucristo; como los profetas desde el principio lo han declarado con respecto a Él, y como el Señor Jesucristo mismo nos lo ha enseñado, y el Credo de los Santos Padres que nos ha sido dado.»
Teniendo claro que Jesús es plenamente hombre y plenamente Dios…
b) Él es la única esperanza para el hombre (luz y vida)
Juan 1:4–6 LBLA
4 En Él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres. 5 Y la luz brilla en las tinieblas, y las tinieblas no la comprendieron. 6 Vino al mundo un hombre enviado por Dios, cuyo nombre era Juan.
Él es Luz y vida para la humanidad.
Mas20 las tinieblas no la comprendieron. Las tinieblas a las que el evangelista hace referencia tienen un significado concreto. Se refieren a la humanidad caída y entenebrecida por el pecado y la incredulidad.
Él es nuestra única esperanza para salvación, por eso tuvo que encarnarse.
Él mismo lo digo:
Juan 8:12 LBLA
12 Jesús les habló otra vez, diciendo: Yo soy la luz del mundo; el que me sigue no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.
Y mas abajo dice:
Juan 8:19 LBLA
19 Entonces le decían: ¿Dónde está tu Padre? Jesús respondió: No me conocéis a mí ni a mi Padre. Si me conocierais a mí, conoceríais también a mi Padre.
Él nos da a conocer al Padre, porque Él es Dios. El Verbo encarnado, La luz que nos guía para darnos vida, vida eterna.
Pues Él es la vida.
Juan 14:6–11 LBLA
6 Jesús le dijo*: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre sino por mí. 7 Si me hubierais conocido, también hubierais conocido a mi Padre; desde ahora le conocéis y le habéis visto. 8 Felipe le dijo*: Señor, muéstranos al Padre, y nos basta. 9 Jesús le dijo*: ¿Tanto tiempo he estado con vosotros, y todavía no me conoces, Felipe? El que me ha visto a mí, ha visto al Padre; ¿cómo dices tú: «Muéstranos al Padre»? 10 ¿No crees que yo estoy en el Padre, y el Padre en mí? Las palabras que yo os digo, no las hablo por mi propia cuenta, sino que el Padre que mora en mí es el que hace las obras. 11 Creedme que yo estoy en el Padre, y el Padre en mí; y si no, creed por las obras mismas.
Juan 10:28–30 LBLA
28 y yo les doy vida eterna y jamás perecerán, y nadie las arrebatará de mi mano. 29 Mi Padre que me las dio es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano del Padre. 30 Yo y el Padre somos uno.
Yo doy vida eterna, yo y el Padre somos uno.
Juan 17:1–3 LBLA
1 Estas cosas habló Jesús, y alzando los ojos al cielo, dijo: Padre, la hora ha llegado; glorifica a tu Hijo, para que el Hijo te glorifique a ti, 2 por cuanto le diste autoridad sobre todo ser humano para que dé vida eterna a todos los que tú le has dado. 3 Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado.
Juan 6:35 LBLA
35 Jesús les dijo: Yo soy el pan de la vida; el que viene a mí no tendrá hambre, y el que cree en mí nunca tendrá sed.
Juan 4:13–14 LBLA
13 Respondió Jesús y le dijo: Todo el que beba de esta agua volverá a tener sed, 14 pero el que beba del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás, sino que el agua que yo le daré se convertirá en él en una fuente de agua que brota para vida eterna.
Podemos seguir asi… pero este es Jesús, quien vino para reconciliarnos con Dios, para qeu pueda ser arreglado el conflicto de nuestro pecado y haya paz. Fíjate cuan importante es la encarnación del verbo.
Pues…

2. ÉL ES LA LUZ VERDADERA PARA QEU TENGAMOS VIDA (6-13)

Muchos testigos desde la caída hasta la encarnación hablar de Él.
a) Testimonio de salvación después de la caída.
Génesis 3:15 LBLA
15 Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y su simiente; él te herirá en la cabeza, y tú lo herirás en el calcañar.
Desde ese momento, la humanidad ya podría esperar al encarnación del Verbo, muchos se preguntaron a lo largo de la historia ¿será este? así hasta que vino Cristo. Y ese fue.
Pero vemos su testimonio, que el debía de venir, en todo, lo hemos visto a lo largo de estos tres domingos,.
El origen y caida nos habla de la necesidad de salvador.
La ley nos habla de nuestra incapacidad para salvación, al no poder cumplirla.
Los libros históricos nos hablan de que Dios está obrando preparando la Encarnación del Verbo, su venida.
Los profetas nos hablan de la promesa, y nos recuerda que su venida es real.
Y así vino, Cristo, todo lo que era sombra se volvió luz.
Y esa Luz es la que nos salva.
b) Solo por Cristo somos hecho hijo de Dios.
¿Qué pasaría si Él no hubiera venido? ¿Qué pasaría si Él no se hubiera encarnado?
Pues que estariamos perdidos y condenados en tinieblas y condenado a la muerte eterna.
¿Que pasaría si no estuvieras escuchando este mensaje? Lo mismo.
¿QUe pasaría si no pides perdón al Señor y no lo recibes como tu Señor y Salvador? Lo mismo.
Que pasa si escuchas, lo recibes, obedecer y te arrpientes? Serás llamado Hijo de Dios o Hija de DIos, perdonado, amado, salvado y vivirás en paz eterna.
Juan 1:12–13 LBLA
12 Pero a todos los que le recibieron, les dio el derecho de llegar a ser hijos de Dios, es decir, a los que creen en su nombre, 13 que no nacieron de sangre, ni de la voluntad de la carne, ni de la voluntad del hombre, sino de Dios.
¿Merece la pena? Si, mucho. Por eso vino Cristo a este mundo, por eso nació, murió, resucitó, ascendió.
Y por eso es importante la Encarnación del Verbo, el nacimiento de Cristo.

