¿QUÉ PASÓ CON TU VIDA ESPIRITUAL?

Introducción:

¿Alguien se ha fijado en el afiche, qué tema le hemos puesto nuestro evento?

Quiero que te hagas esa pregunta: ¿Qué pasó con mi vida espiritual? ¿Dónde estoy parado?

Quiero que seas muy honesto contigo mismo(a).

Es probable que tú te hayas trazado metas para este año, incluso los que estuvimos la semana pasada en la reunión de jóvenes llegamos a escribir ciertas metas en unas hojitas para este año.

Pero sabes; una de las metas más grandes que el creyente debe tener es su crecimiento espiritual. Que este año, sea un año muy distinto, espiritualmente hablando, al año que ya pasó.

¿Tú tienes ese deseo de crecer espiritualmente? ¿Es una de tus metas principales para este año o no la habías considerado?

El crecimiento espiritual debe de producirse naturalmente en los que están en Cristo. Debe ser un deseo constante de aquellos que estamos en Cristo.

¿Tú has pensado alguna vez acerca de lo que sería tu vida adulta, si fracasas ahora como joven en tu crecimiento económico?

¿No te da temor imaginar tu vida adulta, cómo sería si es que ahora de joven no has pensado en desarrollarte para enfrentar la vida futura? Cuando ya seas padre o madre y tengas esas responsabilidades o simplemente tu propia responsabilidad de mantener y cuidarte a ti mismo.

Si te da temor fracasar ahora como joven en ese desarrollo físico, emocional, intelectual y económico. También debería darte temor fracasar en tu crecimiento espiritual, porque es igual de serio. Tu crecimiento espiritual no puede congelarse.

Dios espera que crezcas tanto espiritual, como físicamente y todo lo demás. De hecho, Dios te ordena a poder crecer espiritualmente.

Antes bien, creced en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo.

2 P. 3:18

Entonces espero que tú también tengas esa meta. Y como cada meta que uno se traza, también tiene que trazarse pasos para lograr esa meta.

¿Cuáles son los pasos que tú puedes tomar para que ocurra un crecimiento espiritual en tu vida?

(Que respondan)

1. Nacer de nuevo:

Si aún no eres un hijo de Dios, tú necesitas nacer de nuevo, arrepentirte de tus pecados y confesar a Cristo como Señor y Salvador.

Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados.

Ef. 2:1

Solo así tu podrás tener una relación con Dios y estarás vivo espiritualmente, porque todo aquel que no ha nacido de nuevo esta muerto espiritualmente y lo que ahora vamos a hablar sobre crecimiento espiritual, solo te va a parecer una locura.

2. Pasar tiempo en la Palabra de Dios:

desead, como niños recién nacidos, la leche espiritual no adulterada, para que por ella crezcáis para salvación.

1 P. 2:2

Como bebés recién nacidos, deseen con ganas la leche espiritual pura para que crezcan a una experiencia plena de la salvación. Pidan a gritos ese alimento nutritivo.

1 P. 2:2 (NTV)

Una vez que tú y yo hayamos nacido de nuevo somos aquellos bebés que necesitan la leche. Se dice que un bebé tiene un desorden compulsivo de tomar la leche materna. Si se le permitiera al bebé tomar la leche a su disposición, el bebé podría hacerlo cada hora o media hora.

Tú y yo deberíamos de tener ese desorden de querer beber un sorbito, cada hora, de la Palabra.

¿Marlon, y la Palabra es solo para los nuevos creyentes, para los recién nacidos?

Definitivamente NO, es para todos.

No importa cuántos años de vida cristiana tú tengas tú necesitas beber todos los días de tu vida de la palabra de Dios.

No importa si tú crees que estás en tu nivel básico de creyente, nivel intermedio o avanzado, no importa cuál sea tu nivel espiritual, tú necesitas de las Escrituras como aquel primer día de tu vida cristiana.

No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento…

Ro. 12:2

- Tú necesitas meter palabra a tu mente, para sacar la basura de tu mente.

- Tú necesitas meter palabra a tu mente, para eliminar las formas equivocadas de vida.

- Tú necesitas meter palabra a tu mente, para cambiar tus ideales de pareja, tus metas, tus proyectos, tus prioridades que muchas veces son egoístas y no tienen que ver nada con Dios.

Es ahí donde tu vida sufre una transformación.

La palabra transformaos que aparece en este texto, en el griego es metamorfoo– metamorfosis.

La metamorfosis es el cambio de un estado a otro.

¿Qué animal sufre la metamorfosis?

La larva (oruga) pasa este proceso de la metamorfosis. La oruga se convierte en una crisálida y luego pasa a ser una hermosa mariposa.

- Esta oruga paso de arrastrarse por los suelos a volar.

- Esta oruga pasó de no ser tan bella, a ser más bella con sus hermosas alas de colores.

Tú necesitas pasar tiempo en la palabra de Dios si quieres ver cambios visibles en tu vida. Si quieres que realmente se de ese crecimiento espiritual que te has trazado como meta este año.

