El incalculable valor del reino de Dios

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Introducción

Mateo 13:44–45 RVR60
44 Además, el reino de los cielos es semejante a un tesoro escondido en un campo, el cual un hombre halla, y lo esconde de nuevo; y gozoso por ello va y vende todo lo que tiene, y compra aquel campo. 45 También el reino de los cielos es semejante a un mercader que busca buenas perlas,
En una ocasión un joven adinerado se acercó a Jesús, (Mateo 19:16-26)
seguramente este joven era muy influyente debido a sus abundantes posesiones;
Sin embargo; parece mostrar cierto respeto a Jesús,
El evangelista Marcos nos dice (Marcos 10:17-31) que el joven Se inclinó ante Jesús y le llamó:
Maestro Bueno;
A primera instancia estas palabras parecen sugerir que este joven es humilde; y que su petición es sincera.
Pero no permitamos que las apariencias nos engañen con tanta facilidad;
Jesús pudo ver claramente a través de toda aquella escena y conocía lo que verdaderamente había en el corazón de aquel joven rico.
Es por eso que el evangelista Juan dice que Jesús:
Juan 2:25 (RVR60)
25 No tenía necesidad de que nadie le diese testimonio del hombre, pues él sabía lo que había en el hombre.
Jesús conoce con exactitud las intenciones y motivaciones de nuestros corazones,
A El no lo podemos engañar; El conoce las codicias mas profundas de nuestro Corazón, El sabe que es lo que en VERDAD Valoramos, Que es lo que mas apreciamos.
El puede discernir sin dificultad nuestra mente y corazón y sabe con precisión
QUE O QUIEN ES EL QUE OCUPA EL TRONO DE NUESTRO CORAZÓN.
Como dice:
Hebreos 4:13 (RVR60)
13 Y no hay cosa creada que no sea manifiesta en su presencia; antes bien todas las cosas están desnudas y abiertas a los ojos de aquel a quien tenemos que dar cuenta.
Aquel joven rico pretendió impresionar a Jesús con su aparente prosperidad e impecable moralidad,
Se jactó de haber obedecido los mandamientos de Dios desde su niñez;
Y si esto fuese poco, tuvo el atrevimiento de preguntarle a Jesús:
¿Qué más me falta?
Seguramente este joven estaba acostumbrado a recibir alagos y elogios de parte de todos a su alrededor; ¿Como no?
Tenía muchas posesiones, Quizás este joven era bien apreciado por la élite corrupta religiosa de aquel tiempo.
Probablemente tenía a los fariseos y saduceos en su bolsa; y pensó que así sería con Jesús,
Tal vez, esperaba un alago de parte de Jesús, un reconocimiento público a su persona de parte del maestro que estaba acaparando las multitudes en ese momento.
Su deseo era que Jesús le dijera que no le hacía falta nada mas, que era un joven ejemplar, quien ya tenía un pie en el reino de Dios.
Pero eso no fue la respuesta que recibió:
Que fue lo que Jesús le dijo:
Mateo 19:21 (RVR60)
21 Jesús le dijo: Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven y sígueme.
Jesús examinó su corazón y supo que
el dios de este joven era el dinero, sus riquezas, y todo lo que le importaba era su estatus y su reputación.
es por eso que al escuchar la respuesta de Jesús,
El joven rico Se entristeció y se fue, porque como dice la Escritura:
Tenía muchas posesiones.
Valoraba mas sus riquezas que el reino de Dios, no estaba dispuesto a renunciar a sus bienes porque los consideraba mas valiosos que el reino de Dios.
Este acontecimiento dejó a todos sorprendidos, incluso a los discipulos los cuales preguntaron con gran asombro:
¿Quién, pues, podrá ser salvo?
Si es necesario valorar el reino de Dios sobre todas las cosas en este mundo entonces;
¿Podrá haber alguien que verdaderamente aprecie y estime el reino de Dios como lo mas valioso en esta vida a tal punto que este dispuesto a renunciar a todos los deseos de este mundo con la finalidad de obtener este tesoro de valor incalculable?
La respuesta de Jesús es gloriosa:
“Para los hombres esto es imposible; mas para Dios todo es posible.”
Y lo que encontramos en estas dos parábolas conocidas como:
El tesoro escondido y la perla de gran precio que se encuentran en Mateo 13.
Es el poder de Dios obrando en la vida de las personas a tal punto que logran darse cuenta que no existe nada mas valioso que Cristo.
Estas dos parábolas pueden ser consideradas como sinónimas porque transmiten la misma verdad, tienen el mismo significado,
Y a pesar de que las dos son muy breves; contienen una verdad muy profunda;
Lo cual demuestra la extraordinaria habilidad de Jesús, El cual era capaz de tomar una ilustración tan común y simple de la vida cotidiana y usarla para comunicar las verdades mas profundas del Reino de Dios.
Es por esa razón que con todo derecho podemos decir que Jesús es el maestro por Excelencia.