3. LA IMPORTANCIA DE LA ENCARNACIÓN DEL VERBO (14-18)

Juan 1:14 LBLA
14 Y el Verbo se hizo carne, y habitó entre nosotros, y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad.
a) Por la encarnación, Dios se da a conocer.
Algo tan imposible para el hombre en sí mismo, Dios lo hace.
¿Qué posibilidad hay que conozcas en persona al Rey Felipe de España? Y es el Rey de España ¿Que posibilidad hay de que conozcas a Messi?
Pues imaginate, ellos que son simplemente hombres y conocerlos es para personas muy exclusivas, Dios es todo poderoso, creador, incomparable, se da conocer por medio de Crsito a ti.
Si ya es improbable conocer a dichos hombres, sin la encarnación del Verbo, sería imposible conocer a DIos.
Pero Dios por el nacimeinto de Cristo se da a conocer a tu vida, y se da conocer a tu corazón.
Pues…
b) Por la encarnación, Dios imparte gracia.
Juan 1:16–17 LBLA
16 Pues de su plenitud todos hemos recibido, y gracia sobre gracia. 17 Porque la ley fue dada por medio de Moisés; la gracia y la verdad fueron hechas realidad por medio de Jesucristo.
La encarnación del verbo es el comienzo del consumado es. Palabras que dijo Cristo en la cruz antes de exhalar el ultimo aliento.
Con su venida, es Dios impartiendo gracia, con su venida es Dios salvando.
Emanuel: Dios con nosotros.
Dios para salvarnos de la muerte, Dios para arrancarnos la tristeza, Dios para darnos gozo y paz. Para llenarnos con su amor. Su venida significó un giro en la historia del hombre, significó que hay esperanza más allá de la muerte.
Pues…
c) Por la encarnación, veremos a Dios.
Juan 1:18 LBLA
18 Nadie ha visto jamás a Dios; el unigénito Dios, que está en el seno del Padre, Él le ha dado a conocer.
Él nos da a concoer a Dios, porque Él es Dios, nos lleva en esta vida con la presencia de DIos y nos dirije a la Tierra prometida donde veremos a Dios cara a cara.
Necesitamos de Cristo para esto, sólo Cristo.
1 Timoteo 2:5–6 LBLA
5 Porque hay un solo Dios, y también un solo mediador entre Dios y los hombres, Cristo Jesús hombre, 6 quien se dio a sí mismo en rescate por todos, testimonio dado a su debido tiempo.
CONCLUSIÓN
Por eso vino, eso es o que celebramos, esto es la verdadera navidad. Que Dios descendió en forma de un bebé fragil, creció como nosotros pero sin pecado, dio su vida por nosotros, muriendo mató la muerte, fue sepultado, resucitó al tercer día, ascendió al Padre y volverá para juzgar a vivos y muertos.
De cierta manera, ya celebramos la navidad porque El Verbo, Cristo, se ha encarnado, y mora ne nuestro corazón si lo hemos recibido como Señor y Salvador, pero tambiñen, de cierta menera seguimos en adviento, hacia la venida, esperando su gloriosa venida.
Y esto es tener gozo y esperanza, aunque el mundo se caiga a pedazo…
Esto es posible si crees en Cristo y lo tienes como tu Señor y Salvador.
- Celebramos la Navidad con un verdadero y real sentido.
- La verdadera navidad comenzó con la encarnación del Verbo, nuestra verdadera Navidad particular comenzó cuando Cristo hizo tabernaculo y habitó en nuestro corazón.
¿Quieres esto en tu vida? Que Cristo sea el centro de esta navidad y toda tu vida.
Que Dios bendiga su palabra.
Gloria.
ORACIÓN FINAL
Señor Dios, concedenos la gracia, el amor y la paz que vino por medio de Jesucristo a este mundo en su encarnación en forma de niño fragil pero que tmabién es Dios. Concedenos la sabiduría para poder verlo y conocerlo tal como Es, tal como eres. Para que de esta manera sea siempre el centro de todo en nuestra vida. Por Jesucristo nuestro Señor, Por Él, que vive y reina por los siglos de los siglos, amén.
Porque tuyo Señor, es el reino y el poder y la gloria por los siglos de los siglos. Amén».
Que la gracia del Señor Jesucristo el amor del Padre y la comunión del Espíritu Santo sea con todos vosotros.
Amén
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