Por experiencia yo sé que cuando leo la Biblia mi vida se transforma, pienso de forma diferente, actuó de forma diferente, habló de forma diferente.

¡Tú necesitas tomar un tiempo cada día para leer la Biblia!

3. Ocúpate del pecado:

Aléjate del pecado, el pecado siempre te va impedir crecer espiritualmente.

Alguien una vez dijo: mata tu pecado o tu pecado te terminará matando.

Ejemplo:

Considera el pecado de David con Betsabé. El pecado que David tuvo, arruinó su vida y la de su familia.

David tomó una mujer casada, una mujer que no le pertenecía y llegó a embarazarla.

Y ese pecado que David llegó a cometer lo llevó a más pecado.

- Para cubrir el hecho de que había embarazado a Betsabé, trato de que Urías se acueste con su esposa, después de haberlo emborrachado.

Como eso no se dio.

- David arregló que matasen a Urías en el campo de batalla y luego tomó por mujer a Betsabé.

- Después, por un año completo, David mantuvo en silencio su pecado, él no lo confesó y este pecado lo iba consumiendo.

3 Mientras callé, se envejecieron mis huesos. En mi gemir todo el día.

4 Porque de día y de noche se agravó sobre mí tu mano; se volvió mi verdor en sequedades de verano.

5 Mi pecado te declaré, y no encubrí mi iniquidad. Dije: Confesaré mis transgresiones a Jehová; y tú perdonaste la maldad de mi pecado.

Sal. 32:3 – 5

Su cuerpo se desgastó, gimió de dolor, su energía y su fuerza tambalearon, su vida se estaba vaciando, para él los días más bonitos que uno podría ver en primavera, donde las flores están floreciendo, él todo lo veía seco, como si fuera verano.

¿Qué estás pensando?

Estoy seguro que no soy un pecador de las grandes ligas como David. No he asesinado a nadie no me he involucrado en un pecado sexual.

Mis pecados son pequeños mis pecados no están hiriendo a nadie.

¿Es eso lo que te estás diciendo?

Jesús puso la seriedad del pecado en perspectiva.

- Si estás enojado con alguien - dijo Él - tú cometiste asesinato en tu corazón (Mt. 5:22)

- Si codicias a una mujer, has tenido un pecado sexual en tu corazón con esa persona (Mt. 5:28)

Lo esencial es que, si has cometido pecado en público o en secreto, si fue tu pecado en acción o simplemente con tu corazón, el pecado es un insulto a Dios, a un Dios Santo. Según tu criterio pudo ser un pecado pequeño o grande, pero delante de Dios es pecado y lo ha ofendido. Así que, tu pecado tiene que ser confesado y tienes que abandonarlo.

Siempre que tú y yo no hayamos confesado un pecado en nuestras vidas, eso daña nuestra relación con Dios, eso impide nuestro crecimiento espiritual.

¿Hay pecado no confesado en tu corazón?

David confesó su pecado entonces él experimentó la maravillosa limpieza y el alivio que resulta cuando confesamos nuestras transgresiones.

1 Bienaventurado aquel cuya transgresión ha sido perdonada, y cubierto su pecado.

5 Mi pecado te declaré, y no encubrí mi iniquidad. Dije: Confesaré mis transgresiones a Jehová; y tú perdonaste la maldad de mi pecado.

Sal. 32:1, 5

Si tú quieres experimentar la limpieza que viene del perdón de Dios y la libertad de la culpa que cargas por causa del pecado, entonces hazte el hábito de confesar tus pecados

Mientras haces eso tú estarás limpiando todo impedimento que está en el camino de tu crecimiento espiritual.

4. Abandonar la pereza espiritual:

Si estas fallando en apartar algún tiempo para Dios en tu vida y en vez de eso estás eligiendo pasar tiempo en tus propios placeres y proyectos, entonces estás hiriendo tu crecimiento espiritual.

Sé que no es un asunto fácil. Porque cada vez que tú abres tu Biblia o te arrodillas para comenzar a orar o quieres ir a congregar cada domingo, cada miércoles o a tu reunión de jóvenes, se levanta una fuerza que nace en el mismo infierno, se levantó una fuerza que nace en tu carne que te impide leer la Biblia, orar y congregar, y tú tienes que luchar con todo eso.

- Tú quieres ver Netflix, no hay ningún impedimento. Tú quieres leer la Biblia, nace una gran pereza en tu carne.

- Tú quieres usar las redes sociales no hay ningún impedimento tú quieres orar, nace una gran pereza en tu carne.

- Tú quieres salir del paseo, no hay ningún impedimento, porque incluso haces lo imposible para que se dé. Tú quieres ir a congregar, pero nace muchos obstáculos y no haces lo posible para ir.

Entonces Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame.

Mt. 16:24

La vida cristiana es de sacrificio y compromiso. Si no haces esto, si no luchas, si no te niegas, si no vences la pereza espiritual, no podrás crecer espiritualmente.