El evangelista Mateo es el único que registra estas dos parábolas;
En el verso 44 encontraremos la parábola del tesoro escondido;
En la cual se nos presenta a un hombre que encontró un tesoro que estaba escondido en un campo.
Ocultar un tesoro en un campo era muy común en aquellos tiempos , recordemos que antes no existían compañías bancarias o cajas de seguridad como en la actualidad,
y guardar los bienes en las casas, era muy inseguro en aquel tiempo; debido a las constantes guerras y la inseguridad.
De manera que cualquier judío que escuchó a Jesús narrar esta parábola la pudo haber comprendido con facilidad, es más; el significado es tan Obvio que los discipulos no cuestionan a Jesús sobre su significado.
La manera en que Jesús relata esta parábola parece sugerir que este hombre no estaba buscando un tesoro, mas bien parece ser que se lo encontró por casualidad.
Mateo 13:44 (RVR60)
44 Además, el reino de los cielos es semejante a un tesoro escondido en un campo, el cual un hombre halla, y lo esconde de nuevo; y gozoso por ello va y vende todo lo que tiene, y compra aquel campo.
Quizás este hombre estaba simplemente pasando por ese campo, mientras se dirigía a sus labores cotidianas; Sin pensar que aquel momento su vida cambiaría para siempre.
Y a pesar de que les mencione que ambas parábolas comunican la misma verdad;
hay una pequeña diferencia que es necesario mencionar;
Y es que en la parábola de la perla de gran precio;
También se nos habla de un hombre; pero este hombre es un mercader; el cual encuentra una perla preciosa, pero a diferencia del primer hombre; Jesús nos dice que este hombre: “Buscaba buenas perlas”
Mateo 13:45–46 (RVR60)
45 También el reino de los cielos es semejante a un mercader que busca buenas perlas,
46 que habiendo hallado una perla preciosa, fue y vendió todo lo que tenía, y la compró.
El primer hombre simplemente encontró el tesoro en un campo, no se nos menciona de manera especifica que lo estaba buscando,
Como escribió un comentarista:
“No sabemos cómo lo encontró: si estaba cavando él mismo en el campo o si una tormenta había quitado la capa de tierra que escondía el tesoro, dejándolo al descubierto”
Pero es importante notar que Jesús no menciona que este hombre estaba buscando un tesoro, solamente lo encontró.
Esta diferencia parece cobrar mas importancia cuando nos damos cuenta que el tesoro y la perla preciosa los cuales se mencionan en estas parábolas como algo escondido que tiene que ser descubierto;
Representan a Cristo y su evangelio.
Cristo es ese tesoro tan valioso que cambió por completo la vida de este hombre; Cristo es la perla de Gran Precio cuyo valor es INFINITAMENTE superior a cualquier otra perla que este mercader jamás haya conocido.
Sin embargo, a pesar de que evangelio de Cristo es
Incalculablemente Valioso
su Gloria y Valor están ocultos a los ojos de la mayoría de personas debido a su pecado,
Esto es a lo que se refiere el apóstol Pablo en:
2 Corintios 4:3–4 (RVR60)
3 Pero si nuestro evangelio está aún encubierto, entre los que se pierden está encubierto; (Como el tesoro y la perla en etas parábolas)
4 en los cuales el dios de este siglo cegó el entendimiento de los incrédulos, para que no les resplandezca la luz del evangelio de la gloria de Cristo, el cual es la imagen de Dios.
Pero gloria sea a nuestro Dios que por su Gracia incomparable y el poder transformador de su Espíritu Santo; quitó esa benda que nos impedía apreciar El Glorioso Valor del Evangelio de Cristo y de su Reino.
Y Con su poder nos Iluminó y pudimos ver la Incomparable Gloria de Cristo.
2 Corintios 4:6 (RVR60)
6 Porque Dios, que mandó que de las tinieblas resplandeciese la luz, es el que resplandeció en nuestros corazones, para iluminación del conocimiento de la gloria de Dios en la faz de Jesucristo.
Puede que Cristo y su evangelio hayan llegado a nuestras vidas; sin que nosotros hayamos estado buscando de El.
Muchos de nosotros antes de conocer a Cristo vivíamos sin la menor preocupación de conocerle; y un día sin que nosotros lo anticipáramos El Señor nos rescató de nuestra vana manera de vivir.
Tito 3:3–5 RVR60
3 Porque nosotros también éramos en otro tiempo insensatos, rebeldes, extraviados, esclavos de concupiscencias y deleites diversos, viviendo en malicia y envidia, aborrecibles, y aborreciéndonos unos a otros. 4 Pero cuando se manifestó la bondad de Dios nuestro Salvador, y su amor para con los hombres, 5 nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo,
Eramos como aquel ladrón que crucificaron junto a Jesús, quien había vivido toda su vida en pecado y maldad y en el día menos pensado, ese ladrón se encontró con el tesoro mas preciado que existe.
