Pasividad e incredulidad

Jueces 2:1–5

1 El ángel de Jehová subió de Gilgal a Boquim, y dijo: Yo os saqué de Egipto, y os introduje en la tierra de la cual había jurado a vuestros padres, diciendo: No invalidaré jamás mi pacto con vosotros, 2 con tal que vosotros no hagáis pacto con los moradores de esta tierra, cuyos altares habéis de derribar; mas vosotros no habéis atendido a mi voz. ¿Por qué habéis hecho esto? 3 Por tanto, yo también digo: No los echaré de delante de vosotros, sino que serán azotes para vuestros costados, y sus dioses os serán tropezadero. 4 Cuando el ángel de Jehová habló estas palabras a todos los hijos de Israel, el pueblo alzó su voz y lloró. 5 Y llamaron el nombre de aquel lugar Boquim, y ofrecieron allí sacrificios a Jehová.”

Introducción

El capítulo 1 de Jueces hace un resumen de la conquista, de la falta de acción de los israelitas a tomar posesión de la tierra y de las consecuencias de su actitud pasiva.

Dios había demostrado suficientemente su fidelidad al cumplir sus promesas: Los sacó de Egipto, los llevó por el desierto y los introdujo a la tierra prometida.

Lo que le tocaba a ellos era tener fe en Dios y esforzarse.

La fidelidad de Dios

El Ángel de Jehová se considera es el mismo Señor Jesucristo aun no manifestado como tal. (Josué 5:13-15)

En esta ocasión se revela al pueblo para hacerles ver su falta: pasividad e incredulidad.

Les recuerda la fidelidad de Dios. Jueces 2:1 “El ángel de Jehová subió de Gilgal a Boquim, y dijo: Yo os saqué de Egipto, y os introduje en la tierra de la cual había jurado a vuestros padres, diciendo: No invalidaré jamás mi pacto con vosotros,”

El cumplimiento de las promesas de Dios debía haber fortalecido cada vez más la fe de los israelitas para actuar y derrotar a los pocos cananeos que quedaban.

Dios no había fallado ningún momento: “...No invalidaré jamás mi pacto con vosotros.”

Así Dios no faltará a ninguna de las promesas que hace como iglesia.

Tristemente muchos cristianos creen más en la presencia del diablo que en la presencia de Dios.

1 Juan 5:18 “Sabemos que todo aquel que ha nacido de Dios, no practica el pecado, pues Aquel que fue engendrado por Dios le guarda, y el maligno no le toca.”

2 Timoteo 2:13 “Si fuéremos infieles, él permanece fiel; El no puede negarse a sí mismo.”

Santidad

Jueces 2:2 “con tal que vosotros no hagáis pacto con los moradores de esta tierra, cuyos altares habéis de derribar; mas vosotros no habéis atendido a mi voz. ¿Por qué habéis hecho esto?”

El debilitamiento espiritual de Israel fue que no destruyeron la idolatría de los pueblo paganos.

La tierra prometida era santa, por lo tanto todo lo pagano debía ser destruido, pues esto contaminaba la santidad de la tierra.

El consentir malas costumbres, malos sentimientos, malos hábitos en nuestra vida y hogar contaminan la santidad y en consecuencia se incurre en desobediencia.

¡Dios nos ha llamado a ser santos!

“15 sino, como aquel que os llamó es santo, sed también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir; 16 porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo. 1 Pedro 1:15–16”

Esto abre puertas a Satanás quien busca matar, robar y destruir. Juan 10:10 “El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.”

Consecuencias

Jueces 2:3 “Por tanto, yo también digo: No los echaré de delante de vosotros, sino que serán azotes para vuestros costados, y sus dioses os serán tropezadero.”

Los israelitas no podían escusar sus acciones pasivas, habían sido testigos del poder de Dios a su favor, pero en vez de eso se distrajeron con las costumbres de los paganos.

Por tal razón, ellos mismos serían como azotes para ellos.

Los cristianos que se acomodan y no avanzan en la conquista espiritual sufrirán las consecuencias de sus decisiones pasivas.

Esta es la advertencia a la iglesia de Éfeso “Apocalipsis 2:4–5 4 Pero tengo contra ti, que has dejado tu primer amor. 5 Recuerda, por tanto, de dónde has caído, y arrepiéntete, y haz las primeras obras; pues si no, vendré pronto a ti, y quitaré tu candelero de su lugar, si no te hubieres arrepentido.”

Conclusión

Antes de que fuera completada la Biblia, Dios hablaba a su pueblo directamente: Hebreos 1:1-2 “Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas, en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, a quien constituyó heredero de todo, y por quien asimismo hizo el universo;”

Ahora nos habla por la Biblia, y nos advierte constantemente a vivir en santidad y a esforzarnos a conquistar las áreas de nuestra vida que aún no hemos rendido a Cristo.

La vida cristiana nos es pasiva sino de constante actividad para no sucumbir a los ataques del enemigo.

Esfuérzate y se valiente Josué 1:9 “Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas.”