LO BUENO QUE SE CONVIERTE EN MALO
Las obras de piedad se deben hacer delante de Dios y no delante de los hombres
Obras de misericordia delante de Dios.
I. Cuidado con hacer justicia para agradar al hombre. (v.1)
A. Tendemos a hacer lo malo
B. Cuidado de nosotros mismos
II. OBRAS DE CARIDAD (v.2-4)
A. COMO NO SE DEBE HACER V.2
1. ¿Que es la limosna?
2. Lo que no se debe hacer: No, para dar alarde
B. COMO SE DEBE HACER V.3-4
1. En secreto delante de Dios v.3
2. Para que Dios Padre lo vea v.4
Pablo escribió a sus amigos de Corinto: «Porque ya conocéis la gracia de nuestro Señor Jesucristo, Que, aunque era rico, por causa de vosotros Se hizo pobre para enriqueceros con Su pobreza» (2 Corintios 8:9).
Para los judíos, había tres grandes obras cardinales en la vida religiosa, tres grandes pilares sobre los que se asentaba una vida buena: La limosna, la oración y el ayuno. Jesús no lo habría discutido ni por un momento; lo que Le desazonaba era que tan a menudo en la vida humana las cosas más auténticas se hacen por motivos falsos.
Jesús está diciendo: «Si todo lo que te propones es conseguir las recompensas del mundo, no cabe duda de que las conseguirás —pero no debes esperar las recompensas que sólo Dios puede dar»
. J. J. Wetstein cita una costumbre oriental de los tiempos antiguos: «En Oriente, el agua es tan escasa que algunas veces había que comprarla. Cuando una persona quería hacer una buena obra, y traer bendición sobre su familia, se dirigía al aguador y en voz bien alta le encargaba: “¡Dale un trago a los sedientos!” El aguador llenaba el pellejo e iba al mercado. “¡Oh, sedientos —gritaba— venid a beber de gracia!” Y el generoso estaba a su lado y decía: “Bendíceme, porque soy yo el que te ofrezco este trago”». Esa es precisamente la clase de cosa que Jesús condena. Llama hipócritas a los que hacen tales cosas. La palabra hypokritês quiere decir actor en griego. Esa clase de gente son realmente farsantes que hacen su papel para que los aplaudan.