Sus ojos pudieron contemplar la Gloria de Cristo y su única petición fue:
“Acuérdate de mí cuando vengas en tu reino.” (Lucas 23:42)
En ese momento el se dió cuenta del incalculable valor de Cristo que incluso en ese momento tan agonizante; su vida le pareció insignificante porque sus ojos estaban demasiado ocupados admirando la gloria de Cristo.
Es por eso que Jesús le respondió estas gloriosas palabras:
Lucas 23:43 (RVR60)
De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso.
Por el otro lado, hay algunos de ustedes que quizás nacieron por así decirlo en las bancas de la iglesia,
Desde muy temprana edad has escuchado las buenas nuevas de este glorioso evangelio y como aquel mercader que buscaba buenas perlas, durante tu vida te has esforzado en conocer a Cristo.
Quizás nunca tuviste vicios, ni viviste una vida inmoral, pero sabías que necesitabas a Cristo en tu vida,
Hasta que un día en la voluntad soberana del Señor, Pudiste por fin contemplar la Gloria incomparable de Cristo.
No importa cual sea nuestro testimonio, no importa cuales fueron las circunstancias en las que el Señor nos alcanzó,
El resultado de haber contemplado la Gloria de Cristo y de conocer el incalculable valor de su reino
Es el mismo,
Notemos Cual fué la reacción del hombre que encontró el tesoro en el campo y la del mercader que encontró esa perla preciosa de incomparable valor
Mateo 13:44–46 (RVR60)
44 Además, el reino de los cielos es semejante a un tesoro escondido en un campo, el cual un hombre halla, y lo esconde de nuevo; y gozoso por ello va y vende todo lo que tiene, y compra aquel campo.
45 También el reino de los cielos es semejante a un mercader que busca buenas perlas,
46 que habiendo hallado una perla preciosa, fue y vendió todo lo que tenía, y la compró.
Estuvieron dispuestos a renunciar a todo lo que tenían por causa de ese tesoro invaluable que habían encontrado.
Concuerdo el pastor David Burt que en su comentario del evangelio de Mateo escribió:
La enseñanza de la parábola es que el reino de los cielos… es un tesoro tan inestimablemente precioso que quien lo obtiene está dispuesto a entregar por él todo lo que pudiera interferir con la obtención de él. El reino de los cielos vale infinitamente más que el costo del discipulado, y quienes saben dónde yace el alegre tesoro abandonan todo lo demás para resguardarlo.
Estas parábolas contienen una verdad muy profunda que todos nosotros debemos de considerar.
El que verdaderamente conoce a Cristo y a contemplado su gloria; Estará dispuesto a renunciar a todo lo que sea necesario con tal de obtenerlo a El.
El mundo y todos sus deseos habrán perdido su encanto debido a que nuestros ojos han contemplado el INSUPERABLE valor de conocer a Cristo.
Estos hombres no dudaron en renunciar todo con tal de obtener este tesoro invaluable.
¿Y porque razón en la actualidad parece ser que estimamos mas valiosas otras cosas que Cristo y su evangelio?
¿Porque es que con tanta facilidad preferimos un montón de cosas vanas antes que el glorioso Reino de nuestro Dios?
La razón es por que ese tesoro en realidad esta oculto a nuestra vista, pensamos que lo tenemos, decimos estimar a Cristo; profesamos que lo amamos.
pero lo que en verdad demuestra que Cristo y su reino son lo mas importante para nosotros; son nuestras acciones y no nuestras palabras.
Incluso un dato curioso de estas dos parábolas es que ninguno de estos hombres expresan ninguna sola palabra, son sus acciones las que ponen en evidencia que verdaderamente estiman este tesoro invaluable por sobre todas las cosas.
Y Cristo nos dice que el reino de los cielos es semejante a estos hombres,
que habiendo encontrado este glorioso tesoro, renunciaron a todo por obtenerlo.
Dando a entender que si esto no es lo que ha pasado con nosotros al haber conocido a Cristo; entonces no esperemos entrar en el Reino de los cielos.
Recuerda al joven rico, que no estuvo dispuesto a renunciar a todo por seguir a Cristo y Se fue triste;
Retuvo sus riquezas pero también heredo la condenación eterna.
Que decisión tan mas absurda; NO COMETAMOS EL MISMO ERROR
Nada en este mundo se puede comparar con el incalculable valor de Cristo y su reino.
Despójate de todo lo que te estorba para Servirle a El,
Toma tu Cruz y Síguelo; Te costará todo pero ganaras algo mucho mejor.
Es por esa razón que el apóstol Pablo dijo:
Filipenses 3:8 RVR60
8 Y ciertamente, aun estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por amor del cual lo he perdido todo, y lo tengo por basura, para ganar a Cristo,
Para terminar; Cito a John Piper en uno de mis libros favoritos: No desperdicies tu vida:
Ahora el punto es que la gloria de Cristo, manifiesta especialmente en su muerte y resurrección, es la gloria que está por encima y más allá de toda bendición que disfrutamos. Él compró todo lo que es bueno para nosotros. Su gloria está donde termina la búsqueda de nuestros afectos.
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