¿QUIÉN TE REPRESENTA?

Jn. 3:1 – 16

Introducción:

En la escuela o colegio, está el presidente de aula, el brigadier quien nos representa.

Estando en un trabajo, tienes a un sindicato de empleados o de obreros quien te representa.

Siendo un ciudadano, tenemos un alcalde que ha de sacar cara por la ciudad.

Siendo ciudadano peruano, tenemos un presidente y embajadores que nos representan en otros países.

¿Quién te representa en esta historia? ¿Nicodemo o Jesús?

Jesús es el representante de todos aquellos que han nacido de nuevo y Nicodemo es el representante de todos los que no han nacido de nuevo. Y no lo digo, porque en el día del juicio Nicodemo se va a parar a tu lado a abogar por ti, sino, lo digo porque Nicodemo era su propia carta de presentación.

En otras palabras…

Digo que Nicodemo es el representante de todos los que no han nacido de nuevo, porque si esa noche Nicodemo hubiera muerto y hubiera llegado en esas condiciones delante del trono de Dios, sin haber nacido de nuevo, lo único que tendría para presentar delante de Dios serían sus obras, su vida moralmente buena y su vida religiosa; y con todo eso se hubiese ido al infierno.

¿Por qué? Porque Nicodemo no ha nacido de nuevo.

Es por eso que digo que algunos aquí tienen como representante a Nicodemo y no a Jesús.

Porque cuando lleguen al cielo, cuando estén delante del trono de Dios, en el día del juicio se darán con la sorpresa de que nunca habían nacido de nuevo. Entonces Cristo no será tu representante y al igual que Nicodemo tú mismo serás tú representante.

Quizás presentarás tus buenas obras…

- …que fuiste un buen estudiante

- …que fuiste un buen hijo

- …etc

pero con todo y eso te irás directo al infierno.

Hermanos, de todos los que estamos en el templo, todavía hay algunos que no tienen a Cristo como su representante para el día del juicio, porque no han nacido de nuevo.

Tú necesitas nacer de nuevo

1. Esto es para todos y cada uno de nosotros…

Hermanos, todos aquí algún momento éramos como Nicodemo o algunos todavía se parecen a él.

Nicodemo era un fariseo (v. 1)

Un fariseo era un hombre legalista, un hombre que buscaba obedecer la ley mosaica al pie de la letra, pero no solo la ley mosaica, sino también las tradiciones humanas.

Para aquel entonces se creía que si dos personas un día morían y se presentaban ante Dios y uno de ellos ingresaba al cielo, definitivamente ese uno era fariseo.

Y algunos aquí piensan como legalistas, piensan como fariseos, creyendo que irán al cielo por lo que hacen.

Los fariseos eran personas que tenían una vida moralmente correcta, se creían personas buenas porque seguían las normas.

Es por eso que estoy hablando de ti:

- Hablo de ti que sigues la norma de la sociedad pagando tus impuestos, y te crees bueno por eso.

- Hablo de ti que sigues la norma en casa, obedeces a papá y mamá haces tus tareas, haces limpieza a la casa, ayudas a tus hermanos, tienes un trabajo y te crees bueno por eso.

- Hablo de ti que sigues las normas religiosas.

Sí, porque Nicodemo era un religioso.

Como fariseo, Nicodemo era el religioso digno de ser imitado, porque practicaba 3 actividades muy piadosas.

o Nicodemo muy aparte de dar sus diezmos, daba sus limosnas a los necesitados de las calles.

o Nicodemo ayunaba una o dos veces a la semana.

o Nicodemo oraba una a tres veces al día en la sinagoga y en las esquinas de las calles.

Es por eso que hablo de ti…

- Hablo de ti que crees que, congregando fielmente, irás al cielo.

- Hablo de ti que crees que, diezmando, ya tienes tu eternidad asegurada.

- Hablo de ti que, ves al necesitado, le alcanzas un sencillo y por eso te crees bueno.

- Hablo de ti que, ayunas, oras y que sigues las reglas de tu denominación.

- Habló de ti que, sabes los 10 mandamientos y no robas, no asesinas, no alzas falso testimonio contra tu prójimo, no codicias y crees que ya estás a un paso del cielo.

Sí, hablo de ti.

Habló de ti Pastor y me habló a mí que, un día Dios quiera, puedo ser Pastor.

Nicodemo era un maestro (v. 10)

Nicodemo era aquel que cada día de reposo iba a la sinagoga a leer los pergaminos y luego los enseñaba.

Nicodemo era un hombre que tenía discípulos (estudiantes).

Así que hablo de ti Pastor que, enseñas y que por ser Pastor quizás sientes la confianza de que ya te vas al cielo.

Así que hablo de ti, hablo de todos.

Que al igual que Nicodemo, si hoy te presentas ante Dios lo único que tienes para presentar es eso, tus obras.

Y tú sabes que, juntando todas tus buenas obras con todo y eso te irás al infierno.

Así que este mensaje es para ti, es para mí y es para todos.

Si tú te estás dando cuenta, dirás:

Pero… si yo hago esto y aquello… ¿eso no me lleva al cielo? ¿entonces qué debo de hacer?

Si alguien ya se hizo esta pregunta antes, gracias a Dios.

Y si tú recién te preguntas ¿qué debo hacer?espero poder ayudarte.

2. Todos buscamos respuestas:

Todos tenemos nuestra área espiritual.

¿Qué va a pasar conmigo cuando muera?

Nicodemo busca respuestas (vv. 1 – 2)

Nicodemo aquella noche se acercó a Jesús pensando encontrar una norma, una regla más que tenga que cumplir, para poder ir al cielo.

Nicodemo se acercó a Jesús como aquel joven rico que arrodillándose le preguntó a Jesús: ¿qué haré para heredar la vida eterna?

Nicodemo quizás se acercó como aquel carcelero que preguntó: ¿qué haré para ser salvo?

Pero no hizo falta que Nicodemo pregunté a Jesús ¡qué debía hacer para ser salvo! Jesús ya sabía lo que Nicodemo quería saber esa noche.

Jesús se anticipa la pregunta de Nicodemo, para darle una respuesta (v.3)

Si estabas buscando una respuesta es esta:

TIENES QUE NACER DE NUEVO

3. Todos obtendremos respuesta:

La respuesta que recibe Nicodemo (vv. 13 – 16)

Nadie subió al cielo por respuesta. Él que descendió del cielo es quien tiene la verdadera respuesta (v.13)

Ilustración de la serpiente (v.14)

Nm. 21: 5 – 9 (el único medio para obtener vida para salvarse)

Cristo fue levantado en una asta por tus pecados y los míos, para que todo aquel que cree en Él, no se pierda más tenga vida eterna (vv. 14b – 15)

Cristo fue levantado en una asta para que tú y yo al creer en Él podamos nacer de nuevo (v. 16)

4. Conclusión:

Mira a Cristo (Is. 45:22)