Untitled Sermon (7)

Su Reino

Mateo 6:33–34 (NVI)

33 Más bien, busquen primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas les serán añadidas. 34 Por lo tanto, no se angustien por el mañana, el cual tendrá sus propios afanes. Cada día tiene ya sus problemas.

Romanos 14:17 (NVI)

17 porque el reino de Dios no es cuestión de comidas o bebidas sino de justicia, paz y alegría en el Espíritu Santo.

Como Es En El Cielo…. Es un atributo sobrenatural.

El quiere que nos enfoquemos en El atraves de servir a los demas.

Hebreos 13:1–3 (NVI)

1 Sigan amándose unos a otros fraternalmente. 2 No se olviden de practicar la hospitalidad, pues gracias a ella algunos, sin saberlo, hospedaron ángeles. 3 Acuérdense de los presos, como si ustedes fueran sus compañeros de cárcel, y también de los que son maltratados, como si fueran ustedes mismos los que sufren.

2. El quiere que nos enfoquemos en las cosas del Cielo.

Mateo 6:33 (NVI)

33 Más bien, busquen primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas les serán añadidas.

Filipenses 2:10–11 (NVI)

10 para que ante el nombre de Jesús

se doble toda rodilla

en el cielo y en la tierra

y debajo de la tierra,

11 y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor,

para gloria de Dios Padre.

Aquí hay algunas pautas para buscar primero Su reino.

1. Ora para que el Señor tenga dominio, control y gobierno sobre todos los aspectos de nuestro propio corazón y mente.

Colosenses 3:16 (NBLA)

16 Que la palabra de Cristo habite en abundancia en ustedes, con toda sabiduría enseñándose y amonestándose unos a otros ....

2. Alaben a Dios porque Su reino es más grande que cualquier otro reino.

1 Cronicas 29:10–13 (NTV)

10 Luego David alabó al Señor en presencia de toda la asamblea: «¡Oh, Señor, Dios de nuestro antepasado Israel, que seas alabado por siempre y para siempre! 11 Tuyos, oh Señor, son la grandeza, el poder, la gloria, la victoria y la majestad. Todo lo que hay en los cielos y en la tierra es tuyo, oh Señor, y este es tu reino. Te adoramos como el que está por sobre todas las cosas. 12 La riqueza y el honor sólo vienen de ti, porque tú gobiernas todo. El poder y la fuerza están en tus manos, y según tu criterio la gente llega a ser poderosa y recibe fuerzas. 13 »¡Oh Dios nuestro, te damos gracias y alabamos tu glorioso nombre!

3. Resistir, rechazar y entregar todos los reinos rivales al del reino de Dios.

Santiago 4:6–10 (NVI)

6 Pero él nos da mayor ayuda con su gracia. Por eso dice la Escritura: «Dios se opone a los orgullosos, pero da gracia a los humildes.» 7 Así que sométanse a Dios. Resistan al diablo, y él huirá de ustedes. 8 Acérquense a Dios, y él se acercará a ustedes. ¡Pecadores, límpiense las manos! ¡Ustedes los inconstantes, purifiquen su corazón! 9 Reconozcan sus miserias, lloren y laméntense. Que su risa se convierta en llanto, y su alegría en tristeza. 10 Humíllense delante del Señor, y él los exaltará.

4. Necesitamos pensar, orar y actuar evangelísticamente para ayudar a buscar primero Su reino.

Lucas 19:10 (NVI)

10 Porque el Hijo del hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido.

5. Buscar primero Su reino a menudo implica una guerra espiritual.

Efesios 6:12 (NBLA)

12 Porque nuestra lucha no es contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los poderes de este mundo de tinieblas, contra las fuerzas espirituales de maldad en las regiones celestes.

6. Buscar primero Su reino implica humillarnos para someternos a Sus planes en lugar de los nuestros.

7. Buscar Su reino también trae consuelo y alivia nuestros miedos, ansiedades y sentimientos de inseguridad.

8. Buscar primero Su reino también nos une como creyentes en una prioridad, un propósito.

9. Buscar primero Su reino nos recuerda que nuestra ciudadanía está en los cielos.

Mateo 6:9–13 (NTV)

9 Ora de la siguiente manera: Padre nuestro que estás en el cielo, que sea siempre santo tu nombre. 10 Que tu reino venga pronto. Que se cumpla tu voluntad en la tierra como se cumple en el cielo. 11 Danos hoy el alimento que necesitamos, 12 y perdona nuestros pecados, así como hemos perdonado a los que pecan contra nosotros. 13 No permitas que cedamos ante la tentación, sino rescátanos del maligno.