5. Determina que te discipulen:

Si quieres crecer es esencial que tú seas un aprendiz.

Necesitas de alguien que te guíe, te aliente, te aconseje, te corrijan, en quien tú rindas cuentas.

Lo que has oído de mí ante muchos testigos, esto encarga a hombres fieles que sean idóneos para enseñar también a otros.

2 Tim. 2:2

Pablo fue el maestro de Timoteo. Timoteo fue el discípulo de Pablo.

Cuando ya Timoteo dejó de ser un aprendiz de Pablo, ahora él tenía la tarea de discipular a alguien más.

Ilustración:La carrera de relevos

La vida cristiana es como la carrera de relevos.

Jesús pasó el testigo, la posta a Pablo, Pablo pasó la posta a Timoteo, Timoteo a tertuliano y así sucesivamente hasta que llegó a nosotros. Ahora a nosotros nos toca ser discípulos, para luego coger la posta, coger el testigo y poder pasarlo a la siguiente generación de cristianos.

La raza cristiana depende de que tubillo pasemos la posta.

Así se crece espiritualmente aprendiendo, para enseñar.

Podría hablar sobre la oración, sobre congregar, sobre tener grupos de estudio bíblico, porque cada uno de ellos es importante para nuestro crecimiento espiritual, pero no me voy a extender más.

6. Persiste en lo que comenzaste:

Las metas que nosotros nos trazamos, muchas veces no lo logramos, no porque no sepamos qué hacer, sino porque no continuamos haciendo lo que sabemos que tenemos que hacer.

Ilustración: ejercitarse continuamente

Si dejas de ejercitarte físicamente tu cuerpo puede que no muestre los resultados de la noche a la mañana, quizás por un momento todavía te mantengas fuerte, ágil. Pero un día tú te levantarás y trataras de correr y verás que quizás ni puedes llegar al final de la cuadra.

De la misma manera tú puedes pensar que puedes estar sin ejercitarte espiritualmente; sin leer, sin orar, sin ir a la iglesia, y puedes sentirte como que no pasa nada.

Sin embargo, un día te levantarás y verás que estás fofo (blando) espiritualmente. Estarás fuera de forma y entonces tú estarás abierto de par en par para el pecado.

Todo por qué no hiciste un esfuerzo constante en crecer cada día. No puedes descansar en el crecimiento de ayer, tú tienes que dedicarte a crecer hoy y mañana y todos los días.

Conclusión:

Hay beneficios que tú vas a experimentar en tu crecimiento espiritual:

- Tú tendrás la fuerza espiritual para defenderte de las tentaciones.

- Tú vas a poseer los recursos espirituales necesarios para encontrarte con los retos diarios.

- Tú vas a poseer la sabiduría espiritual para tomar decisiones correctas.

- Tú vas a poseer el discernimiento para elegir las actividades correctas (qué cosas hacer y qué cosas no hacer, con quién pasar el tiempo y con quien no, qué música escuchar y qué música no escuchar, etc).

Así que comprométete a crecer espiritualmente y no te quedes en el mismo lugar, donde tú sabes que hoy estás.

- Haz una elección para encontrarte con Dios, cada día.

¿Quieres crecer espiritualmente ¿verdad?

Entonces haz tus ejercicios físicos con Dios cada mañana.

- Haz una elección de negarte a ti mismo (sueño, Netflix, paseos, juegos, redes sociales, tu persona favorita, etc)

El Mundo entero te está diciendo: ¿eres cristiano? ¡Entonces pruébalo!

- Haz una elección de decirle si el pueblo de Dios una de las mejores selecciones que puedes hacer es estar rodeado de otros cristianos (te corregirán si tú haces mal, si caes te alentarán para levantarte, te van a enseñar la voluntad de Dios para tomar decisiones, te van a contagiar incluso del amor y la dedicación que tienen para con Dios).

- Haz tus elecciones, comprométete:

o Di sí, a la iglesia y a la enseñanza que recibirás ahí.

o Di sí, a tu Pastor cuando pida tu participación en un discipulado.

o Di sí, a los campamentos, retiros, camping´s, porque ahí obtendrás grandes enseñanzas.

o Di sí, al leer cada día la Palabra de Dios.

o Di sí, a la oración

o Di sí, a toda oportunidad de estar con otros jóvenes comprometidos con las cosas de Dios.

Chicos la iglesia este año tiene planes, tiene metas, la iglesia hace poco pudo dejar de ser una iglesia, pero gracias a Dios vamos a continuar.

Y dentro de la Iglesia falta manos, falta obreros, falta jóvenes.

Y la iglesia te necesita, la iglesia desea usarte, pero no lo puede hacer si te has estancado espiritualmente, no lo puede hacer si no demuestras que puedes enseñar a alguien más.

Comprométete a crecer espiritualmente.

No dejes que la emoción de la juventud te lleve a olvidarte de tu Creador. Hónralo mientras seas joven, antes de que te pongas viejo y digas: La vida ya no es agradable.

Eclesiastés 12:1 (NTV)